Tiempo atrás.

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Un joven TaeHyung de tan solo dieciocho años caminaba por el patio de aquella casa con una mueca en su rostro, no quería ir a Seúl porque sentía que perdía todo lo logrado aquí en Daegu, su ciudad natal pero su padre le había dicho que debían irse. El joven ya no creía en el amor por el simple hecho de que sus padres cuando se separaron perdió más de lo que había ganado en años juntos como una familia; habían decidido que TaeHyung se iría con su padre y su madre se quedaría con su hermana mayor por el mejor de los chicos.

Podría haberse negado pero no lo hizo, algo en su pecho le decía que debía ir a Seúl y comenzar con su carrera, quería vivir una vida lejos del amor y el engaño. Su madre por años había engañado a su padre y cuando esté se enteró la dejo de inmediato, no le gustaba pensar que estuvo viviendo en una pequeña casita de muñecas para que ni él, ni su hermana sufrieran.

Cuando aterrizó en Seúl prometió ser el mejor y lo había logrado, era el mejor de administración de empresas en el primer año pero lo conoció, sintió unas campanas alrededor de aquel chico pálido que estaba sentado en el auto de uno de sus compañeros, se mordió el labio cuando decidió subirse a su deportivo blanco y la atención fue fijada en él. Se sentía feliz e importante por primera vez amo que su padre le hubiera regalado aquel excéntrico auto y es que siempre odio llamar la atención pero ahora por unos minutos amo el rugido de su motor ya que gracias a eso la atención de aquel chico estaba en él.

Los días pasaban y ya se había acostumbrado a ver al chico de cabello azul en su camino, quería hablarle pero no reunía el suficiente valor para hacerlo, se sentía patético suspirar por alguien que ni siquiera podía dirigirle la palabra porque se trababa.

-. Oye ¿Crees que me puedas llevar?.- dijo el de chaqueta de cuero jugando con las llaves de su casa al pequeño castaño que llevaba carpetas en sus manos.

-. Claro, espera un segundo.- los nervios le jugaron en contra cuando trato de tomar la llave centralizada del auto haciendo que todas las carpetas cayeran, ambos se agacharon y TaeHyung sintió un dulce hormigueo en sí mismo.

El amor había comenzado tan lindo que al menor le dolía que apenas y se hablarán, era lo justo y no necesario pero todos los recuerdos volvieron a su mente cuando JungKook entro a la cochera de su casa dando saltitos, feliz al ver un deportivo blanco.

-. Wow, Hyung.- mencionó pasando el dedo por el auto, estaba con polvo por el casi nulo uso.- siempre quise un auto así, ya sabe andar ahí montado y que todos te miren con cara de "wow es afortunado".-

-. Aprende a manejar y será tuyo.- JungKook nego con la cabeza repetidas veces al ver a su mayor con la clara intención de regalarle aquel costoso auto.- no lo uso, está aquí empolvado claro que lo aceptaras cuando sepas manejar.-

-. No le darás ese auto.- la voz de YoonGi resonó en todo el lugar, se escuchaba molesto.

-. Es mi auto y yo hago lo que quiera con el.- gruñó TaeHyung al ver como JungKook sacaba la mano lentamente del auto, asustado.

-. Haz lo que quieras entonces.-

-. Hyung... Vaya por él.- el mayor negó la cabeza hacia su doensaeng quien lo miraba y podía decifrar la culpa en sus ojos.

Hace demasiado tiempo que YoonGi estaba extraño con él y quería pensar que no estaba de vuelta con aquel chico porque si era así está vez no tendría piedad, el mismo tenía miedo de lo que podría hacer si los encontraba otra vez juntos.

-. Hyung me voy... Tengo que trabaja, piense lo que le dije el otro día. Si ya no hay amor no tiene nada más que hacer.- JungKook tomo sus cosas y salió de la cochera dejando al mayor con una hilera de pensamientos, quería tomar las decisiones correctas para poder volver a ser feliz pero no veía una vida d Min YoonGi.

(...)

Apenas llegó a la puerta de su oficina se sentía demasiado frustrado consigo mismo porque por más que quisiera no podía alejarse de Park JiMin. Ese chico se había vuelto su némesis, lo juzgaba pero aún así lo amaba.

Pensó por días en terminar con TaeHyung, el amor se estaba acabando tal cual como las estaciones del año, esta vez sentía que en vez de pasar de otoño a primavera estaba pasando de verano a invierno y no le agradaba el frío que se alojaba en su corazón. Se sentía como un ingenuo que tiraba piedras a la luna esperando que algún día bajara alguna.

YoonGi sabía que nada duraba para siempre y cuando lo entendió hizo las paces con el tiempo, pensaba que encontraría aquel lugar que deseo siempre pero al parecer no era con TaeHyung. Cuando se enamoró de su menor pensó que era todo lo que no estaba buscando en cambio no era lo que necesitaba y ahora entendía porque costaba tanto recibir el amor del menor cuando pensaba que no lo merecía, JiMin lo salvó e hizo ver aquello que antes no veía. Su relación sin quererlo se volvió rutinaria y aburrida porque no ponía de su parte.

Cuando su pareja volvió un día apoyado en aquel hermoso azabache y este lo llevo a vomitar, cuidando de él en todo momento hasta que TaeHyung se dormía. Se sentía mal en cambio no celoso, mal porque el debería haber estado para su menor en aquel momento pero en su lugar estaba un completo desconocido a sus ojos. Un desconocido que se hizo muy cercano a TaeHyung desde aquel día y él sin quererlo comenzó a amar a JiMin de una manera que no entendía, realmente no entendía como podía estar con JiMin y TaeHyung al mismo tiempo arriesgando quedarse sin pan ni pedazo pero ahí estaba, jugando a tener una doble vida que le ayudaba a ser feliz económica y emocionalmente, quería aceptar su error más ni podía ahora.

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No se si subir el final y el epílogo altiro o esperar, ya están.

Un Estúpido Más. (YoonTae/YoonMin) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora