Quizá este día fue el culpable y así comenzaron los relatos.
Mírame, ha pasado tiempo, he cambiado, he crecido y mi vida es otra, mas nunca me di el tiempo de explicarte y aún así no sé si esto funcione.
No sabía qué me estaba pasando, estaba desesperado y confundido. Ni siquiera sé qué esperaba, deseaba que hicieras algo que demostrara que me querías y ni siquiera sé si lo hiciste.
Contigo estaba en conflicto, lo tenía todo y a la vez me sentía vacío, me dabas calma y desatabas mi locura.
Cuánto deseaba conocer el sabor de tus labios, no tienes idea de cómo me enredabas entre tus risas y caía sobre la suavidad de tu piel.
Pero tampoco sé explicar cómo quería alejarme de ti, tampoco sé si en verdad lo quería, si quería verte llorar cuando hacía todo para verte sonreír.
Y sin ti no tenía motivos, era libre pero no tenía nada, y busque en cada chico y cada chica alguna alternativa para herirme, satisfacerme, herir y huir. No sé ni quién soy, ni qué deseo.
Siento que me ahogo detrás de un deseo romántico, estoy amarrado al negro de tus ojos, y estoy encadenado, preso y esclavo de ti.
Dejarte ir me dolió, y seguirte amando era la forma de demostrar que un corazón roto se sigue ropmiendo.
Lo único que sé es que extrañarte y sufrirte es parte de mí.
Yo te deseo lo mejor, porque eres lo único que me importa.
ESTÁS LEYENDO
Colección de tragedias
PoetryUn viaje dentro de mis días, sueños e ideas, ¿cuántas serán para ella? Acompáñame a sufrir, ocasionalmente habrá algo diferente, pero casi toda esta vida es una tragedia.