Capítulo 5

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Capítulo V

Bella

No quería levantarme aunque el día estuviera hermoso, aun recordaba lo sucedió la noche pasada era frustrante recibir un mensaje de esa manera, además que según la profecía ambos debíamos unir nuestros corazones, no entendía muy bien esa parte pues esa frase la había oído en un poema donde dos amados se arrancaban el corazón y enterraban juntos, quería olvidar todo eso, no comí nada en todo el día.

En la tarde Salí un rato a la orilla del lago, dibuje un poco y me senté a recibir los rayos del sol que ya se ocultaba, ya me había controlado y estabilizado, la señora nos había dicho que no era necesario que cumpliéramos la profecía y no podíamos cumplirla hasta que supiéramos a que se refería con esa enigmática frase, me relaje con el viento en mi rostro y el sonido de la naturaleza.

-Bella – Diego me llamaba – iremos al pueblo un rato, volveremos tarde ¿sí? no te preocupes – les levante la mano en signo afirmativo y se fueron.

Cuando ya no quedaban nada de los rayos del sol, regrese al castillo, cene temprano ya que no había nadie más ahí, seguro que la banda ahora estaría cenando por el pueblo – siento mucho lo de anoche niña, no creí que pasaría así – respire profundamente y le respondí – no se preocupe, pero no sé cómo podríamos nosotros a ayudarla si no sabemos a qué se refería con la última frase lo siento mucho – asintió –yo también nunca la entendí, niña pero no se preocupen fue bueno verlos, usted se parece mucho a Isabel y el joven se parece mucho a su amado - agradecí la comida a la señora del castillo, ella me sonrió amablemente y se retiró, yo hice lo mismo subiendo a mi habitación, ahora que estaba sola y necesitaba quitarme muchos pensamientos de mi cabeza quería probarme el regalo de cumpleaños de mi amiga para ver que tal me quedaba, me lo puse todo completo y al mirarme al espejo me sorprendió ver lo lindo que era y lo bien que me quedaba, estuve un rato caminando así por mi habitación, cuando una brisa nocturna ingreso por el balcón y me hizo darme cuenta del intenso frio que hacia afuera, tome un vestido que tenía para dormir de seda blanca y me lo puse, Salí un rato al balcón a ver las estrellas, era un precioso lugar, sin el ruido de la ciudad, solo paz, tranquilidad y naturaleza, en eso se me vino a la cabeza todas las veces que Chase y yo habíamos estado en situaciones comprometedoras, había tenido tantas oportunidades de probar sus labios, de que sus manos recorran mi cuerpo, pero las había malogrado por mi miedo, me  quede ahí pensando, entonces voltee y vi que Chase estaba a mi tras, mi corazón y sentimientos ganaron y solo seguí mi instinto.

