El Parque De Juegos Del Diablo

Risas En La Oscuridad

Pero dejando aquello de lado, cuando terminamos de comer nuestra pizza decidimos regresar a la mansión, noté que Damian estaba un poco intranquilo, como si algo le hubiera pasado y eso no lo calmaba del todo.

Intuí que debía de ser algo con su padre, pues últimamente yo también me he sentido mal con el cambio por el que está pasando el mio. Antes de llegar a la mansión nos despedimos de Tim. Siempre tuve curiosidad por saber en dónde vivía. Así que le pregunté a Damian, el solo me respondió que no me preocupara por él, al parecer Tim vive solo, en una pequeña casa cerca del centro. Después en silencio Damian y yo caminamos el resto de la ruta solos.

...

Los días ya han pasado, y cuando menos acordé ya estábamos a punto de cumplir casi un año viviendo en la propiedad Wayne. Para ese entonces los problemas siguieron aumentado. En uno de esos días, cuando llegué de clases logré escuchar los gritos de mis padres, otra vez estaban discutiendo.

Decidí entrar por la puerta trasera, aunque eso me tomara recorrer varios metros más. Con tal de no estar involucrado en la discusión, por mí estaba bien. En mi recorrido logré pasar por una ventana, claramente esa ventana me daba vista al gran salón en donde se estaba llevado la riña entre mis padres.

Me detuve enfrente de la ventana, pues mis ojos pudieron mirar a otras dos personas aparte de mis padres. Eran dos hombres, uno tenía el cabello castaño y el otro rubio. Ambos hombres estaban parados detrás de mi madre, y al parecer ninguno de mis papás se percató de la presencia de aquellos dos.

Con todo lo que llevo viviendo en esta casa, nunca había visto a aquellos hombres. Deduje que eran espíritus de la casa por la vibra que me causaron. Antes de seguir mi análisis de aquellos hombres, Damian me sorprende tomándome por la espalda.

- Vamos Jon, no tienes que ver como tus padres discuten... es más, los chicos y yo decidimos organizar una pequeña fiesta para bajarte las tensiones sobre tus padres y también para que te distraigas un poco de ellos. ¿Qué dices?
- Me parece bien.

Aquel día mi padre salió de la casa, y al cabo de unas horas más tarde mí madre también lo hizo. Y como ya era de costumbre que después de una fuerte discusión, yo me encontraba solo en la mansión.

Estaba listo para el "pequeño festejo" que Damian y los demás habían organizado. La música rápidamente es reproducida a todo volumen en los altavoces que hay en la sala común y Jason se volvió nuestro DJ, a pesar de ser un espíritu tenía muy buen gusto musical.

Me acerqué a la cocina donde estaban Dick y Alfred preparando las botanas, tomé un vaso con jugo, de los tanto que habían servidos en la mesa, y comencé a mecerme con la música.

Al parecer mi torpe baile le sacó una pequeña sonrisa al triste rostro de Dick, y después de eso el fantasma llorón del baño me acompañó a bailar. Alfred en cambio siguió organizando los platos con la botana, siempre tan serio y formal.

Aun meciéndonos con la música, Dick y yo salimos de la cocina en dirección del gran salón. Ahí estaba Damian, sentado bebiendo también algo. Dejo a Dick en el centro del salón, que ahora es la pista improvisada de baile.

- ¿Que estas bebiendo Dami?

Sin decirme nada me acerca su vaso y yo logro percibir el olor a licor, abro mis ojos por saber que mi amigo estaba bebiendo alcohol.

- Oye, todavía no podemos beber, somos menores.
- Lo dirás tú por ser un mortal, en cambio mi mitad demoníaca no permite que me embriague. Es como sí tomara agua. Pero si te incomoda...

Damian deja su vaso en el suelo y luego se levanta, todo para tomar mi vaso con jugo y darle una probada. "Prefiero el de manzana" fue lo poco que pude entender, pues mi mente comenzó a divagar cuando él bebió del vaso en el que yo estaba bebiendo. Un beso indirecto era lo que acaba de pasar, y a pesar de ya no ser un niño, eso me llenó de mucha pena y emoción. Podría jurar que parecía una chica adolescente emocionada porque su crush le hizo caso.