🌙 Capítulo tres

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Lunes 17 de Abril, 7:30 am.
Primer día de castigo.

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Cabello desordenado, inmensas ojeras y las uñas mordidas. Así se hallaba Park JiMin tras una larga noche sin conciliar el sueño.

Apoyó ambas manos sobre el colchón y prosiguió a estirar todas las partes de su cuerpo. Su cuello emitió un estruendoso sonido mientras sus ojos aún se encontraban levemente cerrados.

Se dirigió inmediatamente al baño para lavar su cara y adoptar un aspecto mínimamente aceptable, al menos, esconder aquellas temibles ojeras que le hacía a su rostro tener una apariencia casi fúnebre. Abrió el grifo de agua caliente y dejó que la misma recorriera su cuerpo poco a poco, ¿un buen baño caliente debía relajarlo, verdad?

Tal vez estaba actuando de manera incorrecta al juzgar a TaeHyung por su simple apariencia, pero era inevitable sentir cierta presión en el pecho cada vez que él estaba cerca. Ni siqueira sabía con exactitud qué actitud adoptaría el de cabello marrón oscuro al ver a uno de sus compañeros de salón encontrarse constantemente a su lado, pero no descartaba en absoluto el que el mayor le diera una bofetada si acababa con su paciencia.

JiMin envolvió su pequeño cuerpo en una suave toalla blanca, secó su cabello, aplicó un poco de maquillaje sobre su rostro y corrió a buscar su uniforme escolar, casi se podría decir que llegaría tarde si no se apuraba.

Abrió con lentitud la puerta correspondiente a su salón y avanzó un par de pasos dentro. Sin embargo, su sangre se heló de inmediato cuando logró divisar al joven de cabello oscuro. Se encontraba sentado en uno de los pupitres del fondo de la sala, mientras mantenía la vista perdida y los codos apoyados sobre la madera. JiMin suspiró profundamente y se acercó cautelosamente al mayor, a pesar de que éste ni se inmutaba por su presencia.

-L-Lo siento, ¿te molesta que me siente aquí?-Dijo mientras señalaba el pupitre que se hallaba justo a su lado.

TaeHyung hizo un rápido gesto de semi-aprobación con la cabeza y cruzó sus brazos a la altura de su cintura. El joven de cabello grisáceo se quedó impresionado mientras admiraba el perfecto perfil que poseía su compañero. A simple vista, podría ser considerado un modelo profesional, de aquellos que posan en prestigiosas revistas, o los que participan en pasarelas mientras deslumbran al público con su belleza.

Kim TaeHyung era simplemente un hombre hermoso, y JiMin no entendía cómo nunca se había dado cuenta de ello.

Bet ~ VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora