"¡Buenos días! "
Escuche un grito fuera de mi ventana, me asome y era el chico más atractivo del pueblo, vestía la típica chamarra negra de cuero, con el cabello rubio y ojos verdes, seguramente olía a menta, como siempre, o al menos éso imaginaba, porque mi vecina nunca paraba de besarlo y el traía consigo el ramo de rosas rojas más comercial que había visto en mi vida, quizás lo veía tan común porque llevaban tiempo con la misma rutina.
Ella gritaba;
-¡Hola corazón de melón!
El agitaba esos rizos dorados y chiflaba al cielo, me daban ganas de vomitar. Sentía que era una parodia de vaselina o la parte dos adaptada al siglo XX.
Algo así, era traumante. Mientras tanto, me distraje, mi tío abrió la puerta sin preguntar, sabiendo que yo estaba en pantalones cortos, tomó mi cargador del smartphone y salio de la misma manera, IGNORÁNDOME.
Eso significaba que ya era tarde, el no alzaba un pie antes de 7:45 am.
"Yo tengo clase a las 8:00, pensé"
Mi mamá no decía nada últimamente de lo desorganizada que era mi vida, lloraba en su cuarto cada 3 horas, dormía, se levantaba a deshoras, y lo que quedaba del día, que vaya que era poco; ignoraba toda existencia, hasta la propia. A veces cocinaba, otras ocasiones me regañaba, más a menudo salía a trabajar molesta con todo el mundo, llegaba a las dos horas, explicando...
" He pedido permiso en el trabajo diciendo que estás enferma, pero, ¿Qué haces aquí? ¿lo estas?, te tomas algo. Voy a mi cuarto. "
Cuando se le gastaba ése, utilizaba el;
"Mi hermano está de nuevo mal, tengo que cuidarlo todo el día"
Para ocasiones especiales mentía con el típico;
"Tengo un catarro terrible"
Ya cuando los tres anteriores carecían de originalidad, fingía un mareo en el trabajo, casi desmayarse, alguien corre y la sujeta. Su jefe la llama al despacho, fin; una semana de descanso.
Ojalá yo pudiera hacer éso en la escuela, en una ocasión para evitar deporte intente el desmayo, lo único que logre fue caer de espaldas y 3 vueltas más a la pista por estar "jugando".
*Tocan a la puerta*
-¿te estás vistiendo?
-No, adelante.-Aquí te dejo tu cargador, ya hace bastante frío, procura no usar ésas ropas, mi celular se ha descompuesto.
-De nada tío, ok, me pondré un mameluco. Quizás así toques más a menudo.
-Deja tu sarcasmo, préstame tu celular, debo colocarle el chip, tengo que recibir una llamada importante.
En mi mente pensé ¿importante?, lo único importante que recibe son mis comentarios "sarcásticos" como el los llama. Ya era tarde, el desordenaba la cama en busca del móvil.
-¡lo encontré!, luego te lo doy. *sale y cierra la puerta con fuerza*Me resigne, sabía que algo así me pasaría, un teléfono no lo es todo. De todas formas no existía alguien con la insistencia de llamarme o preguntarme como había amanecido...Mi padre, bueno mi padre solía hacerlo, antes de...
Entraba en un curso incompleto, había reprobado dos materias del anterior y si quería tener mis créditos en orden ya era el tiempo de ponerme al corriente. Parecerá extraño, aunque en ocasiones me levantaba sin ganas de existir, en cuanto tocaba el asiento frío de mi butaca el día comenzaba a mejorar, el hecho de escuchar decir al maestro Corona: "saquen sus cuadernos y pongan a trabajar ése cerebro adolescente que las ecuaciones no se resolverán solas", me subía el animo.

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Todo inicia con el y termina conmigo.
Teen FictionMuchas veces te levantas por la mañana con la cara llena de cenizas de la cama, lo notas porque tus párpados pesan, se tambalaea tu cuerpo en el momento que te enderezas, como si una bomba atómica hubiera caído sobre tu esqueleto. Así hubiera sido...