Capitulo 3

35 5 0
                                    

hace 8 años

Se estaba quedando sin aire debido a la fuerza que ejercía su padre para abrazarla, como todas las mañanas él se iba a trabajar y despedía a su preciada hija con una gran abrazo de oso, o de lobo en este caso, muchos besos y repitiéndole constantemente lo mucho que la ama y que no debe olvidarle jamás; a pesar de todo el amor que le estaba demostrando su padre, la pequeña se sentía incomoda con eso y así se lo hizo saber.

-odio esto- dijo la niña cuando pudo coger aire.

- ¿qué cosa mi pequeña? - pregunto su padre, extrañado.

Ella lo miro triste -te despides como si nunca más nos volviéramos a ver-

Actualidad

GIN

apague mi alarma tres minutos exactos antes de que sonara, ahora puedo vivir un día más con mis oídos intactos; me levante rápidamente y me estire para quitarme el sueño que aún no quería abandonar mi cuerpo. Me dirigí a la ducha para darme un baño caliente y arreglarme antes de bajar a la cocina, los ruidos de la primera planta me indican que mi abuela aun sigue en casa, debo apresurarme si quiero hablar con ella.

Hoy quede con Kenji que iría a cuidar de su hermana Seijun, el es mi mejor amigo desde los 5 años; eramos vecinos hasta que tuve que irme de aquel barrio, uno de los mas peligrosos de japón, donde pocos héroes y policías se atreven a internarse debido al miedo de no volver a sus casas; Kenji es precisamente una de las razones por las que el barrio tiene tal reputación, cualquiera que lo viera diría que solo es un villano mas, pero no es así, o al menos no quiero creerlo; al fin y al cabo el lo hace por proteger a su hermana, a mi, al barrio.

Rápidamente me arreglo y bajo dando grandes zancadas, implorando obtener el permiso que necesito; sé que iré a pesar de que no me den el permiso, pero no quiero desobedecerla, no quiero que este decepcionada cuando a hecho tanto por mí. Llego a la cocina y antes de que pudiera decir nada, ella se me adelanta.

- ¿te caíste de la cama? - me pregunto girándose a verme con una sonrisa divertida.

-abuela, quería hablar contigo-dije seria, haciendo que ella cambiara su expresión enseguida.

-dime mi niña-

-necesito salir hoy después de clases, tengo... algo que hacer- dije mientras desviaba la mirada.

- ¿algo que hacer? ¿Dónde iras? - me miro de forma acusadora.

-Kenji me pidió si podía cuidar de su hermana hoy- el golpe del cuchillo contra la tabla de picar resonó por toda la cocina.

-sabes lo que pienso de ese chico- me miro con el ceño fruncido-

-lo sé, pero, solo cuidare de su hermana-

Ella suspiro -esta bien, solo no vuelvas muy tarde-

-gracias, abuela- me acerque a ella y la abrace con fuerza.

-ya, ya, no tan fuerte niña que ya estoy vieja-pero tienes más energía que yo – además... cumplirás 18 en poco mas de un mes. Debes ser consecuente de lo que haces y con quien te juntas-

-Lo sé, gracias- agregue en un suspiro para después ir por mi desayuno.



Las clases de la mañana pasan de manera lenta y desgastan te, estoy en la temible hora de inglés, donde mis tímpanos piden a gritos que las clases terminen, debería ser ilegal hablar tan fuerte, o al menos hablar en ese tono cuando tienes una alumna que escucha hasta 45 KHz. Aizawa no sabes cómo te entiendo ahora.

ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora