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Y una mañana, de verdad, vas a abrir los ojos y te vas a sentir rara. Te vas a tocar el pecho. Tu corazón va a estar latiendo, tranquilo. Quédate escuchándolo. Está diciendo: gracias. Ya paso. Estoy listo, cuando quieras, para que quieras otra vez.

Magali tajes escribió este párrafo en uno de sus libros, y tenía razón, un día me iba a levantar y no iba a sentir que un huracán de emociones casi me mata.

Ese día fue después de que publique un texto que había escrito para vos hace mucho tiempo, eso en gran parte me termino de sanar.

Me dolió, me dolió muchísimo soltarte, no pensarte más, no acordarme de vos cuando escuchaba ciertas canciones, dejar de llorar el día que cumplíamos mes, hoy eso ya no duele, ya vivo un poco más tranquila.

Y comencé a rearmarme otra vez, viaje y del otro lado del mundo me di cuenta que estaba lista para querer a alguien otra vez. Y volví a querer a alguien otra vez.

Lo único que me queda decir ahora es gracias, por todo, por los momentos lindos, pero por sobre todo por enseñarme que no hay dolor que dure cien años.

Ahora si ya puedo decirte adiós, adiós para siempre juan, te aprecio mucho, suerte en tu vida. Espero cruzarte en otras vidas o en algún recital.  

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