ALPHA

Capítulo 11

Hace 9 años

Un revoltoso tornado de cabellos plateados hacía estragos en la casa de la familia tsuki; la impaciente niña revoloteaba rápidamente por la sala de su hogar a la espera de su madre que se preparaba para salir a pasear con su inquieta hija.

El estridente sonido del teléfono de su madre la hizo golpearse la cara, ella le había enseñado que debía contestar el teléfono en caso de que ella no pudiera; al ver que su madre no bajaba a atender la llamada, fue a hacerlo ella, mientras gruñía por lo bajo el maldito golpe que se había dado.

− ¿Diga? ­−

− ¡¿Hikari?! ¡Es tu esposo! ¡Está herido! –

Actualidad

GIN

Mire durante unos segundos la puerta de la enfermería improvisada donde se encontraba Chiyo atendiendo a Uraraka seguramente, cerré los ojos un momento, controlando mis emociones y golpee la puerta, un suave pase me dio llave de entrada a la habitación.

− ¡oh! eres tú ¿vienes a ver a la joven Uraraka? − la abuela me recibió del otro lado.

−sí, solo soy yo− dije haciendo una pose algo dramática, ¿Qué clase de bienvenida era esa? − ¿Dónde está? −

−a-aquí− dijo con voz rasposa y entrecortada.

Detrás de una cortina yacía la castaña sentada en una camilla, con varios parches por su cuerpo, tenía los ojos cristalizados y rojos, claro síntoma de que estuvo llorando; su visaje me enterneció.

− ¿Cómo te encuentras? − pregunte intentando no ser muy invasiva.

−mejor, Recovery girl me sano superficialmente para no perder estamina, los parches son por los raspones−respondió intentando sonar casual−no puedo creer que perdiera, ¡Bakugo es realmente fuerte! Debo seguir entrenando− su voz se quebró un poco al final.

−realmente estuviste increíble− dije con mi vista en el suelo, ella me observó intrigada−realmente tenías a bakugo entre la espada y la pared−

−aunque no fue suficiente− dijo ahora realmente triste.

− ¿estás de broma? Ha sido una de las mejores peleas que he visto en mi vida – alce mi vista para contemplarla−y si los profesionales no se dan cuenta de tu potencial son unos estúpidos− termine haciendo una de las tantas poses de diva de Seijun.

Una pequeña risita me llamo la atención, Uraraka me miro sonriendo para luego decirme.

−gracias, Tsuki-san, eres una buena amiga−dijo aun con la sonrisa en su rostro.

Aquellas palabras me cayeron como un balde de agua fría, no en un mal sentido, la palabra amiga resonó varias veces en mi cabeza, ¿Qué se supone que diga ahora? ¿la abrazo? No, sería raro ¿me rio? No, pareceré estúpida ¿y si la noqueo y me voy corriendo? No, no, no, que tonteras piensas. Suspire rendida.

−Gin, solo dime Gin−sonreí de vuelta.

−Entonces tu dime Ochako− yo asentí de vuelta−deberíamos irnos, la siguiente ronda está por comenzar−

Con esa última declaración, nos dirigimos a las galerías correspondientes a nuestra clase, charlando un poco sobre las siguientes batallas y las que ya habían ocurrido, hasta que el sonido de su celular nos interrumpió.

−debo contestar, ¿nos vemos allá? − me dijo la castaña.

−nos vemos allá− dije despidiéndome, dejándola para que pudiera contestar.