Decisiones del destino

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01. Un comienzo

"Tienes que esforzarte más, así lo único que conseguirás será matarte con esa depresión". Definitivamente esa era la frase preferida de la abuela.

Mi tía sabía que tenía que darme tiempo a digerir y acostumbrarme a todo, ella me daba mi espacio y aceptaba mis decisiones con tal de que no pasarán un límite. Tanto ella como yo estabamos bien con eso, pero evidentemente la abuela no.

Después de todo intentaron llevarme a un psicólogo para "superarlos" pero a mi me parecía que las pastillas que me recetaba el psiquiatra sólo empeoraban mi estado.

Los hospitales nunca fueron de mi agrado, ni cuando ellos estaban vivos, de sólo oler la mezcla de medicamentos con desinfectante que caracteriza el lugar me entran ganas de vomitar.

"Nina, Jayden está en la sala esperandote. Baja cuando estés lista." Dijo mi tía apoyada en el marco de la puerta, brindando una mirada que reflejaba cariño, un cariño reconfortante.

"Ya bajo. No me falta mucho." respondí terminando de colocarme la sudadera gris.

Iba justo como me vestía cuando no tenía ánimos de nada, sólo de tumbarme en mi cama y ver una película con las sábanas agarrando calor. Con sudaderas de Blake y mis típicos jeans con el hueco en la rodilla.

Pero le había prometido a Jayden que lo acompañaría a visitar a su hermano, aún cuando detestaba los hospitales. No me pude negar cuando me pidió tristemente que lo acompañara a visitar a Ares, sabía que para el era un tema difícil y que si me pedía ese favor era porque no soportaría ir de nuevo el sólo para allá.

De nada sirve vivir la vida al máximo y tener montones de cosas materiales a tu alrededor cuando alejas a lo más importante, a la familia.

"¿Cómo lo llevas?" Preguntó Jayden conduciendo a una velocidad moderada. Poso su mirada en mi cara y después en mis manos que se removian nerviosas en mi regazo.

"Sabes que me cuesta mucho no pensar en ese día, no necesito remover los recuerdos hablando de eso." contesté borde, como siempre que tocaban el tema, reacia a dar alguna respuesta más abierta.

"Esta bien... se que no te debo presionar. Por lo menos dime que ya no tomas las pastillas que te dio la loca. Sabemos que sólo te descontrolan más y hacen que te den esos ataques." pasó una mano por su cabello despeinandolo en un intento de calmar su nerviosismo.

Me acomode en el asiento de manera que puediera quedar de frente a el y darle un abrazo reconfortante, sabia que lo necesitaba

"Ya no las tomo más, creo que al fin ellas entendieron que la loca estaba loca de verdad y que no eran cosas mías." hable pegada a su costado, donde permanecí hasta que tuvo que girar el volante y conmigo pegada se le hizo complicado.

"No sólo eran cosas tuyas, yo también lo confirme con mis propios ojos, después de esa consulta a la que tu tía me obligó a ir supe que nunca regresaria, obligado o no." reímos un poco recordando ese día.

De repente todo quedó en un silencio melancólico, donde sólo estabamos ocupando espacio pero nuestra mente estába en otros pensamientos.

"¿Cómo fue la revisión de Ares? ¿De verdad ellos creen que el despierte?" pregunté mirándolo fijamente, intentado descifrar sus emociones por su expresión, pero el sólo se mantuvo impasible, como si ya no supiera como reaccionar ante cualquier cosa del estado de su hermano.

"Ya el plazo se está acabando. Ellos dicen que al pasar el año y medio son muy pocas las probabilidades de que despierte pero sigo esperando que llegue ese día." aparcó el coche en un puesto libre correspondiente al edificio C.