Capítulo 5.

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Ya han pasado 3 semanas desde que Lincoln y las chicas recibieron la noticia, en ese tiempo llegaron los cuerpos para ser identificados y se ofreció el servicio funerario. El abuelo Albert fue quien reconoció los cuerpos, ya que ninguno de sus nietos parecía aceptar la realidad.

Albert: Si, son ellos.

Fue lo único que le dijo a los chicos cuando salió de la morgue. Durante el servicio conocidos, amigos y compañeros de trabajo de los adultos se acercaban a dar su pésame a la familia, algunos más siceramente que otros. Durante la ceremonia ninguna se quería acercar a los ataúdes, ni siquiera Lucy, el único que les dio una ultima mirada fue Lincoln, quien comprendía que esto era real, así entre llantos y negación despidieron por última vez a sus padres.

Con la falta de los padres los muchachos quedaron con una duda, ¿que seria de ellos? Ni su abuelo ni la tía Ruth podían hacerse cargo de todos, y separarse no era una opción, después de pensarlo mucho Lori se decidió a ser la tutora legal de todos sus hermanos, realizó un rápido viaje hacia la universidad para darse de baja y poder recuperar un poco de la colegiatura que ya estaba pagada.

Al volver todos se dieron cuenta de una cosa, seria la primera navidad que estarían completamente solos, Albert se ofreció a acompañarlos, estos amablemente se negaron, el debía descansar, había perdido a una hija.

Las fiestas pasaron sin pena ni gloria, el año nuevo nunca había sido tan silencioso y patético en esa casa, amigos y conocidos de los chicos se habían presentado en más de una oportunidad para intentar mejorar su humor, una amable negación bastaba, ninguno quería ver a nadie, se la pasaron encerrados en la casa juntos, separándose únicamente para su aseo personal.

Hay a ya casi 1 mes desde la muerte de los señores Loud en el patio delantero se podía ver al peli blanco sentado en el pórtico, tenía la espalda curvada y la cabeza agachada, se veía derrotado.

Lincoln: ¿Hmm? - ¡Oh! Son ustedes, saben, no siempre estuve de acuerdo con mis padres, tener tantos hijos no era algo normal, pero al final del día siempre tenían algo de tiempo para todos nosotros, claro a veces tenían sus prioridades, como evitar que Lily se comiera algo que no debía, que Lisa no nos pusiera en riesgo mortal, que Lola no gobernará con puño de hierro sobre su clase, que Lana no metiera animales venenosos a la casa, que Lucy no invocar a un demonio real o que no matará a nadie de un infarto, que Lynn no se rompiera nada practicando parkour, que los vecinos no demandarán por las bromas de Luan, que Luna no destruyera la cochera o la sala o cualquier lugar durante algún ensayo, que Leni no convirtiera todas las cortinas y manteles de la casa en atuendos o que Lori no nos asesine en un arranque de ira o nos olvide en el supermercado - riendo levemente -  cualquiera era mala. Realmente no eran malos padres, pero.... - sujetando su playera a la altura del corazón - ....no duele, se que se fueron, pero no eh podido romper en llanto, no me eh podido deprimir, no puedo... - cayendo de rodillas - sentir nada, los extraño, mucho, pero no puedo decir que murieron. Al darme la noticia no hubo llanto, durante la ceremonia no derrame ni una lágrima, al verlos en esa enormes cajas donde estarían el resto de la eternidad no hubo reacción, simplemente parezco un muerto. Sentí rabia, odio por mi mismo, mientras mis hermanas compartían su dolor entre ellas yo parecía alejarme, como si esta no fuera mi familia, al final del día lo comprendí, no éramos 11 hijos y 2 padres, eran 10 hijas, 2 padres y yo, sin un lugar fijo para mi.

La vida de Lincoln Loud.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora