Bajo la misma estrella

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-No es culpa tuya, Hazel Grace. Solo somos efectos colaterales, ¿verdad?

-«Percebes en el buque de la conciencia» -dije citando Un dolor imperial.

-Sí. Me voy a dormir. Es casi la una.

-Okay?-le contesté.

-Okay -me respondió.

Me dio la risa tonta y repetí «Bien». La línea se quedó en silencio, pero no se cortó. Casi sentía que estaba en la habitación conmigo, pero mejor, porque ni yo estaba en mi habitación ni él en la suya, sino que estábamos juntos en algún lugar invisible e indeterminado al que solo podía llegarse por teléfono.

-Okay? -dijo después de una eternidad-. Quizá «OKAY» será nuestro «SIEMPRE».

-Okay -añadí

"Algunas veces lees un libro, sientes un extraño afán evangelizador y estás convencido de que este desastrado mundo no se recuperará hasta que todos los seres humanos lo lean. Y luego están los libros como Un dolor imperial, de los que no puedes hablar con nadie, libros tan especiales, escasos y tuyos que revelar el cariño que les tienes parece una traición."

Hazel Grace

"-¿Puedo volver a verte? -me preguntó.

Su voz sonó nerviosa, y me pareció entrañable.

-Claro -le contesté sonriendo.

-¿Mañana? -me preguntó.

-Paciencia, saltamontes -le aconsejé-. No querrás parecer ansioso...

-No, por eso te he dicho mañana -me contestó-. Quisiera volver a verte hoy mismo, pero estoy dispuesto a esperar toda la noche y buena parte de mañana."

-Augustus, quizá te gustaría compartir tus miedos con el grupo.

-¿Mis miedos?

-Sí.

-Me da miedo el olvido. -Habló sin pensárselo un segundo-. Lo temo como el ciego al que le da miedo la oscuridad.

-Llegará un día en que todos nosotros estaremos muertos -dije-. Todos nosotros. Llegará un día en que no quedará un ser humano que recuerde que alguna vez existió alguien o que alguna vez nuestra especie hizo algo. No quedará nadie que recuerde a Aristóteles o a Cleopatra, por no hablar de vosotros. Todo lo que hemos hecho, construido, escrito, pensado y descubierto será olvidado, y todo esto -continué, señalando a mi alrededor- habrá existido para nada. Quizá ese día llegue pronto o quizá tarde millones de años, pero, aunque sobrevivamos al desmoronamiento del sol, no sobreviviremos para siempre. Hubo tiempo antes de que los organismos tuvieran conciencia de sí mismos, y habrá tiempo después. Y si te preocupa que sea inevitable que el hombre caiga en el olvido, te aconsejo que ni lo pienses.

"Había dedicado buena parte de mi vida a intentar no llorar delante de las personas que me querían, así que sabía lo que estaba haciendo Augustus. Aprietas los dientes. Miras al techo. Te dices a ti misma que si te ven llorando, sufrirán, y solo serás tristeza para ellos, y no debes convertirte en mera tristeza, así que no llorarás, y te dices todo esto a ti misma mirando al techo, y luego tragas saliva, aunque la garganta no la deja pasar, y miras a la persona que te quiere y sonríes

Estoy en una montaña rusa que no hace más que subir, amigo mío."

Augustus Waters

"Soy como... como una granada, mamá. Soy una granada, y en algún momento explotaré, así que me gustaría que hubiera el menor número de víctimas posibles."

Hazel Grace

"Mis pensamientos son estrellas con las que no puedo formar constelaciones."

Augustus Waters

"La gente se acostumbra a la belleza.

-Pues yo todavía no me he acostumbrado a ti."

Augustus Waters

-Es eso.

-¿El qué?

-Lo que me gusta de ti.

"Estás tan ocupada siento tú que no tienes ni idea de lo absolutamente original que eres."

Augustus Waters

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