Goku y Vegeta. Quién lo diría. Dos Saiyajin con una fortaleza incomparable capaces de resolver cualquier conflicto a golpes se hallaban simulando ser caballos a unos dulces ángeles que apenas una palabra sabían pronunciar.
Loa guerreros habían quedado a cargo de las pequeñas mientras sus madres y abuela se fueron de compras.
Aunque en un principio simplemente las dejaron durmiendo mientras ellos entrenaban, poco a poco la situación se puso más y más intensa al exigir más atención. Iniciaron con pequeños sonidos, como un intento por pronunciar alguna palabra; después volar y por último un llanto tan fuerte por parte de ambas que fue imposible de ignorar incluso para Goku o Vegeta.
Sus rostros reflejaban la transparencia de sus almas, se encontraban en un total aburrimiento y su padre y abuelo no comprendían su mensaje. Con un rostro nada contento les echaron unas miradas fulminantes a los Saiyajin que comenzaron a aguarse como si estuviesen a punto de llorar nuevamente lo que alarmó totalmente a estos dos.
-Haz algo Kakaroto-
-¿Por qué me dices a mí Vegeta?. Yo tampoco sé qué hacer-
Vegeta decidió llamar a las empleadas de su esposa para que se ocuparan de las niñas. Pero no duraron ni 5 minutos que otra vez empezó el llanto incontrolable de Bra y Pan el cual ninguno de los empleados podía calmar.
-Lo sentimos señor Vegeta- dijeron temerosos y salieron casi corriendo del lugar.
-¿Qué hacemos ahora?- preguntó Goku incrédulo.
- ¡Papá, Papá! - gritaba furiosa la pequeña con un sonajero en su mano.
-¡Abuelito, abuelito!- del mismo modo gritaba Pan con otro juguete en su mano.
Si sus esposas llegaban y se daban cuenta que no habían atendido a las niñas sería su fin.
-Parece que no nos queda otra opción...- habló con preocupación Vegeta.
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-¿Qué están haciendo?- dijo Bills algo anonadado.
-Vegeta-San, Goku-San. No me esperaba esto- rio a carcajadas.
Milk, Bulma y Videl pronunciaron de igual forma el nombre de sus nombres hasta pasar a una carcajada en especial de Bulma por la sorpresa de ver a padre e hija en esa situación.
-¡Esto es tu culpa Kakaroto!- habló avergonzado
-Ya Vegeta. No es culpa mía. Y también es algo vergonzoso para mí - habló con una risa nerviosa
-Videl toma una foto con tu celular antes que se desarme esta imagen- le dijo Milk a su nuera.
Con apuro tomó su teléfono móvil el cual pidió a Gohan y se lo pasó a su suegra y a la dueña de la mansión las cuales con una velocidad digna de un Saiyajin se aproximaron.
- ¡Sonrían!- gritó eufórica ante la sorpresa. Y como si las pequeñas también entendiesen, sonrieron como nunca.
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Imagen de portada (Créditos a su respectivo autor por este hermoso FanArt/"Carrotoid". Pueden encontrarlo aquí: https://twitter.com/carrotoid?lang=es)
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Ya en la noche y con todo el calma los amantes en la Corporación capsula quedaron solos al fin.
-Vegeta, por favor recuesta a Bra. Me tomaré un baño-
El príncipe Saiyajin chasqueó los labios en señal de molestia. Suficiente con la humillación que había sufrido en la mañana, pero ya que.
Caminó por los pasillo e ingresó a la habitación de su hija la cual se encontraba jugando con su hermano.
-Trunks, ya es hora de dormir- dijo sin rodeos.
-Sí papá- respondió a la orden sonriente despidiéndose de su hermana.
Una vez solo en la habitación con su pequeña hija suspiró, se acercó a la pequeña y la tomó en brazos con un semblante relajado. No servía de nada disimular con su pequeña hija, esa coraza se había destruido hace tiempo ya con esa tierna mirada y adorables labios que le llamaban papá.
Antes de por fin dejarla en su cuna para que descanse sintió un fuerte apretón.
-Papá..- dijo la pequeña y esbozó un sonrisa de oreja a oreja con sus mejillas rosadas.
Luego de eso quedó inmediatamente dormida en los brazos de éste.
¿Acaso eso fue un agradecimiento por lo de hoy? A decir verdad y recordando lo vivido pudo ver a Bra riendo como nunca. Eso significaba que se había divertido.
Como ya era costumbre desde que nació su hija, y algo de lo que se arrepentía de no haber vivido tan abiertamente con su primogénito, dejó notar un gesto alegre y orgulloso de haber hecho feliz a la niña. Desde que Bra nació no podía evitar estar alegre la mayor parte del tiempo y eso era algo de lo que apenas se estaba dando cuenta. Obviamente y aunque en ese tiempo no se le hubiese ocurrido admitirlo, con el nacimiento de Trunks aprendió poco a poco lo que era ser un padre. A pesar de lo errores o lo frío que pudo haber sido él y su esposa habían dado calidez a su corazón y cambiado su forma de ver el mundo, las relaciones, la familia. De hecho ese era un concepto lejano para él en ese entonces.
Se sentía muy agradecido de haber podido expresar eso que había aprendido hasta el momento con uno de sus más bellos tesoros. Aún le queda mucho por aprender y ahora, al verla así, estaba dispuesto a hacerlo.
Conmovido por el mensaje y los sentimientos que su hija le transmitió incluso sin saber hablar y sin entender lo que significan las acciones para una persona logró hacerle llegar miles de sensaciones. Se acercó a ella y le besó la frente, paso seguido la acaricio. Y sin poder resistirse se quedó un rato observándola.
Mientras tanto una mujer y su cámara capturaban el momento exacto en el cual un principie le demostraba amor a su hija.
-Será mejor que me vaya- se habló así misma Bulma mientras observaba la fotografía recién tomada. -Solo la guardaré para mí-
Continuará:
Uf, lo sé. Me tardó demasiado en publicar los capítulos. Pero ya saben, mi vida diaria me exige bastante y eso a veces me provoca un bloqueo creativo o una redacción confusa debido al estrés. (Además del escaso tiempo)
De todos modos nunca abandono algo que comencé. Muchísimas gracias por apoyar la historia, ya son más de 3k 💖 me siento muy feliz.
Espero poder retribuir el apoyo trayendo historias más seguido, su apoyo me alienta a seguir.
Espero que les haya gustado, cualquier critica constructiva es aceptada y desde ya agradecida que se tomen el tiempo de comentar lo que quieran con mucho respeto. Nos vemos en un próximo capítulo 😘
