Capítulo único.

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El cielo se cubría de un hermoso color azul, las nubes se veían tan esponjosas y el clima era realmente agradable, o al menos eso era lo que ella percibía en ese momento por la ventana del autobús escolar donde viajaba.

Se tomaba de las orillas de aquel vestido primaveral que había decidido utilizar para esa ocasión, su ocasión especial. Ese sería el día en que todo cambiaría, estaba dispuesta y totalmente convencida.

Hoy le confesaría sus sentimientos más profundos a Luka Couffaine.

Por su parte, cierto joven de azulada cabellera se encontraba escribiendo en su cuaderno, llevaba días escribiendo una nueva canción, y realmente necesitaba terminarla, más ahora que la fuente de su inspiración se encontraba cerca de él.

Una sonrisa se dibujó en sus labios al verla de lejos, sumida en sus pensamientos, no evitando soltar un corto suspiro, en verdad amaba a esa joven, y ese mismo viaje lo aprovecharía para declararle todo aquello que tanto anhelaba demostrar.

«Hoy por fin sabrás que me tienes como un tonto enamorado...»

Sonrió ante aquel pensamiento, apresurandose a terminar la letra de su canción.

Nada ni nadie podría evitar que aquello saliera como tanto planeaba.

Marinette no podía evitar que miles de mariposas revolucionaran en su estómago, estaba demasiado nerviosa, tanto que no notó que alguien ocupaba el asiento vacío que estaba a un lado de ella

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Marinette no podía evitar que miles de mariposas revolucionaran en su estómago, estaba demasiado nerviosa, tanto que no notó que alguien ocupaba el asiento vacío que estaba a un lado de ella.

—¿Quieres? —un paquete de galletas estaba enfrente de su campo de visión haciendo que pegara un brinco en su lugar. —Oh perdón, no quería asustarte.

—No te preocupes—dijo ella en respuesta. —Solo estaba pensando.

Tomó una galleta y sonrió.

De un tiempo para acá Adrien se había vuelto más cercano a ella, invitándole a comer, sonriéndole en cada ocasión que podía o incluso invitándola a salir cada que se le presentaba la oportunidad.

Eran detalles que a cualquiera le parecerían hermosos y que morirían por ser las dueñas de ellos. E incluso ella hace más de un año era una de esas chicas.

Pero ahora había perdido el interés y en sus pensamientos sólo habitaba el de gemas azules que estaba del otro lado de las filas.

Sin embargo, él no lo sabía, y aquel acercamiento por parte de ambos jóvenes, provocaba en él un sentimiento de inseguridad, frunciendo el ceño al ver lo alegres que se veían.

—Harían una linda pareja, ¿no?

Su mirada dejo de visualizar a sus compañeros, fijándose esta vez en la persona que le hablaba.

—Juls...— murmuró a modo de regaño.

—¿Qué? Solo digo que el tiempo se agota, y si no te apuras, otro puede robar el corazón de tu adorada azabache.

[OS] [LUKANETTE]                                  × Fool ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora