Mientras todos estaban sentados (desde hacía al menos media hora), viendo un bochornoso vídeo de Rella cuando era pequeña moviendo el trasero como si su vida dependiera de ello, el timbre sonó, salvando a la chica de la máxima vergüenza y de las estúpidas burlas por parte de Marla a su lado. Se levantó de un salto, disculpándose con los demás en voz baja y se dirigió rápidamente a la puerta, deseando que fuera por fin la pizza que hacía hora y media que había pedido y que aún no había llegado. Giró el pomo de la puerta sin cerciorarse de quién estaba al otro lado y empezó a hablar.
—Ha tardado una hora y media, ¿sabe lo que eso quiere decir? ¡Que no pienso pagar por esa pizza! Me encargaré personalmente de hablar con el dueño de la pizzería y de reclamar... Un momento, ¿papá? —Dijo entonces, fijándose que el hombre que estaba frente a ella no era el repartidor al que ella pensaba regañar.
Reconoció tardíamente los familiares rasgos que veía justo delante de ella. Esos ojos tan cafés como los suyos propios, que la miraban con diversión; el pelo castaño desordenado, rizado y rebelde que ella había heredado; su gran altura y su morena piel. Rella observó extrañada la barba oscura de tres días que adornaba su rostro, pero sí: el que estaba frente a ella no era nada más ni nada menos que Lazzaro Belletti, su padre.
Lazzaro sonrió, enseñando sus blancos dientes al ver la expresión de sorpresa y confusión de su hija en la puerta, observándole para comprobar que de verdad era él.
—Feliz cumpleaños, Rella —le dijo simplemente.
Rella no se movió y estaba segura de que tampoco estaba respirando. ¿Su padre estaba frente a ella, felicitándola? No podía ser posible. Hacía siete meses que había prometido que volvería para su cumpleaños, pero ella no creyó una palabra a pesar de haberse mostrado contenta en el momento. Nunca había pensado ni por un momento que en verdad su padre cumpliera su promesa, así que cuando lo vio se quedó muda e incrédula. ¿No sería una visión? Su padre nunca dejaría su preciosa y querida Italia por su olvidada y adolescente hija, por muy cumpleaños que fuese de esta. Pero sí, ahí estaba, y después de un minuto sin decir palabra ni mover un músculo, se lanzó hacia delante con los brazos abiertos, rodeando con ellos al hombre frente a ella.
—¿De verdad estás aquí? —preguntó sin creerlo del todo.
Notó que los brazos de su progenitor la rodeaban también y que el pecho de este vibraba al son de su risa. Sintió que le acariciaba el pelo y que continuamente se le enganchaban los dedos entre los rizos encrespados y rebeldes de su hija.
—Por supuesto, ¿crees que me perdería tu cumpleaños? Además, prometí que vendría, signiorina —dejó entonces de pasar la mano por el pelo de su hija y en cambio se separó un poco de ella para mirarla a los ojos con una sonrisa socarrona en el rostro—. ¡Pero bueno! Cuántos enredos. ¿Te has peinado acaso?—preguntó Lazzaro burlón.
Rella frunció el ceño y le dio un golpecito en el hombro a su padre con una sonrisa que decía que no le había molestado para nada su comentario en realidad.
—¡Papá! Claro que me he peinado, ¿qué te crees? Y sabes que mi pelo es indomable, no enredado. Es completamente diferente —se defendió ella para luego soltar una carcajada.
Su padre se rio.
—Claro que sí.
Entonces en mitad de las risas escucharon a René preguntando el por qué de la tardanza de su hija. Esta le hizo un leve gesto con la cabeza a su padre, indicándole que podía entrar, y en cuanto estuvieron en el interior de la casa y la puerta estuvo de nuevo cerrada, se dirigieron al salón, donde todos los presentes miraron a Lazzaro con sorpresa y desconfianza. Rella no hizo caso de la reacción de sus familiares y se dejó caer en el sofá gris a un lado de su madre, que notó, estaba tensa. En general, el ambiente se volvió tenso desde que su padre puso un pie en el salón, pero la joven decidió fingir no darse cuenta de ello y le señaló a Lazzaro que tomara asiento junto a ella.
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Alas de Zafiro [Concurso].
ActionUna chica. Un collar. Una mafia que lo quiere de vuelta. Un chico que deberá protegerla. Un amor que nace en una difícil situación. Rella Belletti tendrá que enfrentarse a todo eso. ¿Estás preparado para acompañarla? ...