Chase

Parecía que no había nadie en el castillo, no tenía muchas ganas de comer, así que subí lentamente hacia mi habitación, me preguntaba a qué hora volverían los chicos, en eso vi que la puerta de Bella estaba entre abierta, pensaba que ella se había ido junto con los demás, era extraño pero me intrigaba saber él porque estaba abierta, ingrese en la habitación y junte más la puerta, esa mañana había ido a ensayar solo me había puesto mi ropa de concierto para relajarme y olvidarme de todo lo vivido en aquella habitación, estaba con la ropa con la cual había conocido a Bella, mire a mi alrededor y la ubique, estaba parada en el balcón mirando hacia el cielo, vestía un precioso vestido de seda blanco, mi imaginación voló por saber que había debajo, el viento ondeaba su cabello que acariciaba su cuerpo, avancé hipnotizado por su belleza cuando llegue a la mitad de la habitación ella se dio vuelta y me sostuvo la mirada, sin decir nada se acercó hasta donde yo estaba, tal vez esto era un sueño, la había visto tantas veces en mis fantasías que no sabía si esto era real, llego hasta donde estaba y tomo mi mano, la llevo hasta su boca y la beso tiernamente, aquel débil contacto me hacía sentir muy bien, me miro nuevamente y se acercó a mi oído, yo estaba quieto no podía dejar de mirarla, "Quiero que seas mi vampiro", me susurro en el oído mientras colocaba mi mano en su cadera, no sabía si era real, pero no dejaría pasar el momento aunque fuera un sueño, moví mi otra mano hacia su cintura sin dejar de verla, entonces la acerque más a mí y la bese, sentí que nada más existía, que solo ella era importante ahora, la continúe besando por el cuello, su respiración era entrecortada, mientras sentía como sus manos iban desabrochando los botones de mi camisa, me quito la chaqueta y la camisa y comenzó a acariciar mi torso, yo continúe besando su hombro y con mis manos deslicé los tirantes del vestido que llevaba, hacia abajo, la fina tela se resbalo por su cuerpo y vi la preciosa lencería que traía puesta, mis manos recorrieron sus caderas hasta sus piernas, no dejaba de besar su cuello y respirar su aroma, sus manos se deslizaban por mi cuello hasta llegar a la correa de mi pantalón, soltaba la hebilla y me bajaba la bragueta, la temperatura había subido, me acaricio sobre la tela del bóxer, cada pasada era una descarga de energía, entonces recordé mi sueño, deslicé una de mis manos por entre sus piernas y comencé a acariciarla, escuché sus gemidos a mi lado,  me bajo los bóxer y comenzó a jugar conmigo, la sobaba de arriba abajo, se iba poniendo duro, y seguía gimiendo mientras yo seguía acariciándole entre las piernas, sentí algo húmedo, era señal de que se había excitado,  subí mis manos hasta su pecho y le quite el brasier, tantas noche había soñado con tocarlos, los bese y toque suavemente, Bella gemía de placer y sus gemidos me volvían loco, ella ya me había desvestido, la pegue más a mí y la lleve hacia la cama donde la recosté, seguí besando sus pechos y su cuello, mis manos se encargaron de quitarle la ropa que quedaba, puso sus piernas a cada lado mío, la podía sentir, me reclamaba, me recosté en su encima, y ella me abrazo, bese una vez más su cuello, entonces lo hice, sentí como su uñas se clavaron débilmente en mi espalda, me apretaba con sus piernas, comencé a moverme lentamente, mientras gemía de placer, estaba dentro de ella, con cada movida una descarga recorría nuestros cuerpos, tenía miedo de lastimarla, así que no estaba totalmente dentro de ella, entonces me rodeo con sus piernas y presiono hacia abajo, un gemido sordo se ahogó en su garganta, el placer que sentí cuando hice eso no sabía cómo explicarlo, me sostuve de la cabecera de la cama y continúe el movimiento,  después de un rato en la misma posición, la puse encima mío, y como en mis fantasía comenzó a sacudirse, la sentí en mí, era un placer único, gemía cada vez más seguido, entonces cayó sobre mí y dijo "Chase soy toda tuya" , mi control no pudo más, la puse a mi debajo y seguí moviéndome con más fuerza, sus gemidos eran ahora gritos de placer, intente pellizcarme para ver si era un sueño, pero no, era verdad, la tenía ahí en la cama, debajo mío gritando de placer que yo le daba, entre gemido y gemido pronunciaba mi nombre y eso lo hacía más excitante, la tenía muy dura y estaba haciendo su trabajo,  continúe moviéndome y ella gritaba más y más entonces no pude detenerme y mi vine dentro suyo, tanto ella como yo dimos un pequeño grito de placer, su respiración aún era agitada, la deje y me acosté a su lado, sus piernas se cerraron rendidas de cansancio, la rodee con mi brazo y le pegue a mí, se acurruco a mi lado mientras su respiración volvía a la normalidad, después de tantos sueños y deseos, finalmente se había cumplido mi deseo, la había tenido a mi lado, gimiendo de placer, y ahora la tenía junto a mi luego de una gran noche, apoye mi cabeza en mi otro brazo y me quedé un momento ahí, estábamos los dos solos, en una oscura habitación, desnudos tome la sabana de la cama y nos cubrí, en eso note una mancha en la cama, era, sangre no había duda yo había sido el primero en estar con ella por primera vez, acababa de arrancarle su virginidad, la abrace más fuerte y me dormí.

MelodiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora