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03. No tienes razón para regresar


Miré mi desayuno fijamente. No me interesaba participar en la conversación animada que sólo llevaban dos personas presentes en la mesa, sin notar que los demás sólo estában bien incómodos.

Prisma se mantenía igual que nosotros, movia su comida desinteresada, sumida en su propio mundo.

Jayden sólo se limitaba a mirar su teléfono debajo de la mesa, mientras que yo aburrida de ver siempre lo mismo observe las cosas a mi alrededor, obviando a aquellas personas con los que no quería perturbar mi vista.

Aunque Prisma no era parecida a su hermana en nada (cosa que agradecia), no podía evitar pensar que ninguna de ellas dos tenía porque estar alli, se suponía que era una semana sólo para nosotros pero directa o indirectamente Brisa molestaban nuestra existencia, y alli estába.

Brisa a simple vista se veía fresca como una lechuga, con ese aspecto pulcro y cuidado pero si te acercabas te darías cuenta que esta tan marchita por dentro que todo lo que toca lo vuelve con ella, gris y vacío.

"Vina, no has tocado tu comida ¿te sientes mal?" pregunto con un falso interés Brisa. Sabía lo que trataba de hacer, quedar como persona que siempre se interesa por los demás, pero ya tenía mi plan para echarla de allí en unos días, sólo necesitaba hacer algunas llamadas.

Tome aire antes de responder, necesitaba controlar mi temperamento para no saltar sobre ella.

"Estoy un poco llena. Jayden y yo comimos unos chocolates antes." respondí pasando mi miraba entre Brisa y Ares, quien apuesto que también estaba por hacer la misma pregunta a Jayden.

Ares miro a Jayden quien se mantuvo igual a pesar que lo nombre, asintió y volvió a platicar con Brisa.

"Yo no se ustedes pero yo me voy, no soporto escucharlos hablar más." dije a Jayden y Prisma para agarrar mi plato todavía lleno y llevarlo a la cocina.

Me levanté y les heche una mirada a los dos, Prisma fue la unica que concordo conmigo y se levantó también.

"Te acompaño. Un segundo más y de seguro me clavo el tenedor" dijo ella.

Las dos caminamos a la cocina y dejamos nuestros platos en el lavavajillas. Guardamos la comida en un envase de plástico y lo pusimos en la nevera, los restos de pancakes no se podían desperdiciar.

Apoye mi cuerpo en un pequeño mueble y mire detenidamente el atuendo de Prisma, jeans negros con una camisa básica blanca, nada extravagante y llamativo como Brisa.

"¿Por qué me analizas? ¿Si recuerdas que puedes confiar en mi, no?" pregunto Prisma de espaldas. Esa chica debia tener ojos en la espalda porque no entendí como supo que la estaba mirando.

"¿Como supiste que..?" no alcancé a terminar la pregunta porque ella se volteó hacia mi y me miro.

"Te conozco Vina, se que tienes preguntas y que una de ellas es porque estamos acá." dijo ella. Camino por toda la cocina y salii de ella, me hizo una seña de que fuera con ella y la seguí.

Bajamos los escalones de la entrada y cruzamos la calle, para sentarnos en dos sillas de playa libres bajo una sombrilla.

Tener una playa enfrente debía ser relajante, despejarte con el sonido de las olas no tiene comparación, sin duda alguna día viviré en un lugar como este.

"Brisa prometió cumplir su parte si nosotros nos alejabamos. No tienen razón para volver a aparecer aquí de la nada, y menos ella." hablo después de un rato de estar en silencio.

Decisiones del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora