Dos.

20 6 1
                                    

El domingo me encontraba a unas horas antes de mi primer día de clases, la ventana de mi cuarto se encontraba abierta, y yo observaba el exterior fríamente sin ningún pensamiento que brotara, por un momento me sentí completamente vacío.
Fue una sensación interesante pues, aunque sabia que todo en mi vida se encontraba bien y que estaba "completo" por lo que tenía, me faltaba algo que me dejaba en blanco ante cualquier otra cosa; la sensación no duro mucho, pero me percate de ella y me hizo pensar en esta unas horas. Pasado el tiempo mire mi reloj y entendí que debía dormir en ese preciso momento o tendría que ir a la escuela sin haber dormido.

Me acosté como lo había propuesto y cerré los ojos esperando que llegara Morfeo y me llevara, pero no. Llegaban palabras, llegaban caras, llegaban momentos, llegaban recuerdos... Intenté callarlos, pero mi cabeza no estaba a mi disposición. La noche transcurrió y al final la alarma sonó sin yo haber podido dormir.
Me levante sin ánimos y me fui directamente al baño de mi cuarto en dónde me organice.

Al terminar salí de mi cuarto y me dirigí a la cocina, al llegar a esta observe a mi padre cocinando el desayuno.

-- Buenos días! -- dijo animadamente, yo no entendía como lo lograba a esa hora.

-- Buen día. -- agregue de una manera perezosa mientras me sentaba en la barra.

-- ¿Todo listo? -- me sonríe.

-- Papá, es el primer día, por muy interesante alguien se caerá y me reiré.

-- Que tosco...

-- Gracias! -- en ese momento mi papá se giro y me paso un plato con un omelette acompañado de un café.

La corta charla se detuvo por nuestras bocas llenas; pasaron 20 minutos aproximadamente mientras terminábamos y viendo el reloj, nos dirigimos al auto, mi padre me dejaría de paso.
El trayecto no fue largo, haciendo que en menos de nada ya estuviera en la puerta del instituto AMD. Su estructura era bastante amplia, suponiendo que esto era por las pocas escuelas en el lugar.

Sin dar mucho rodeo me dispuse a entrar ignorando todo en el entorno, era como cualquier instituto, no le iba a prestar tanta importancia. Llego un punto donde llegue al patio central, allí se encontraba una multitud de estudiantes junto con los profesores, los que se reconocían por estar mas elevados que el resto, aunque no se alcanzaba a ver sobre que se encontraban.
Me acerque a escuchar y entendí que era una reunión para los nuevos, por lo que me quede para evitar parecer un estúpido ante el resto; al llegar luego de que la charla iniciara, no entendía de lo que se referían, pero esperando unos minutos empezaron a hablar de los espacios que se manejaban en la institución y su funcionamiento.

Terminada la charla, todos iban a la primera clase del año en donde conocerían a el profesor designado para el curso e información sobre las materias que se verían en el semestre. Afuera de cada aula habían puesto una lista en donde nombraban los alumnos que estaban en aquel curso, ya sabía que las aulas de mi año se encontraban en el 3 piso.
Eran tres diferentes cursos que se catalogan como A, B y C, así que luego de leer dos listas sin encontrar mi nombre, me di cuenta que mi curso sería el C...

Entré por la puerta de esta sala y noté que estaba casi llena, me enfoque y me sente en la parte de al frente para prestar la mayor atención posible.
Mientras transcurría el tiempo, los asientos se fueron llenando y aún así el que estaba al lado mío seguía vacío.

-- Disculpa, ¿este lugar se encuentra libre? -- al escuchar eso gire mi cabeza para encontrarme con un chico con mirada amable, su cabello y ojos eran oscuros, casi negros.

-- Si, se encuentra libre, no te preocupes. -- Respondí con una ligera sonrisa.

-- Gracias. -- Me regreso la sonrisa y se sentó.

Luego de esta corta conversación, entro el profesor. Todos se quedaron callados y con un saludo de parte de el, la clase de inducción dio inicio.
Empezó a contarnos un poco de él, pero lo fundamental fue que su nombre es Sam y aparte de ser nuestro profesor designado nos impartirá la clase de química, posterior a su presentación decidió exponer a los 2 nuevos estudiantes... saco una lista y me llamo, quería que hablara de mi, por lo que para salir rápidamente de ello, me levante y con el tono de voz más apropiado que me salio en el momento comencé a hablar.

-- Bueno, mi nombre como ya se dijo es Nathaniel Otter, tengo 16 años y estoy aquí por el trabajo de mi padre. -- Sin decir nada más, me senté.

-- Ok, eso estuvo bien, sin embargo, siento que podrías hablar un poco más sobre tus gustos o ambiciones -- Me respondió calmadamente el profesor, a lo cual me levante nuevamente.

-- Mis gustos no van más allá de leer, escuchar música y dibujar. En cuanto a mi ambicion se encuentra la arquitectura. -- Él sonrío y me dio permiso a sentarme nuevamente.

-- Ok, la otra persona que llega al curso este año es, Noah Valentine. -- Dijo el profesor mientras estudiaba la cara de sus estudiantes.

De repente el chico junto a mi se levantó.

-- Hola... Soy Noah y tengo 16 años, me gusta jugar videojuegos y mi ambición es llegar a ser un desarrollador de estos mismos. -- Se veía un poco nervioso pero lo controlo bien.

-- Perfecto, eso estuvo maravilloso, muchas gracias Noah y Nathaniel.

La clase siguió su rumbo y luego de una hora, Sam nos brindó un descanso en lo que el iba a por unos documentos.

-- Esto anda siendo muy aburrido. -- Noah intentó entablar una conversación.

-- Pues, no se puede esperar mucho de una inducción -- Solte una pequeña risa y gire a verlo.

-- Eso es cierto... -- Nos quedamos callados un rato. -- Así que... ¿no conoces este lugar? -- Logro rescatar la conversación.

-- Eh... no, la verdad es que no. ¿Y tú?

-- Yo si, he vivido aquí desde que nací pero me encontraba en otra escuela.

-- Entiendo, y ¿porqué te cambiaste?

-- Problemas personales. -- me dijo con una pequeña sonrisa que se reconoció falsa.

-- Lamento escuchar eso.

-- No te preocupes -- complemento su frase con una pequeña risa.

Seguimos con nuestra conversación sin ningún problema hasta que en cierto punto se me cayó mi lapicero, me moví de mi silla y lo recogí, pero al momento en el que iba subiendo la mirada, me choque de golpe con aquellos ojos marrones que ya había apreciado en el restaurante de comida rápida días antes. Era aquel chico y me estaba observando.

~ LOST ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora