Existía una época del año en la que subir a la tierra, resultaba más sencillo.
Durante las fiestas paganas de difuntos, los ángeles no acostumbraban a bajar, puesto que era una época más productiva para los demonios como él, que tenían ciertas épocas del año terrenal designadas para ellos como una especie de tregua entre el cielo y el infierno, y en las cuales solo eran unos pocos los ángeles guardianes que se encargaban de vigilar el orden como si fueran los dueños del lugar.
Renjun bufó luego de aparecerse en una bruma de humo dentro de la alcazaba que resguardaba al palacio, y enseguida escuchó desde la distancia los jadeos y gruñidos de sus estúpidos compañeros de círculo, que se le habían pegado como lapas luego de llegar juntos al infierno hace unos cientos de años. Los dos demonios apenas eran considerados novatos, y tampoco es como si se esforzaran mucho en mejorar para subir a buscar almas que tentar, no cuando se tenían a ellos mismos.
Los tres, junto con otros demonios, habitaban el segundo círculo del infierno, el primero después del limbo entre los mortales y los pecadores, y en donde las almas lujuriosas padecían al ser golpeados por vientos violentos que atravesaban sus cuerpos. Contrario a lo que los humanos pensaban, el lugar o por lo menos, su círculo, no era más que un sitio desértico, muy distante de la tierra en llamas que solían ilustrar para asustar a los chiquillos.
Cuando Renjun se adentró en el palacio rocoso, los gemidos de uno de los demonios se hicieron más audibles, y este al verlo asomarse por el enorme salón, le sonrió y saludó con la mano.
― ¡Hey, Renjun! ¡Oh! Uh... justo ahí, joder.
Renjun rodó los ojos, desafortunadamente estaba muy acostumbrado a encontrarse a Jeno y Jaemin teniendo sexo en cualquier parte dentro de la alcazaba, y esta vez no era la excepción.
―No te muevas tanto, Jaemin, que mi pene se sale de tu culo.
― ¿No pueden hacer sus porquerías en su habitación? Me dan tanto asco ―Renjun los pasó de largo y tomó el libro que había dejado en la mesa de centro, antes de que esos imbéciles lo arruinaran con semen.
―Sabes que siempre puedes unirte y hacerle justicia a nuestro círculo.
―No, gracias, no se me antoja que me arruinen el resto de mi condena aquí. Y ya sé lo violento que se pone Jeno, así que gracias, pero no gracias.
A Jaemin ni siquiera le dio tiempo de responder, puesto que algo se activó en la retorcida cabeza del demonio pelinegro que le hizo arremeter con, efectivamente, la brutalidad de la que lo acusó Renjun, quien sin estar interesado, se adentró a su habitación, pensando en volver a ver a su precioso ángel nuevamente.
Sus encuentros eran así, furtivos y limpios, libres de sospechas. Sus compañeros demonios veían con total normalidad que subiera a la tierra, y al ser un demonio más experimentado, estaba prohibido que lo cuestionaran, a menos que se apareciera Yuta, el guardián del círculo. Por fortuna, Renjun tenía siempre una respuesta para todo, así que escapar de Yuta no era un trabajo muy laborioso.
Sonrió, perdido de nuevo en sus pensamientos. Sus oídos dejaron de escuchar los vulgares gemidos de sus compañeros para concentrarse en la pureza que rodeaba a su ángel favorito, con quien se prometió otro encuentro para después de las pascuas, justo cuando los ángeles subían de nuevo al cielo.
ESTÁS LEYENDO
Chasing an angel | luren
FanfictionNo importaba el poder de Renjun en el infierno, si su alma le pertenecía enteramente al ángel que lo amaba desde el cielo. LuRen + menciones de nomin y markhyuck + 3 capítulos