Mi arco iris entre nubes grises.

Capítulo cinco.

[Y O O N G I]

–¿Que tienes? –Me pregunta mi amigo– estas muy pensativo hoy.

–Jungkook ha estado muy callado, el no es así.

–¿Callado? –Afirmó con la cabeza– seguro es por su niñera.

–No seas absurdo Hoseok.

–El estaba acostumbrado a su antigua niñera, y admitelo hermano, su actual niñera es una bruja.

–Es joven.

–Pero bruja al fin.

No evitó reír por las estupideces de mi amigo, el día de trabajo a estado muy tranquilo así que tenemos oportunidad de hablar mas. Aunque el tema de mi hijo me preocupa.

–El pasado miércoles te llame mil veces y no respondiste. –Me dice de repente–

–Vi tus llamadas, pero estaba ocupado.

–¿Haciendo que?

–Estaba con alguien.

Como si eso fuera un pecado Hoseok me mira mas que sorprendido, no necesitó ser mago para adivinar lo que piensa: Una chica linda, yo, mis sábanas, alcohol y fiesta. Jaja, si supiera que en realidad fue: Una chica linda, yo, Kookie, Café, leche, y panecillos.

–¿Con quien?

–En realidad es mi vecina, pero no pienses mal, sólo tomamos café.

–Ya es ventaja escuchar que conociste a alguien. ¿Se ven diario?

–En realidad no la he visto desde ese miércoles, ya es sábado y no la he visto.

                       [*******************]

Cuando llegó a casa la niñera de Jungkook me da dato y seña de como se portó mi hijo, empiezo a tenerle confianza, pues ya lleva trabajando tres meses y hace bien su trabajo. Me dice que Jungkook se portó mal, y que no quiso hacer lo que ella le pedía, no me gusta castigarlo pero debe educarse.

La niñera se va, y yo voy en busca de mi hijo. Parece que tiene una pesadilla, esta sudando apesar de no estar tapado y desde ya puedo ver que su cama esta mojada, mi hijo no es así. Toco su frente, hago lo mismo con sus brazos y al final todo sus piernas para checar que no tenga fiebre, como si lo hubiera golpeado comienza a llorar.

–¡No quielo! –Grita aun dormido. Si fue una pesadilla–

–Kookie, soy yo. –Hago que me mire. El me mira como si su vida dependiera de ello, me quedo mirando los ojos de mi hijo unos minutos hasta que siento ganas de abrazarlo y lo hago– ¿Que tienes?

No responde.

–Vamos Jungkook, ¿que tienes?

–No quielo que me hagan nada. –La voz de mi hijo se escucha apagada, tal vez es porque lo dejo desde la mañana solo con su niñera, la culpa es mía, el necesita mas atención. Tendré que decirle a su cuidadora que la quiero mas témpano aquí–

–¿Que es es lo que no quieres? –Le murmuró a mi hijo. Y el otra vez no responde–

Cambió las sabanas de Jungkook, le doy leche caliente mientras preparó nuestra ducha. Prefiero pasar en alto el castigo que tenía preparado para el.

Desde que cumplió dos años le he acostumbrado a bañarnos juntos, talló su cuerpo con su esponja de Bob esponja, el la escogió, la mía es en forma de una estrella de mar, también la escogió el.

En su espalda baja tiene un moreton, seguro que jugando se lo hizo. Salimos del baño y me quedo con el hasta que se queda dormido.

Junto la poca de basura que tengo en la cocina para llevarla al basurero de la colonia. Al mismo tiempo que salgo yo, sale Sun-He, pero no lleva su pijama.

Sun-He sale con un vestido color crema ajustado, el vestido le llega arriba de las rodillas, no tiene escote pues le llega al cuello, eso si, no tiene mangas.

Acompañada trae unos tenis color blanco, y su cabello amarrado. Me gusta su estilo, pues no lleva gota de maquillaje.

–Hola. –Me dice sonriente–

–Hola sun.

–Pensaba visitarte mañana, ¿Sabes? Jungkook me cayó muy bien.

–¿No lo has visto?

–Desde el miércoles no. ¿Porque?

–Su niñera lo saca a jugar con sus pelotas cada tarde.

–Puedo asegurar que no le he visto afuera.

Me quedo pensativo unos minutos, no digo nada, pero tengo que preguntarle muchas cosas a la niñera.

–Cambiando de tema, te vez bien. –Admito un poco sonrojado–

–¡Gracias! –Me sonríe también con un leve sonrojó– no sabia que ponerme para ir a la feria.

–¿Fuiste sola? –Me apresuró en decir. No es que en Daegu haya inseguridad, pero hay que prevenir–

–Fui con un amigo de la infancia, descuida.

–Olvide que hay feria este mes.

–¿Que tal salimos mañana a la feria? Jungkook, mi hermano, tu y yo.

–Jungkook no ha estado muy bien, creo que le puede ayudar. –Sonrio sin mostrar los dientes. Ella frunce el ceño–

–¿El esta bien ahora?

Me quedo con la palabra en la boca cuando Jungkook sale corriendo a media calle, llorando y gritando. Corro a cargalo, Sun-He corre detrás mío. Definitivamente Jungkook no esta bien.

Invito a pasar a Sun, minutos después Jungkook se queda dormido en mis brazos y entonces Sun habla.

–¿Desde cuando esta así?

–No lo se, una semana o dos.

–¿Ha tenido cambios en su vida?

–Cambio de niñera hace tres meses. Desde entonces poco a poco se fue volviendo callado, tímido, y ha mojado la cama.

–¿Me dejarias hablar con el?

–¿Sobre que?

–Soy Psicóloga infantil, puedo ayudarte.