Pase realmente una horrible noche, pese a lo cómodo que era el sofá me dolía horrores la espalda por no poderme acomodar bien entre las almohadas que me dieron, las cobijas y unos cuantos muñecos que Esteban me compartió. Puedo decir que dormí bien unas tres o cuatro horas antes de levantarme y dar vueltas por toda la casa descubriendo cosas y fotos y unos cuantos dulces escondidos.
-Buenos días Mía- me sonríe María bajando las escaleras completamente vestida- ¿cómo dormiste?
-Bueno días María- sonrío- la verdad no muy bien, di muchas vueltas en la noche así que no pude dormir mucho.
-Ay mi niña, debes tener hambre
-Seguro que si- río un poco para disimular que me he comido unos tres dulces que estaban escondidos- deja te ayudo
-Ay tan bella, va a ser la primera vez que voy a cocinar con alguien- me dice melancólica
Decido dejar el tema así hasta ver si ella me quiere contar más adelante. Cocinar con ella fue increíble, realmente fue como cocinar con mi mamá, pero decidí no decir nada. Justo cuando terminamos Esteban bajo en brazos de Fernando ambos con una pijama azul de cuadros. Los saludamos y hablamos durante todo el desayuno, debido a la hora ya tenía que irme a mi casa, pero ellos insistieron en llevarme para no tener que caminar. Sin ganas de caminar acepte su oferta con gusto y espere a que Fernando se arreglara para salir.
El camino en carro realmente corto por lo que me di cuenta que hice una vuelta muy boba en la noche. Al llegar les insistí en que entraran y aceptaron diciendo que sería unos cuantos minutos, sin muchas ganas toque el timbre de la casa y de inmediato me abrieron mis hermanos, ignorándolos entre a la casa dejando que todos me abrazaran y me saludaran y todas las cosas que hace la gente cuando se preocupan. Finalmente vi al chico-sin-nombre saliendo de la cocina confundido.
-¡MUJER QUE SUSTO ME PEGASTE CUANDO DEJASTE A ESE BOMBÓN EN EL CUARTO!- pegándome una palmada en la frente por su boca impudente me di la vuelta a tiempo para recibir un abrazo que casi me tira al piso.
-Lo sé- río- espero que lo hayas cuidado bien
-Ella no iba a ser la única en cuidarlo- dice alguna de mis tías y las mujeres ríen, definitivamente los hombres corren peligro si se cruzan con las mujeres de la familia. Luego de que me soltaran presento a María, Fernando y Esteban quienes fueron hostigados con agradecimientos.
Cuando, por fin, pude salir del tumulto de gente me dirigí hacia el chico-sin-nombre quien no era capaz de mirarme a los ojos y solo miraba el piso. Era un poco incomodo estar así y realmente no sabía como romper el silencio.
-Esto... emmmm-trata de hablar
-Siento haberte abandonado ayer con esta loca familia- suelto y él me mira- me llamo Mía
-Oh no, nada de eso, lamento haberte causado problemas- me sonríe tímido- me llamo Ian
En algún momento de nuestra conversación llegaron mis hermanos quedándose parados a ambos lados. Realmente no quería hablar con ellos y hacía lo mejor que podía por ignorarlos hasta que me colmaron la paciencia.
-Oye, ¿me quieres acompañar a otro lado para hablar mejor? - levanto la voz- acá hay como metidos
-Mía- dice Alex y me coge del brazo. Yo solo miro mi brazo y luego a él- oye, no me mires así
-discúlpame, Alexander, no quise herir tus sentimientos- le digo en un tono muy sarcástico. - ¿quieres soltar a esta puta que está ensuciando tus manos?
-Mía eso no fue lo que quise decir, no fue con... agggg- me suelta y se revuelve el pelo- perdóname ¿si? Me puse muy bravo al ver que estabas con tipo así y exploté y solo me desquité contigo. Eres mi hermanita, mi bebé, como crees que voy a pensar eso de ti.
- ¿si sabes que me sacaste sangre cuando me pagaste? ¿si sabes que me dejaste la mejilla inflamada durante horas? - lo miro y suspiro- te perdono, eres mi hermano mayor y realmente me dolió lo que me hiciste y tienes que prometer que no lo vas a volver a hacer
Asiente y me abraza al igual que Eros
-Ahora quiero que se disculpen con Ian por haberlo golpeado de la manera que hicieron- ambos me miran y le piden perdón avergonzados por lo que hicieron.
El tiempo pasó, María, Fernando y Esteban se fueron antes del almuerzo y el resto del día paso sin ningún inconveniente hasta la noche. En toda la noche no pude pegar el ojo así que salí aun pequeño balcón que había en el tercer piso. Era media noche y la luna llena se veía como una gran linterna en el cielo alumbrando todo. De la nada vea dos figuras volando frente a la luna, tenían unas enormes alas y unas espadas enormes en las manos, era una vista tanto hermosa como aterradora.
De un momento a otro se quedan estáticos mirándose y empieza un confrontamiento con espadas. Parecían bailando en completa coordinación, no podía deja de mirarlos hasta que uno empieza a caer, todo pasó en cuestión de segundos. Uno de los seres alados cayó sobre la nieve frente al balcón de un golpe, parecía herido y había perdido su espada. Ya viéndolo más de cerca era como una persona normal salvo por las alas que salían de su espalda, encaja en la descripción que suelen hacer de un ángel, aunque es imposible ¿no? . El otro ángel baja hasta quedar al lado del que se encuentra en el piso y lo empuja. A lo lejos se veían a unos lobos corriendo, eran 20 o algo así. Cuando iba a gritar que venían lobos una mano me tapa la boca.
-Mejor no digas nada- me dice mi abuelo detrás de mi- observa
Sin entender nada le hago caso y ya no veo los lobos, solo veo a unos 20 hombres parados siendo liderados por Ian. Mi abuelo me hala del brazo y cierra la puerta del balcón, sin poder decir nada solo lo miro y él baja las escaleras indicándome que lo siga.
-eso que viste son unos ángeles y unos hombres lobo- me empieza a explicar cuando llega a la sala y se sienta en su sillón- el que estaba en el piso es de Mircella y el otro de Nytanvio, son dos regiones que están en constante enfrentamiento. Los lobos que viste en realidad son hombres lobo, lobos que se pueden volver lobos y viceversa. Pertenecen a la manada de esta región, se llama Roseblack y se encargan de la protección de cosas sobrenaturales en la zona. Que hayas podido ver eso significa que eres la Guardiana de la Llave
-Soy... la que de que- le pregunto muy perdida y él niega
-yo no soy quien para explicarlo, vamos afuera- se levanta y camina a la puerta, sin miedo la abre y sale encontrando de frente a los ángeles y los hombres. Al verlo todos se quedan quietos y hacen una reverencia- Mía, ven
Con las piernas temblorosas soy capaz de caminar hasta donde está mi abuelo y me agarro de su brazo como si fuera una niña chiquita. Ian me mira desconcertado y abre los ojos impresionado mirando a mi abuelo.
-esta riña se acabó por hoy- aclara mi abuelo- saben lo que significa que ella pueda verlos
-yo no- digo agarrando confianza de alguna parte- ¿alguien me puede explicar que está pasado? Ian ¿Qué demanios es esto?
ESTÁS LEYENDO
Un Calido Invierno
Teen FictionMia Engel es una chica cariñosa y con una familia bastante grande. Cada invierno se reunen en la casa de su abuelo paterno para estar en familia y hacerle compañia a sus abuelos. El invierno mas frio que se ha vivido en cien años trae una compañia...