Melodia

Capitulo 21

Capitulo XXI

Chase

Estaba saliendo de una reunión que había tenido con un productor interesado en la banda y estaba interesado en hacer negocios con nosotros, subí al auto cuando mi celular sonó.

-Hola Diego, ¿dejaste a Bella? – estaba feliz por el contrato, mientras buscaba las llaves del auto

-Chase estoy en el hospital – se cayó sonaba agitado

-¿¡que!? ¿Qué paso, Bella está bien? – me detuve en medio de mi búsqueda

-No lo sé, ven rápido debes de estar aquí – corte el celular sin responderle y busque las llaves, cuando las encontré Salí a toda velocidad con dirección al hospital, pero recordé que Diego no me había dicho dónde estaban, mi celular volvió a sonar, era un mensaje de Diego con la dirección del hospital donde estaban.

Estaba perdiendo los nervios, el tráfico era horrible, no podía avanzar por la cantidad de autos en la calle, me estaba desesperando, tenía que saber cómo estaba Bella o que cosa había pasado, no podía perderla aunque la voz de Diego sonaba muy preocupado y daba señales preocupantes acerca del estaba de ella.

Me faltaban una cuadras para llegar al hospital y me desvié por emergencia, estacione el auto y me dirigí a la entrada, al ingresar vi a Diego sentado en una de las bancas de lugar con la cabeza entre las manos, me acerque en dos zancadas.

-Diego dime que paso – no me encontraba en mis cabales

-Estábamos volviendo a casa cuando ella entro en trabajo de parto y comenzó a perder mucha sangre, llegamos aquí y se la llevaron a una habitación, no me dejaron pasar – lucia arrepentido y su voz un poco quebrada, me aleje de el pues tenía planes de buscarla pero dos enfermeras me detuvieron

-Joven no puede pasar – me miraron muy seriamente

-Necesito ver a mi esposa – retire sus manos bruscamente entonces me sostuvieron dos personales de seguridad y me llevaron a una silla, yo trataba de luchar pero ellos eran más, me llevaron a una silla y me sentaron – déjenme pasar – grite

-Cálmate Chase no te dejaran solo podemos esperar – me dijo Diego logrando alejar a los guardias de mí, podía decir que estaba a un paso de volverme loco, cómo querían que espere tranquilamente sabían que el amor de mi vida y mi hija podían estar en peligro, respire muy hondo y me quede callado, a las siete y media recibí una llamada de mi mama.

-Dime mama – le dije muy desganado

-Chase ¿Dónde estás? Bella no ha llegado y estoy preocupada

-Mama hubo una complicación Bella entro en trabajo de parto y estamos en el hospital, no sé cómo esta ella pero no creo que sea bien – mi mama ahogo un grito

-Danos la dirección del hospital llegaremos rápido – después de decirles nuestra ubicación corte el celular y recibí una taza de café que Diego me alcanzó.

-No sé qué aria si es que la pierdo – suspire

-Cálmate amigo – me palmeo la espalda – confía en que ella estará bien

-No lo sé – me detuve pues vi al doctor que había vigilado el embarazo de Bella aproximándose a la entrada que daba a las habitaciones de emergencia, me acerque a él y lo detuve del brazo – Doctor, dígame ¿se pondrá bien? – el doctor me miro y al reconocerme solo soltó un suspiro y entro acompañado por un grupo de enfermeras, sentí como si mi mundo se detenía, todo perdía sentido, ¿era posible de que perdiera a Bella?, el doctor me había mirado muy triste como si se disculpara o sintiera mi dolor, ¿acaso estaba confirmando mi perdida?, regrese a sentarme en silencio mientras aquellos funestos pensamientos me mataban poco a poco, los minutos pasaban, el reloj marcaban las ocho y quince, vi a mis padres entrar por la puerta, seguidos por las amigas de Bella, Bruck y Ryan, salude a todos sin ganas, agradecí que nadie preguntara nada aunque suponía que con solo ver mi rostro sabían cómo estaba la situación.