¡Samantha! se hace tarde hija, baja.- grita mi madre.
Dejo salir una gran bocanada de aire y me levanto, voy hacia la cama de mi hermana y la veo dormir como un ángel, doy la vuelta y me dirijo al baño. Después de una larga ducha con agua extremadamente fría decido salir, tomo una toalla y me la sujeto mientras voy a la cama de mi hermana.
-Nana, levántate recuerda que tenemos que salir- le digo mientras le doy un beso en la frente.
-ahhh!, cinco minutos más por favor, nana- dice mi hermana tratando de abrir los ojos pero falla ante la luz del sol.
-Nada de cinco minutos, ¡Al baño!- le hago un cosquilleo y gruñendo se dirige al baño.
Voy hasta el armario y miro que ropa ponerme ya que vamos a ir a casa de mis abuelos. Decido ponerme unos jeans color negro y una franela color azul acompañándola con una chaqueta de cuero gris, mientras me pongo los vaqueros oigo una discusión abajo, abro la puerta y bajo las escaleras en brinquitos. Cuando ya estoy a los últimos escalones veo como mi padre le da una bofetada a mi madre,me quedo en shock ya que nunca había visto semejante cosa. Voy por mi celular y grabo toda la escena sin que ellos se dieran cuenta, me detengo al oír la puerta del baño cerrarse, o sea, mí hermana ya salió y no puede escuchar ni ver esto. Voy hasta donde están ellos y les digo en voz baja que paren antes de que algún vecino oiga y llame a la policía o que mi hermana oiga y comience hacer preguntas, apenas tiene 12.
-¡PAREN! Camila está allá arriba y no quiero que escuche, además algún vecino los puede oír y llamar la policía ¿eso quieren? Perfecto, sigan.
-Tu estúpida madre no quiere entender que la compañía esta por estar en banca rota y quiere seguir gastándose todo el dinero el sus malditas pastillas para la presión- dice mi padre dándole un sorbo a su bebida
-¿Iremos o no a donde los abuelos?- le digo cortante.
-Claro, ya vuelvo, vayan al coche- dice mi madre mientras subía a la habitación.
Subo a la habitación y me encuentro con una Camila muy contenta, le encanta ir a donde los abuelos. Cuando éramos pequeñas siempre íbamos seguido pero ahora la cosas se han complicado por que vivimos a horas de su casa, cada vez que vamos nos preparan galletitas y nos cuentas sus aventuras de cuando eran niños y sobre su opinión al momento de que mi padre y mi madre se unieran, al principio no lo soportaba pero después se encariño con mi padre y meses después se casaron y me tuvieron.
-Nana, estás.. -pausó- ¡HERMOSA! Tienes que darme la técnica para ponerme fasion
-Fashion boba, tienes que aprender más el inglés. Tú estás.. -Pausa- ¡HORRIBLEMENTE HERMOSA! Jjajajajaja.
Me llevo las manos al pecho. -Casi me matas de un susto- le dije con carcajadas.
-Vámosno .
Camila se dirige abajo y yo me quedo cerrando todas las ventanas y las llaves, aseguro que todo quede bien para que no se meta un ladrón o si llueve el agua no se apodere de la casa. Minutos después tomo mi bolso y la mochila de Camila y bajo, cierro la puerta detrás mía y le coloco llaves.
-Ábreme Camila- le digo cuando me doy cuenta que esta con seguro la puerta del coche.
Camila me abrió y partimos a la casa de mis abuelos, platiqué sobre un galán con mi herma y luego ella tomo su Iphone y jugo Flow Free, yo tomé mí celular y puse una canción de Enrique Iglesias ¨Naked¨. Me Hundí en mis pensamientos y quedo dormida mirando el hermoso paisaje que iba y venía. Luego de dos horas y media me despierto a causa que le queda un 15% a mi celular, lo suspendo y miro lo qué está haciendo mi hermana (nada interesante). Miro un cartel que decía¨Santiago¨. Llegamos, la casa de mis abuelos queda a unos dos minutos de aquí, recuerdo este lugar como si fuera que hubiese pasado desde que nací aquí; cuando nací estuve aquí por 4 años, creo, mis padres se habían dejado y yo me mudé con mi madre hacia la Capital pero después se arreglaron y mi madre no quería volver a ese pueblo entonces mi padre se vino a vivir acá, desde ese día jamás volvieron a pelear excepto hoy.
-¡LLEGARON!- Dice mi abuela desde el otro lado del carro.
Nos desmontamos y saludamos, entramos a la casa y no lo pensé dos veces y fui al jardín. Estaba buscando a Floppy, mi conejita.
-¡Samantha!- Me grita mi padre
Me doy por vencida y decido ir adentro, los abuelos me reían a carcajadas junto a Camila y a mis padres, busco en mi bolso mi celular y decido llamar a mi mejor amigo pero recuerdo que solo tiene un 15% y lo decido cargar,
-Abuela, ¿donde lo puedo poner a cargar?- Le digo mientras hago un gesto con el celular.
-Allá- me señálaba con el dedo índice.
Me dirijo hasta un interructor y le dejo cargando, veo algo moverse y cuando voy a ver hay estaba Floppy. Cuando me vio se me lanzó de inmediato; tiene un pelaje blanco y unos ojos negros con una nariz rosadita junto a su boquita pequeña con bigotitos blanco de canas. Le sujeto con fuerza y se suelto cuando siento que casi no puede respirar, cuando era pequeña siempre iba los sábados al parque de diversión con mis padres, un día estaba jugando a tirar con la flecha a unos vasos pero no le di entonces me puse a llorar porque quería mi premio, mi madre le pagó al señor un billete y él me dijo que eligiera cualquier premio que me apetezca, fue entonces cuando vi a Floppy y inmediatamente me enamoré de ella, la críe conmigo hasta el día de mi partida a la capital. Luego de 4 horas y media nos despedimos de mis padres y marchamos, estaba muy cansada así que decidí dormir.
-Nana, llegamos a casita- Me dice Camila mientras me abraza.
-Gracias nana-Le doy un beso en la frente y me dirijo hasta mi habitación.
Llego a ella y me quito la ropa y me pongo un bóxer junto una franela de tela fina, bajo hasta la cocina y veo a mi madre sirviendo la cena.
-¿Cómo la pasaste?- me pregunta mi madre mientras me pone el plato con comida en la mesa.
-Uhmm, bien- le digo mientras me echo un bocado de pan en la boca.
Luego que comí subí a la habitación y prendí la tv y vi un documental sobre los animales y fue cuando me di cuenta que se me quedo algo pero no le di importancia así que seguí viendo el documental. Trataba de unos osos polares y su vida diaria, la verdad a veces dan penas y otras veces quieres matarle por comerse animales indefensos. Me imagino la vida mía siendo un animal; seria una mariposa que tenía una familia feliz, luego me acordé de lo sucedido con mi padres en la tarde de hoy y me digo a mí misma que debo resolver ese problema antes de que pase algo peor, hay pararles y saber cuál es la verdadera razón. De tanto pensar y pensar me quedé dormida.
A medidas de la madrugada me levanto y me quedo pensando y pensado mi hermana se dio cuenta que estaba levantada y también se levantó.
-¿Qué pasa?- Pregunta Camila.
-Se me quedó algo.