𝗗𝗘́𝗝𝗔𝗠𝗘 𝖠𝖸𝖴𝖣𝖠𝖱 ; SANWOO

𝗨𝖭

¿Lugar seguro? San estaba seguro de que eso no existía, había estado escapando, corriendo, buscando y anhelando encontrar ese lugar seguro y nunca lo había encontrado, había intentado hacer su propio lugar seguro, pero eso tampoco había funcionado. Siempre tenía que correr de un lugar a otro, dejando todo lo que había hecho. Actualmente WooYoung no era de mucha ayuda para el mayor, no es que detestara su ayuda o algo parecido, pero intentaba solucionar las cosas de un modo que nunca había funcionado y mucho menos funcionaría. Entendía que el menor se preocupaba por los golpes que usualmente tenía en su rostro o por las lastimaduras de su cuerpo, pero no necesitaba que intentara todo el tiempo curarlo.

Cuando WooYoung apareció en la vida de San, fue un desastre. El mayor estaba buscando un lugar para pasar la noche o por lo menos un par de días antes de tener que correr nuevamente en busca de otro cuando encontró a un chico que posiblemente no podía mantenerse de pié, se regañó a si mismo muchas veces por haberlo ayudado, pero sabía no se perdonaría ver cómo le hacían daño a ese chico. Quizás era estúpido de su parte haber ayudado a WooYoung y luego quejarse de ello, pero no sabía que se suponía debía hacer, había siempre estado solo o con la compañía temporaria de alguien que no duraba más de un par de horas con él. Y de la nada apareció WooYoung, quien lo seguía donde sea que fuera e intentaba curar siempre sus heridas. No comprendía al menor, no quería comprenderlo, y tampoco lo intentaba.

— WooYoung, por favor, estoy bien —Apretó sus ojos y suspiró

— Bien, la próxima vez que alguien te golpee en la cara asegúrate de decirle que no te deje ninguna marca, ojo hinchado o labio roto porque tienes un tonto chico que intenta ayudarte y tú no quieres eso —El mayor rió y miró al menor— Sé que soy demasiado molesto para ti, pero por favor, déjame ayudar —San suspiró y asintió, y como siempre, el menor se acercaba al rostro del mayor para intentar curar algunas de las heridas. San siempre terminaba accediendo a que lo ayude, WooYoung muchas veces le había dicho que era lo único que podía hacer por él y que si no dejaba que lo ayudara se sentiría como una estúpida carga. El mayor odiaba oír eso del menor, pero parecía que lo decía siempre y sólo para hacerlo sentir mal.

San podría quejarse todo el tiempo de las actitudes del menor, podía decírselo al menor muchas veces, pero nunca lo iba a dejar sólo. Él sabía lo que era querer ayudar y luego simplemente quedarse solo nuevamente. Y sabía que el menor había pasado por eso muchas veces, y que su alma no soportaría otro abandono, ni lo que venía con ello. San hubiese preferido no preguntarle al menor que es lo que le había sucedido cuando lo encontró, hubiese preferido no ver las lágrimas del menor, y sobre todo hubiese preferido haber llegado antes y que nada de eso le hubiera pasado. Sabía que era ridículo sentirse culpable por ello, era algo que ya había pasado hace un tiempo, pero sabía que al menor aún le dolía tener esos recuerdos, sabía que lloraba a escondidas muchas veces y sabía que lo peor que puede hacerle es despreciarlo.

El mayor se despertó por un ruido en la parte de afuera de su escondite, WooYoung estaba junto a él, por lo que no era él el causante de eso. Se levantó de su lugar e intentó mirar hacia afuera, no había nada ni nadie, quizás era su cabeza. Volvió a oír un ruido, está vez más fuerte, haciendo que WooYoung se despertará y mirará alrededor en busca del mayor al no verlo junto a él.

— Hyung —El menor le hizo un gesto para que no hablará, haciendo que WooYoung bajara un poco su cabeza y asintiera.

San salió de allí, visualizando a un par de hombres. Intentó cerrar lo mejor que pudo la entrada, aun sabiendo que WooYoung se encontraba en el interior preocupado y probablemente asustado.

— ¿Intentas ocultar algo? —Se sobresaltó y se volteó, viendo a uno de esos hombres detrás de él— Porque si eso es lo que haces le irá muy mal a ti y a quien sea que tengas allí.

— ¿Por qué crees que intentaría ocultar algo?