Capitulo 50

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Entre en el apartamento y rodé mis maletas hasta la sala, coloque a Chanel en el piso, salude a Marian y me dirigí a tomar una ducha, estaba tensa y necesitaba relajarme antes de tomar ese vuelo, que aún no sé si lo tomaría. 


El no se había dado cuenta que lo habíamos visto, Malia me aconsejó llegar calmada y esperar que el me cuente qué estaba haciendo, y si no lo hace la cosa se pondría grave. 

-¡Llégaste! -escuche su voz decir entrando al baño- y casualidad yo también me tengo que bañar

Al escuchar que se quitaría su cinturón termine de sacar el jabón de mi cuerpo y salí de la ducha tomando una toalla lo más rápido posible. 

-Que lastima, ya yo he terminado - sonreí falsamente y pase por su lado dirigiéndome al cuarto- 

-Pero puedes volverte a bañar ¿no? -me alcanzo y me tumbo en la cama- ¿Dónde estabas señorita? -dijo en un tono seductor para darme pequeños besos en el cuello- 

-¿Dónde estaba usted Doctor Evans? -respondí en el mismo tono, rió y luego se puso serio- 

-Es una larga historia -se sentó en la cama al igual que yo- 

Lo que más quería en ese momento era que no me mintiera, ya yo sabia la verdad y lo más recomendable era que el me dijera las cosas tal cual. 

Como me lo esperaba fue, dijo que estaba con ella y que acudió a él porque está siendo amenazada por Armando, que su situación es crítica y delicada porque ya antes la había golpeado. Los abogados de Alejandro se encargarían de ayudarla para que así pueda estar tranquila. 

Parecería estupido que me pusiese furiosa por algo así, sería muy inmaduro de mi parte, pero no, no sé, siento que no tolero la situación. 

-¿Por eso no te quisiste duchar de nuevo?  ¿Cierto? -Dijo de pie al borde de la cama, tomo mis tobillos y los halo hasta su cuerpo-

Me cargo haciendo que enrollara mis piernas alrededor de su torso, trataba de que la toalla no se me cayera pero el término quitándomela a propósito. Me recostó a la pared que estaba antes de entrar al baño para empezarme a besar con locura. Sentí dos de sus dedos introducirse en mí con sutil delicadeza, besaba mis labios para capturar el sonido que iba a emitir, lo siguió haciendo mientras me besaba, me sentía débil ante él en esa situación, no quería que lo dejara de hacer. 

-Eres la celosa más hermosa -me dijo y reí, sabía porque lo decía- 

Me coloco de nuevo en él cama y se quitó su pantalón, se lanzó encima de mí para continuar con los besos y caricias. 

-Nunca me cansare de ti preciosa, eres exquisita -con un leve movimiento hizo que me colocará de boca abajo en la cama- 

Me besó desde la espalda hasta las pantorrillas, me giro y culminó con broche de oro, sentí como entraba dentro de mí con movimientos rítmicos que me volvían loca, me tomaba fuerte por las caderas mientras lo hacía, y poco a poco iba aumentando la velocidad de los movimientos y después de unos buenos minutos cayó mi precioso Doctor exhausto a mi lado, pero debíamos salir lo más rápido posible Talia no dejaba de llamarnos, teníamos 15 minutos para estar en el aeropuerto, nos alistamos rápido y salimos enseguida llegando justo a tiempo para abordar el avión. 

Durante el trayecto iba dormida con mi cabeza posada en su hombro, el día de hoy había sido bastante agotador, y merecía una buena siesta. 

Al abrir los ojos ya nos encontrábamos en Cancún era de noche aún y la vista era increíble mientras el avión aterrizaba. Luego de desembarcar  nos dirigimos al hotel, acordamos vernos en la piscina en la mañana para empezar a hacer unos cuantos tours. 

Doctor Evans.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora