La voz del más allá

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Estaba en un evento con algunos familiares, y una prima me dejaba cargar a su nuevo bebé (en ese tiempo acababa de nacer el niño y todos en la familia lo amaban), y a mí se me caía. Mi tía y mi abuela me ponían una regañiza espantosa y yo me iba corriendo de que me regañaran más.

Corrí tanto que pare en un casa tétrica por lo cual se me ocurrió entrar y de repente del techo me caía una pistola. La tomaba, miraba hacia arriba y no había nadie. Una voz me decía: "Soy Tu Señor, yo te la envié. Creo que sabes lo que tienes que hacer. Tu abuela y tu tía no te van a perdonar que dejaste caer al bebé. La única solución es que las mates con esa pistola". Y yo le decía que no podía hacer eso, que estaba horrible y que me negaba. Y la voz me decía: "Soy Tu Señor y tienes que hacerme caso. Te envié la pistola por algo y tienes que darle uso o vas a estar condenada para siempre. Tú decides". 

Iba a ver a mi hermano, en llanto y desquiciado, y le contaba la situación. Él sólo me ignoraba y se reía. En desesperación, iba a mi cuarto y sólo decía: "No puedo hacerlo, no puedo. No puedo matarlas. No quiero". Y pensaba: "Dijo que tengo que darle uso. Me voy a suicidar y ya se soluciona todo". Y me ponía la pistola en la sien. De pronto la voz me decía: "¡No! ¡No te la di para que te mataras! Te la di para que las mataras a ellas.

Si te matas Atormentare a toda tu familia hasta la muerte incluyéndote a ti, tendrás la muerte más horrible y desesperante de todas.

Yo estaba Temblando, sudando y llorando salía de mi cuarto, iba hacia donde estaba mi abuela con mi tía, les apuntaba con la pistola... me la metía en la boca y jalaba el gatillo. Desperté justo en ese momento.

El Libro Que Contiene Mis PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora