Sospecha: fuerza en tormenta

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-Mis verdaderos padres vivían aquí.

Seokmin se quedó un par de minutos procesando la nueva información. Esto no se lo veía venir ni en un millón de años.

No podía consolar a SoonYoung como este lo necesitaba. Solamente pudo abrazarlo para que él supiera que estaba ahí. Para apoyarlo.

Pero la verdad es que se sentía un poco mal y confuso. Sobre todo lo que más atormentaba su cabeza era:

¿Cómo miraría a Jihoon a la cara? ¿Cómo guardaría un secreto de ese tamaño?

Estaba un tanto sorprendido de cómo la situación había cambiado tan drásticamente. Un día estaba jugando videojuegos felizmente con su mejor amigo, no secretos, no incomodidad. Y otro se encontraba sabiendo más cosas de su familia que si quiera el mismo.

Los secretos lo empezaban a ahogar. La carga era bastante pero la recompensa valía la pena.

SoonYoung lo vale... se repitió.

[...]

SoonYoung se separó del abrazo y miró a Seokmin -nunca le he dicho esto a nadie, pero tu lo dijiste no mas secretos.

Cada vez que la cabeza de Seokmin comenzaba a colapsar, llegaba SoonYoung para poder hacerlo sentir mejor.

El era su perdición pero a su vez también era su salvación.

-No se que decir -habló Seokmin en voz baja.

-Tu solo quedate conmigo y nunca me dejes.

-Jamás lo haría ni aunque quisiera... te quiero demasiado Hyung -Seokmin besó sus labios dulcemente mientras lo tomaba del cuello -eres mi todo...

-No, tu eres mi todo -SoonYoung pasó sus brazos a la nuca del menor para poder besarlo a su gusto. Saborearlo a su gusto.

Seokmin decidió no dejarse intimidar y lo tomó de la cintura para poder cargarlo y así poder intensificar el beso, SoonYoung lo tomó muy bien puesto que enredó sus piernas sobre la cintura del menor. Seokmin fue caminando un poco hacia atrás hasta que chocó con algo y ambos cayeron en algo muy suave.

La cama.

Ambos pararon su apasionado beso para reírse de sí mismos, pero segundos después reanudaron su sesión de besos, siendo Seokmin el que llevaba la delantera. Pero no es que SoonYoung se quedara atrás, él estaba tan concentrado saboreando a su novio. Su novio.

Nada importaba en ese momento. Solo estaban ellos, explorando el uno al otro a su gusto sin reglas ni restricciones.

Para esto, Seokmin ya había terminado su colapso mental. Se quedaría con SoonYoung sin importar lo que fuera.

Al diablo la gente, al diablo el pasado del mayor, al diablo su deuda...

Y si la situación lo ameritaba al diablo su familia y al diablo Jihoon. Solo esperaba no tener que dejarlo todo por SoonYoung, porque sin dudarlo lo haría.


SoonYoung estaba tan embobado por los labios del menor, que sin ambos darse cuenta comenzaron a quitarse los suéteres mojados por la lluvia. Ambos se estaban dejando llevar por la lujuria y el deseo que se tenían.

Ambos miraban al otro como si no hubieran comido en años y en frente les pusieran un festín de la más deliciosa comida. El deseo estaba demás en ambos.

ˢᵉᶜʳᵉᵗᵒ •ˢᵉᵒᵏˢᵒᵒⁿ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora