Love in the dark (Nico di Angelo)

Luky

Memorias

Me encontraba en casa con mi hermano pequeño Luke que apenas tenía 10 años y yo 16. Siempre todas las noches mi madre se iba de casa y se emborrachaba o se acostaba con algún hombre desconocido. Pero hoy cambiaría todo, acosté a Luke en su cama para que se durmiera sin antes contarle uno de sus historias favoritas "Soy tu ángel", lo miraba con una sonrisa en mi cara que nadie me lo iba a quitar en el mundo. Él es mi hermanito pequeño, él es la razón por la que todavía sigo acá aguantando a mi madre. Aguantando sus golpes, sus gritos y sus maltratos. Nunca dejaría solo a Luke en este infierno. Sigo sin entender como nuestra madre no nos puede amar.

Mientras le contaba la historia a Luke escuche un fuerte golpe en la puerta de la casa, mi cuerpo se quedó en shock. Mire a Luke con una expresión de asustado, le dije que no se moviera de donde esta y el asintió con su cabeza estaba por irme para averiguar lo que sucedía.

— Aniel ten cuidado —me miró con esos dulces ojos que siempre derriten mi corazón. La razón de que Luke esté con miedo es porque nos quieren separar. Siempre hay una trabajadora social que está molestando 24/7 a mí y hermano para mandarnos a vivir con diferentes familias.

—Lo tendré, Luky — Le transmito una sonrisa y le doy un abrazo y un beso en la frente—soy fuerte no tienes que temer —

Salí del cuarto de Luke y caminé con sigilo al lugar que provenía el ruido. Pero al llegar vi la puerta de la entrada completamente destrozada, sentía que algo estaba mal. Escuché unos extraños ruidos que hicieron que mi cuerpo tiemble inmediatamente. Me encontraba precisamente en la sala y me oculté en uno de los sillones, hecho una mirada y veo a una especie de monstruo. Me intenté mover nuevamente al cuarto de Luke pero empujé un florero y este se cayó al piso dejándome al descubierto. Sin pensarlo vi como el monstruo lanzó una bola de fuego en mi dirección a lo que me oculté nuevamente en el sofá.

Sin pensarlo corrí a la cocina y pude ver que ese maldito monstruo quemó el sofá con una de sus bolas de fuego. Mi corazón latía a mil ¿Qué iba hacer ahora? Escuché los gritos de Luke que provenían de su cuarto y sin pensarlo cogí los cuchillos de la cocina y corrí a la habitación de mi hermano. Al llegar vi a Luke siendo acorralado por el monstruo en un rincón asustado y gritando. Me dolió ver ese momento a lo que me llené de coraje para proteger a la persona que más amo en el mundo. Si no puedes hazlo con tus dos brazos y si ya no tienes los brazos hazlos con tus piernas y con tu corazón.

El monstruo lo iba atacar sin duda alguna, empecé a correr hacia este y me abalancé. El monstruo se movía de lado a lado queriéndome tirar de su lomo e hizo que uno de los cuchillos que tenía se cayera. Sin más agarré el único cuchillo que me quedaba enterrándolo en su cabeza. El monstruo dejó de reaccionar convirtiéndose en polvo, caí al piso muy fuerte.

— ¿Aniel? —Preguntó mi hermano— Aniel no te mueras— empezó a llorar.

— Sigo aquí — me levanté como pude y lo abrazo. Pude darme cuenta que la casa de estaba quemando, el monstruo había incendiado totalmente mi hogar — Debemos irnos — tomo su mano y lo llevo corriendo hacia la entrada-

El techo cayó a la altura de la única puerta permitiéndonos quedar sin salida, escuche la sirena de bomberos a lo que me calmó teníamos oportunidad de vivir. Después de unos minutos vi como los bomberos trataban de entrar a la fuerza ya que el fuego y él techo caído no les permitía el paso. En el momento en que los bomberos abrieron un hueco en la puerta, se escuchó una explosión que provenía de la cocina esparciendo todo el humo negro hacia nosotros.

— Llévatelo — le di al bombero a Luke por el pequeño hueco que habían hecho, yo no iba poder pasar — Llévatelo — empecé a gritar como pude por falta de oxígeno. El bombero me dio una última mirada para cargar a este por el hueco e irse salvando a mi hermano. Pude mirarlos por el hueco hasta que fue tapado por escombros y más escombros.

— ¡Aniel! —Gritó mi nombre Luke desesperadamente— no me dejes Aniel — pude escuchar su sollozos. Empecé a toser y toser seguidamente quedándome sin aire. Caigo al suelo mirando el gran agujero que quedó en el techo, a pesar de todo el humo negro pude divisar a Luna, a la hermosa Luna. Cerré los ojos quedándome sin respiración, por alguna razón sentía que mi cuerpo flotaba, traté de abrir los ojos pudiendo ver que me acercaba más y más a la Luna.