CONCURSO CLOUDS #CC19

-FASE 1-

¿Me retas a no enamorarme?

No me retes a que no me enamore de tí

Por que perderé

Y mi pérdida será la más dulces de tus venganzas.

Vengate de cualquier manera.

Pisoteamé si eso es lo que quieres, se que en tu interior lo estás deseando.

Cada vez que me sonríes mi reto se tambalea.

A veces pienso ¿No me podría haber puesto un reto más fácil?

-Scarlett- recalcó con su aguda voz cerca de mi oído- ¿Aceptas el último reto?

No pude evitar acercarme a él, sus labios me llamaban mediante la oscuridad de la noche. El frio inundaba nuestros cuerpos y la lluvia se deslizaba por nosotros sin permiso alguno. Al igual que comenzaron a acariciar mis labios sobre los suyos. Me da miedo resguardarme en la boca de alguien, nunca había sentido nada esto, es como respirar para mí, profundicé el beso lo máximo que pude para que su esencia de quedase más tiempo sobre mí, no tan solo un momento efímero. Esta podría ser la última vez que le besara.

Tomamos aire y él apoyó su frente junto a la mía.

-¿Me retas a no enamorarme?- dije ante la atención puesta sobre mí.

Asintió meticulosamente mirándome a los ojos.

-Lo acepto.

Aunque es un poco tarde, por qué ya me había enamorado.

Me tomó de las manos y me dijo un "todo va a salir bien"

Aunque pienso que se lo repetía a él mismo para coger confianza.

-Estaremos bien Nathan, te lo prometo.

Estarás mejor cuando te alejes de mí, lo único que hago es hacer daño y destrozar todo a mi paso, fuiste tú el que se me cruzó en mi camino y al que destrocé.

De todas las chicas que hay en el mundo enamorarse de mi era lo peor que podrías haber hecho, pero al fin y al cabo lo hiciste.

Me gustaría hablar de los típicos clichés de que tu eras "el malo" o "el rompe corazones"

Pero no, a ese papel jugaba yo.

Salimos del patio de la enorme casa de millones de dólares.

Pulsé el botón de actuar y poner una sonrisa coqueta tal y como hacía siempre

Llegué al cuarto que compartía con mi Sugar Daddy y me cambié de ropa para evitar que sospechara de que hubiera hecho algo.

Byron podía ser muy manipulador cuando se lo proponía.

Ya llevaba dos meses con este hombre. Supuestamente era una relación de intereses.
Él estaba con una chica guapa, sexy y sumisa y yo a cambio recibía toda clase de lujos.

Al llevar tantos años en  la profesión te acabas acostumbrando, pero la gente no para de mirarnos raro cuando paseamos por la calle.
Un empresario de 50 años junto con una joven a la que le doble la edad no es muy normal de ver.

Pero a la gente de esta ciudad le importa lo más mínimo.

Nathan vivía junto a su padre hasta que terminara la carrera en la que estaba estudiando. Sus padres se divorciaron y su padre acostumbraba a tener relaciones mutuamente beneficiosas, cosas que a su inocente hijo le parecían totalmente normal.

Ese pequeño hoyuelo en su mejilla izquierda aparecía en mi oscura mente desde el primer día que le vi.

Quería borrarle de mi mente.

Yo y el amor no nos llevamos muy bien, y para ser sincera, estaba agusto con eso.

Dar todo a una persona y que acabe por undirte nunca me a gustado, creo que el amor nos hace más idiotas de lo que ya somos.

Nos hace verlo todo de color de rosa, pero eso era imposible para mí, ya que mi mundo, era gris.