Excelsior 40°43′42″N 73°59′39″O

Vivian Livingston: parte 1

Bajé de mi cuarto en pijama: unos shorts azules de encaje y una blusa igual, que dejaba a la vista mi abdomen.

Solo podía pensar en Brooke. El hecho de que no me había hablado desde ayer me desconcertaba, nunca pasamos más de unas horas sin saber de la otra.

Fuí a la cocina por un vaso de agua y quedé bastante sorprendida: había un hombre como de unos 35 años en ropa interior recargado en la barra tomando agua.Mis ojos fueron explorando cada centímetro de él, empecé con su cabello negro despeinado hasta que me distraje con su abdomen marcado. Después de unos segundos reaccioné, seguro lo traje anoche conmigo y no lo recuerdo por los efectos del alcohol. Para ser una conquista hecha en un bar fue una muy buena.Él notó que lo estaba observando, me miró un segundo y se volteó.

-¿La pasaste bien anoche?- me acerqué a la barra-.No eres el primero así que dejaré las cosas claras: no me enamoro y tampoco deberías después de una noche de sexo.- vi que casi se ahoga con el agua por la risa, levanté una ceja y lo miré confundida.

-Santo cielo,¿crees que estuve contigo anoche?- se rió una vez más, lo cual me estaba irritando-.Para empezar soy unos 18 años mayor que tú y no podrías conmigo- me miró de forma engreída, como si él fuera la octava maravilla que nunca podría conseguir.

Me empecé a enojar y pensé en cómo se atrevía el idiota a sentirse la gran cosa. Si quiero lo puedo tener comiendo de mi mano. Cuidado guapo extraño, Vivian Livingston te tiene en la mira y no te va a dejar escapar ileso. Se volteó dándome la espalda y vaya que era una gran vista: su espalda estaba marcada, se veía que pasaba mucho tiempo en el gimnasio y tenía un trasero muy bueno.

Tal vez no era la octava maravilla, pero si era una maravilla tener esas vistas en las mañanas.

Escuché unos pasos que venían de la sala principal y vi una mujer esbelta de 40 años, pelo castaño largo y sedoso que portaba unos ojos color azul igual los míos,era mi madre.

-Cariño, creo que ya conociste a mi hija Vivian- al escuchar estas palabras sentí cómo si mi mandíbula hubiera caído al suelo, no puede ser. Miré confundida a mi madre y solté una risa, ya que seguro era una broma.

-¿Cariño?, buena broma mamá casi caigo- ahora mi madre era la que me miraba confundida. Si podía ser, era su nuevo novio del cual llevaba hablandome desde hace 1 mes. Me quedé en shock,¿ acabo de insinuar que había tenido sexo con el novio de mi madre?, Dios mío.

-Que bueno que ya se conocieron, los dejaré convivir un rato, tengo que ir a arreglar unos asuntos al trabajo y tendré un viaje de negocios. Matt- volteó a verlo -te quedas a cargo.- mi madre me volteó a ver con felicidad y me tomó del mentón-Dale una oportunidad Viv, se que se llevarán genial- me dio un beso en la frente y se fue.

Antes de poderle decir algo, Matt se había ido.Lo busqué en la sala de estar, pero solo me encontré con una vieja foto enmarcada.Éramos mi madre,mi padre y yo.

La foto es de cuando tenía 9 años y viajamos a España por mi presentación de flamenco. Mis padres nunca fueron perfectos y casi nunca estaban conmigo, pero ese viaje es uno de mis mejores recuerdos. Recuerdo que después de mi presentación fuimos por helado y viajamos a Andalucía, uno de los lugares donde se originó el flamenco. Bailarlo era mi pasión y mis padres lo sabían. Años después mis padres se separaron y desde la separación no he sabido nada de mi padre, claro, ¿ cómo iba a poder ver a su hija y decirle que iba a dejarla a ella y su madre por una zorra cualquiera?, desde entonces le guardo un poco de rencor a mi padre y a su puta barata.

Miré mi reloj, tenía media hora para arreglarme e irme a la escuela asi que dejé que el idiota de Matt se escondiera, luego me ocuparía de él. Me metí a bañar y dejé que el agua cayera y se llevara el mal rato que había pasado al ver a mi estupido padre en la foto. Siempre me ha dado tranquilidad sentir el agua caliente en mi cuerpo.