Strawberry Milk.

XXXII.

Recuperarse no es tan simple como abrir una ventana y dejar que la luz entre. No es un simple accionamiento de un interruptor, las cosas no se mejoran instantáneamente. Lo que recuperarse realmente significa, es buscar por un poco de coraje y esperanza. Al recuperarte tratas de olvidar todos estos grandes momentos de la vida que nunca fueron deseados. Pero no importa lo mucho que quieras que estos recuerdos se evaporen, te adhieres a ellos. Una vez que el océano te atrapa, el luchar para salir es más doloroso que el caer en él.

Pero recuperarse también es dormir los lunes, y quedarse hasta tarde los viernes. Es leche de fresa: llenando de felicidad tu barriguita, el aroma de nuevas velas en el aire para recordarte las cosas dulces. Es reírse tan duro que te ahogas en tu bebida con una risa, y comienza a salir por tu nariz. Son besos que endulzan tu mente, lentos, cálidos y dulces mientras caes en ese desastroso estado de amor. Es sentirse lleno después de la cena, pero comer postre igualmente, porque maldita sea, tu mereces ese pedazo de pastel doble de chocolate. Es recordar tarde en la noche, cuando estás atrapado en lágrimas y pensamientos de todos esos malos momentos, que los sentimientos pasan, y el mañana será mejor. Lo será.

Así es la vida. Está llena de buenas cosas, y malas cosas, y en realidad nunca sabes donde terminarás en el infinito kaleidoscopio que es el cosmos. Pero solo porque hoy es una mezcla de sal, agua y silenciosos sollozos, mañana es un nuevo comienzo que puede ser botar leche de tu nariz por reírte tan fuerte. Mañana los besos tal vez se sientan mejor que la miel, tal vez se sientan como un para siempre.

Todo comienza con unos minutos extra en la cama. Harry gruñe internamente y Louis gruñe externamente mientras los pitidos de la alarma comienzan a sonar. Créanlo o no, son las 9:00 a.m., pero es verano, y eso significa que debería ser la 1:00 p.m., y deberían levantarse sin el molesto ruido de la alarma. Harry tiene que ir a trabajar en la biblioteca, y Louis necesita llenar sus solicitudes de empleo. Así que, a pesar de que ninguno de los dos quiere hacer algo, son 'adultos' ahora, y tienen que hacer cosas de 'adultos', como tener responsabilidades.

Harry se estira en la cama, su pie chocando contra el tobillo de Louis mientras deja salir un sonido. Sus brazos se extienden sobre su cabeza, mostrando sus costillas debajo de su piel, y ahí es cuando Louis hace su movimiento. Él bosteza suavemente, acomodándose rápidamente bajo el brazo de Harry y envolviendo su propio brazo en su pecho, escuchando los pequeños sonidos que escapan de los labios de Harry. Es diferente, porque usualmente Harry es el que está envuelto bajo los brazos de Louis. Pero Louis piensa que le gusta de esta manera también, poder escuchar el sonido de su corazón bajo él.

"Lou, tengo que levantarme y bañarme," Harry dice, voz todavía grave.

"Solo unos minutos más." Louis mantiene sus ojos cerrados, sosteniendo a Harry más fuerte y murmurando un silencioso, "Por favor."

Harry suspira, "Pero tengo que preparar mi almuerzo, bebé," aclara su garganta, riendo suavemente, "Y buscar por ropa limpia."

Louis abre uno de sus ojos y mira a Harry. Se pregunta por qué nunca había visto a Harry desde este ángulo- justo debajo de su mandíbula. Está hacia abajo y sus labios se encuentran entre sus dientes, y Louis literalmente nunca había visto a Harry desde esa posición. Es dulce, siempre suave, su labio inferior se ve más grande y sus mejillas más redondas. Sus pestañas curvas, y la luz hace que dejen una sombra sobre sus pómulos. Sus ojos se ven más oscuros, un notable dorado rodeando el borde de sus pupilas. Los rizos de Harry están esparcidos en diferentes y desastrosas direcciones. Y Harry siempre se ve lindo, seguro, pero en ese momento se ve hermoso de una manera diferente, en este ángulo, y Louis está considerando en hacer esa posición más seguido.

"Te haré el almuerzo y te encontraré un outfit mientras estás en la ducha, ¿okey?" Dice, sin querer moverse, "Solo no me dejes ahora."

Louis momentáneamente cree que puede escuchar el corazón de Harry derretirse debajo de su oido mientras este sonríe cálidamente hacia él. Harry envuelve sus brazos en la espalda de Louis, y la otra se mueve sobre la cadera de Louis para sostenerlo. Sus dedos rozan suavemente de arriba hacia abajo la espalda de Louis, uñas cortadas en el largo perfecto donde en realidad no roza, pero tampoco rasguña, y Louis se siente tan pleno en su posición; envuelto bajo y sobre Harry de esa manera.