Prólogo

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"El universo de Sword Art Online y sus personajes no me pertenece a mi sino a Kawahara Reki y A-1 Pictures."

El Profesor – Prólogo.

-O-

Cuando Asuna Yūki recibió la carta de aceptación de una beca para la Kyōdai, ni por un solo minuto imaginó la serie de eventos que le seguirían luego de haber sido aceptada en una de las Universidades más prestigiosas de todo Japón.

Superar las pruebas de acceso para la Facultad de Derecho no significó esfuerzo alguno debido a su gran capacidad académica, motivo por el cual en primer lugar había aplicado para la Universidad de Kyoto. El verdadero problema vino después, cuando tuvo que decírselo a sus padres y tomar la decisión de dejar el hogar familiar.

Tanto su hermano como su padre estuvieron de acuerdo en su decisión de independencia, no es así su madre, quien demostró su obstinación hasta el último minuto. No obstante, después de demostrarle que no se detendría ante los mandatos de su madre, pudo hacer su sueño realidad, aunque no es como si se fuera a mudar tan lejos, de todos modos. Asuna había conocido a una peculiar persona en las pruebas de acceso, quien ya tenía alquilado un departamento a unas cuadras del campus Yoshida, lo que le venía de perlas para afianzar su decisión.

Rika Shinozaki, estudiante de nuevo ingreso para la Facultad de Filología, Idiomas y Literatura, era la nueva heroína de Asuna, al ofrecerle sin miedo alguno espacio en su apartamento luego de compartir experiencias durante los exámenes de ingreso. No era directamente un penthouse, había dicho con algo de vergüenza, como si temiese que con ello Asuna se buscara otro sitio, pero la joven estudiante de Derecho había saltado de emoción y no se había medido respecto a respetar el espacio personal al lanzarse a abrazar a su nueva amiga.

Cuando llegó el 1 de abril, y finalmente el inicio de su nueva vida dio sus primeros pasos, Asuna caminaba con Rika por el campus en dirección a las aulas de los alumnos de nuevo ingreso. La ceremonia de bienvenida del nuevo año académico había sido llevada a cabo por uno de los profesores de la Facultad de Medicina. Asuna no recordaba su nombre, pero el cabello rubio cenizo y los ojos de color claro que miraban a todos de forma tan apacible sí era algo que había quedado grabado involuntariamente en su corazón, haciéndola sonrojar por ello y causando burlas de parte de su amiga.

—Hayashi-sensei es tan guapo, ¿verdad? ¿Verdad Asuna?

—Aun así, Rika, ¿notaste que uno de los asientos de los profesores estaba vacío?

Para Asuna, insensible a los sonrojos de Rika, no había pasado desapercibido que uno de los asientos correspondientes a los docentes había estado vacío toda la presentación, sacándole unos suspiros de resignación al docente que presentaba la bienvenida.

—Me pregunto qué tipo de irresponsable tiene que ser para pasar por alto una ceremonia así donde deja su primera impresión a cientos sino miles de alumnos —se acomodó un mechón suelto antes de seguir hablando—, deja mucho que desear.

—Hmm, no puede ser tan malo si enseña aquí, ¿no? — En parte Rika tenía su punto.

—Cierto, cierto, deberías hacerle más caso a tu amiga —un completo desconocido se encontraba frente a ella. Le sacaba al menos una cabeza de altura, causando que el corazón de Asuna diera un vuelco por el susto—, Eso de juzgar a la gente que no conoces está mal, ¿sabes?

—¡¿Quién es usted?! —Asuna prácticamente había gritado ante el arrebato de aquel desconocido.

—Un extraño irresponsable nada más —había aburrimiento en los ojos oscuros del sujeto, quien no tardó en retomar su camino haciendo como si ambas chicas no existiesen.

—Qué miedo...

—¿Estás bien Asuna? Tu cara está pálida.

—Sólo es el susto Rika, ese tipo realmente me tomó con la guardia baja.

—Supongo... —-su amiga siguió observándola raro, pero pronto lo pasó por alto al percatarse de la hora— ¡Asuna, vamos!

-O-

Cuando tuvieron que separarse, Asuna caminó guiada por las señalizaciones para llegar hasta su salón de clases. La universidad era tan grande que temía perderse en uno de esos deslices en medio de tanto laberinto que era.

Leyendo las denominaciones de las aulas fue llegando a la suya, avergonzándose por ser casi una de las últimas en llegar, prometiéndose no obstante mejorar en recordar los complicados caminos que serpenteaban entre los edificios.

El silencio en la habitación era sepulcral, puesto que absolutamente todos los estudiantes se encontraban en el más profundo de los silencios. Asuna se encontró totalmente desconcertada, pues era obvio que a nadie conocía y era espeluznante que se pudiera escuchar hasta el bolígrafo cayendo al suelo.

Caminó nerviosa hasta encontrar un asiento libre. Se dio cuenta de que su profesor aún no había llegado, por lo que respiró un poco más tranquila.

-O-

Cuarenta y cinco minutos después, finalmente la puerta del aula empezó a abrirse, y el eco indignado de todos los alumnos presentes se hizo oír, como si aquello fuera lo más absurdo posible.

—Vaya vaya, pero qué manada de estirados tenemos aquí — la figura que surgió detrás de la puerta era la de un hombre enfundado en un traje negro, sosteniendo un pedazo de pastel en una mano y un maletín en la otra—. A callar, porque ya he llegado.

—¿Se puede saber quién es usted? — Asuna no esperó para encarar a aquel desconocido.

—La niña rica tiene modales, exigiendo el nombre de una persona antes de presentarse a sí misma —el desconocido se terminó el pastel antes de responder—. Pero no te preocupes, ya sé quién eres pero de todos modos tendremos tiempo de sobra para conocernos mejor. Mi nombre es Kirigaya Kazuto —el mencionado le obsequió una felina sonrisa antes de responder— y desde hoy en adelante ustedes son mis mocosos —el revuelo en la clase no se hizo esperar—, pero tú puedes llamarme «El Irresponsable». Encantado de conocerte, Asuna-chan.

Fin del Prólogo.

Notas de Autor.

Hello, it's me (¿?)

No traté de dar mucha información con esto, pero básicamente ya se van haciendo una idea.

Si encuentran lagunas informativas (¿?) gomen, pero ando con la cabeza algo maltratada, así que lo corregiré luego, o no.

Espero seguir contando con su apoyo en el Capítulo 1.

El ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora