Estaba sintiendo muchas cosas diferentes. Adam terminó por cogerme con una mano la cabeza y con la otra la cintura.
Yo me dejé llevar y también lo abracé por la cintura y espalda.
Entonces él paró el beso. Separó lentamente sus labios de los míos pero sin separar su frente de mi, nuestras narices aún en contacto. Volvió a mirarme y sonrió.
A mi me había gustado mucho el beso, me quedé quieta sin saber como reaccionar y me sonrojé de sentir su mirada encima de mi. Qué hago?
Entonces el me abrazó fuertemente y se separó de mi aún sonriendo.
- Clara, me encantas, eres muy buena besando, creo que has pasado a ser mi sabor de vino preferido - y río - Me he tenido que separar porque, según tu, una cosa no implica la otra y si no paraba ahora ya no pararía después - y me guiñó un ojo tan deprisa que casi ni me dí cuenta.
Yo tardé un poco en reaccionar y le devolví la sonrisa.
- Tu tampoco eres mala besando, como se notan los años extra de experiencia
- Me estas llamando viejo?
- Te estoy llamando buen vino - y ambos reímos.
- Continuamos la visita entonces?
- Claro, vamos a descubrir todo lo que nos puede ofrecer este museo.
Fuimos entonces a ver la parte de paleontologia, y por última la parte de arte moderno. Fue muy interesante sobretodo particularmente porque me encanta la paleontologia, y por lo que descubrimos, a ambos nos gustaba.
- Ya nos hemos acabo toda la visita del museo...
- Clara, nunca antes has venido a este museo?
- No, porque? - y él se rió
- Porque hay una última parte de astronomía y planetario incluido. Es solo que está en el edificio anexo.
- Porqué no lo has dicho antes? - me animé, no quería que la noche acabase, me lo estaba pasando genial.
La parte de astronomía fue también muy interesante, habían piedras enormes, modelos a escala de el sistema solar y entonces llegó el planetario.
Era uno de estos planetarios donde se utilizan gafas 4D, el puso en marcha la proyección y pudimos disfrutar de un viaje por la galaxia.
No sé cuánto duraba la proyección pero ya habrían pasado unos diez minutos cuando noté que Adam puso su mano encima de la mía y luego entrelazó sus dedos con los míos.
Un rato después, cuando estaba hablando de la extinción de los dinosaurios por el colisionamiento de la tierra con un meteorito pude oír derepente- Clara, quiero besarte otra vez.
Me sorprendió, me giré hacia él y vi como se había quitado las gafas, casi le doy con las mías al girar y sonrió por haberlas esquivado a tiempo. Tenía buenos reflejos.
- Sí que te ha gustado no? - dije en tono burleta.
- Me ha encantado - sonrió
- Entonces adelante, Adam - y me reí
La proyección todavía continuaba, pero ya no le hacia caso. Adam comenzó a besarme como antes, primero con un pico para ver mi reacción, que en este caso fue una sonrisa, y luego comenzó a usar su lengua, en un momento, sin apartar los labios se puso de pie y se puso delante mío. Agachado accionó una palanca que hizo que mi butaca se reclinara hacia abajo volviéndolo más horizontal aunque no tanto como una cama.
Apoyo sus brazos a mis lados y con una mano me acarició el pelo. Yo Le abracé por la espalda y lo cierto es que no sabía bien bien qué hacer así que solo me limite a concentrarme en el beso. Entonces de repente la proyección que estaba a medias se apagó.
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Mi primera noche en el museo
Romance+18. La historia corta de como una chica no tan joven lo hace por primera vez. De noche, en el museo, con un 'cualquiera'.