Lunes 17 de Abril, 9:00 am.
Su profesora de matemáticas seguía escribiendo complicadas ecuaciones en el pizarrón, a pesar de que tan solo faltaran quince minutos para el receso. Tal era el cansancio del joven Park, que lo único que hacía era observar cómo se deslizaba la tiza blanca sobre el pizarrón, siendo presionada casi con rudeza y provocando un sonido un tanto desagradable. JiMin estaba a punto de cerrar sus ojos y dar paso al sueño cuando recordó la presencia de su nuevo compañero de banco. Kim TaeHyung, a pesar de no haberle dirigido ni una sola mirada en toda la clase, desprendía un aura un tanto peculiar, casi sombría, sin despegar la vista de su cuaderno.
Escribía, observaba la pizarra y volvía a escribir. A eso se dedicaba el joven Kim, mientras que su compañero, sin saber exactamente cuándo, había quedado hipnotizado por la forma en que Taehyung resolvía las ecuaciones planteadas como si se tratara de sumar dos números de un dígito. Algo frustrado por la manera en la que estaba siendo observado, Kim volteó levemente en dirección al más joven, depositando una severa mirada en los ojos del contrario.
-¡L-Lo siento! De veras, no entiendo absolutamente nada y tú haces todo muy rápido...-Se apresuró a disculparse -como por décima vez en el día- mientras desviaba la mirada casi de inmediato.
-Deberías dejar de disculparte cada cinco minutos, comienza a ser molesto.-soltó el contrario con un grave tono de voz.
-¡Tienes razón! Lo siento...
A continuación Park JiMin pudo percibir algo que nunca creyó poder apreciar en su vida. La media sonrisa de Taehyung.
Tal vez fueron unos simples tres segundos, pero para el menor significó algo impresionante. Kim TaeHyung, sonriendo, por su culpa. Al fin y al cabo su torpeza no siempre implicaba un defecto, ya que gracias a ella pudo divisar tres inolvidables segundos de aquella pequeña pero melodiosa risa. La risa del chico más oscuro y serio de todos, Kim TaeHyung.
Sin embargo, los siguientes minutos de la clase transcurrieron en silencio. Ni una sola palabra ni gesto por parte de ambos. Aunque ahora Park se encontraba mucho más sumido en sus pensamientos. Definitivamente algo lo había distraído más de lo normal, y estaba seguro de que no eran aquellas aburridas ecuaciones.
En fin, tal vez lo que más deseaba JiMin era volver a escuchar esa risa otra vez, para que volviera a sentir aquella sensación en su corazón.
Era confuso, no lo sabía.
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Bet ~ VMin
Sonstiges~ 𝓟𝓮𝓻𝓭𝓲𝓼𝓽𝓮 𝓵𝓪 𝓪𝓹𝓾𝓮𝓼𝓽𝓪, 𝓭𝓲𝓼𝓯𝓻𝓾𝓽𝓪 𝓽𝓾 𝓬𝓪𝓼𝓽𝓲𝓰𝓸 ~ -Vamos, Jimin. ¿Acaso tienes miedo? -No jodas, ¡ese tipo tiene pinta de querer romperme la cara si me acerco! Por una insignificante apuesta, JiMin conocería a alguien qu...