epílogo

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Justin suspiró y leyó por décima vez el final la tarjeta color beige que tenía en la mano

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Justin suspiró y leyó por décima vez el final la tarjeta color beige que tenía en la mano.

"Hailey Baldwin & Luke Miller.

Te esperamos para celebrar nuestra boda y que nos acompañes en esta noche tan especial".

La lanzó a un lado de su cama y se tiró las puntas del cabello frustrado. Eso no tendría que estar pasando.

-Yo tendría que estar esperándola en el altar. -Susurró y se levantó de la cama.

Se acercó al espejo y miró su vestuario en este. Acomodó un poco el cuello de su camisa y luego la manga de su saco. Aún no sabía si asistiría a la boda, no sabía si su corazón podría aguantarlo, pero por las dudas ya se encontraba listo. 

Por un lado veía de muy mal gusto que Hailey lo haya invitado a su boda sabiendo lo que él sentía, pero a la vez entendía que quería tenerlo allí con ella porque en un momento fueron grandes amigos.

Comenzó a caminar por la habitación sin saber que hacer realmente. Su corazón le decía que sería mucho dolor ver eso, pero por otro lado era muy masoquista y quería ir.

No tendría que haber ido a New York en ningún momento. Todo hubiera sido mejor si se quedaba en Los Angeles y mantenía la boca cerrada.

Como si no hubiese perdido mucho la dignidad ya, tomó su celular y entró a Whatsapp para envíarle un mensaje a Hailey.

Justin:

Hola rubia.

¿Nerviosa?

Revoleó el celular a la cama y nuevamente tiró de su cabello. Sentía unas ganas horribles de llorar, pero alejó ese pensamiento cuando su celular vibró. Lo tomó para leer su respuesta.

Hailey:

Justinnnn.

Estoy muy nerviosa, pero muy feliz.

Espero verte allí esta noche 💞

Justin suspiró pesadamente y escribió una respuesta rápida.

Justin:

Todo saldrá bien, brillarás como tu sabes hacerlo rubia.

Ahí estaré 💕

Gruñó molesto y volvió a tirar el celular a la cama. Había caído ante un simple mensaje.

Justin no dejaba de caminar de un lado a otro en la puerta de la iglesia. No tenía el coraje suficiente para entrar.

-Justin, hermano, es hora de entrar. -Dijo alguien a sus espaldas y él se volteó rápidamente.

-Lo sé Rory, dame un minuto. -Pidió y su amigo suspiró.

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