Capítulo 11: Sebastián.

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Sebastián camino por un buen rato, tratando de ordenar sus ideas: La separación de sus padres, su nueva vida como Magna, pero sobre todo, lo de Ludmila, ya que sigue creyendo que podria atacar en cualquier momento, sin mencionar que ya los estudios se volvieron demasiado tediosos para él.
Al caminar, también llegó a pensar en Juli y en por que se había ido asi nada más.
En el camino, llegó a encontrarse una pista de Skate, algo que a él siempre le llamó la atención. Al acercarse, unos chicos le invitan a andar en Skate, cosa que Sebas obviamente acepta. Uno de los chicos le presta su patineta a lo que Sebas comienza a andar tranquilamente al principio,  pero conforme sigue andando, empieza a despejar su mente y a andar más suelto, haciendo que los chicos que observan, admiren su manera de andar.

- Wow amigo... Increíble forma de moverte. (Grita uno de ellos).
- Gracias. (Responde mientras se le acerca).
- ¿Donde aprendiste a hacer todo eso? (Pregunta sorprendido otro).
- Mi papá me regalo uno de estos a los 7 y desde ahí comencé a andar, aprendiendo acá y allá.
- ¿Cómo te llamas?
- Me llamo Sebastián... Pero todos me dicen Sebas.
- Bueno Sebas... nosotros nos tenemos que ir... espero que nos encontremos otro día.
- Bueno... pero aunque sea diganme sus nombres.
- Yo me llamo Agustín. (Dice uno).
- Y yo Maxi. (Contesta el otro).

Después de que ambos chicos se fueran, Sebas sigue su camino, ya más relajado y tranquilo. Aunque, su tranquilidad no dura mucho, ya que en su caminata encuentra a un chico, de más o menos su edad, peleando con una chica que apenas puede defenderse, sin pensarlo 2 veces, Sebas sale a defenderla.

- Hey... (Grita Sebas)
- Es mejor que no te metas en esto. (Le responde el agresor).

Al no poder contener sus emociones, corre hasta el agresor y le da un golpe con toda su fuerza, haciendo que él se lastime la mano mientras que el otro tipo caiga al suelo adolorido, aunque su dolor no le dura mucho, ya que al levantarse, le devuelve el golpe a Sebastián, haciendo que esta vez sea él quien caiga al piso.

- Te dije que no te metieras. (Dice el tipo de manera agresiva).
- Y... Yo te dije... (Responde Sebas mientras se levanta) ¡Que la dejes en paz!

Al terminar esa frase, Sebastián, de la nada sopla un viento tan helado que inmoviliza al tipo a tal punto que se desmaya con un tono de piel palido. Después de sorprenderse por lo que acaba de lograr, se acerca a la chica.

- Hola... ¿Estás bien? (Le pregunta mientras la levanta entre sus brazos mientras camina).
- Emm... Si... Gracias. (Le responde la chica mientras le sonríe).
- ¿Por que ese tipo te lastimaba?
- Es que el se enojo porque terminé con Él. Pero ya que un chico tan lindo vino a salvarme me siento más tranquila.
- ¿Te parezco Lindo? (Pregunta Sebas de manera coqueta).
- ¿Que no te lo dicen seguido? (Se le acerca cada vez más a Sebas).
- Em... Si... (La baja) pero nunca me lo había dicho una chica tan hermosa. (Le sonríe mientras pone sus manos en la cintura de ella).
- ¿Apenas me salvas y ya coqueteas conmigo? (Pregunta la chica de forma atrevida).
- ¿Que tiene de malo?
- Que ni siquiera sé tu nombre. (Responde la chica mientras se le acerca cada vez más).
- Me llamo Sebastián... ¿Vos?
- Camila. (Dice mientras que se aleja un poco).
- Que hermoso nombre.

Ambos siguen caminando, mientras continúan hablando, ya que uno mantiene intrigado al otro al siguir tratando de conocerse, dejando pasar las minutos y las horas.
En otro lugar, 2 personas encuentran al chico que agredió a Camila, uno de ellos le pone una mano ensima y poco a poco el tipo se va calentando, haciendo que rompa el hielo.
Volviendo con Sebas, él y la chica, pasaron por una heladería, a lo que él decide invitarle un helado,  cosa que ella acepta. Conforme terminan el helado, ambos siguen caminando muy a gusto, por dentro, Sebas piensa que esta chica le gusta, ya que nunca se había sentido así con ninguna otra, sintiendose cada vez más atraído hacia ella.

- La verdad la estoy pasando muy bien con vos, Sebas. (Dice la chica soltando una sonrisa contagiosa).
- Jeje Yo también. (Responde sonriendo).
- Pero... Ya estoy por llegar a mi casa... y no podemos seguir más adelante o me van a castigar mis padres.
- Está bien. Entiendo.

La chica se le acerca dandole un beso apasionado.

- ¿Entonces esto es un adiós?(Pregunta Sebas con tono de preocupación).
- Más bien un nos vemos (Responde tranquilamente) y seguro más rápido de lo que pensas (le susurra al oido).

Apenas ella camina unos metros, alguien llega por la espalda de Sebastián y lo noquea.

- Esté pobre tonto no sabía con quien se metía. (Dice quien golpea a Sebas).

La chica escucha el golpe y se da la vuelta, dandose cuenta que el que lo noqueo fue su ex, quien hace horas atrás la estaba lastimando.

- ¿Por que lo golpeaste?
- Él se metio en nuestra pelea.
- Yo ya no quiero pelear más.
- Eso es mentira.
- ¿Que te hace pensar que miento?
- Lo besaste ¿No?
- ¿Y eso a vos que te importa?

Al escuchar eso, el agresor trata de golpear a la chica otra vez, cosa que ahora no puede, porque ella esquiva todos sus golpes con mucha facilidad.

- Asi que robaste sus habilidades ¿No? (Pregunta el chico enojado).
- En su caso fue por accidente. (Responde con calma la chica).
- En ese caso...

Del piso, la tierra comienza a tomar por sorpresa a la chica, enterrandola poco a poco, pero ella demuestra que sabe utilizar poderes de hielo, por lo que congela la tierra y escapa sin mucho esfuerzo.

- ¿Cómo hiciste eso? (Dice el chico).
- Él es más poderoso que vos, Joaquín (Responde la chica determinada) me tengo que ir a mi casa, asi que mejor te derrote de una vez.
- Fue casualidad que salieras de mi "prisión de tierra"... asi que yo gané.
- Mira tus pies antes de decir eso.
- ¿Que?

Sorprendido, Joaquín se da cuenta que ella le congelo las piernas.

- ¿En que momento hiciste esto? (Grita enojado).
- Justo al mismo tiempo que hiciste tu "Prisión de Tierra".
- ¡¡¡Desgraciada!!!
- AURORA BOREAL... (Dice la chica).

Mientras que de las manos le sale una increíble ráfaga de hielo que recubre completamente a su ex.
Aprovechando que él esta congelado y Sebastián inconsciente, decide irse a su casa así nada más.

- Jumm... Esta chica podria sernos muy útil... (Dice la mamá de Ludmila quien vio todo a través de un monitor).

Leyendas De Los Magnas: Orígenes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora