En todas las Vidas

Dulce

Howard ya estaba un poquito harto de escuchar a Steve.

-Es perfección pura.

Ya le habia dicho eso, por telefono. Unas cuantas mil veces antes de que se reunieran en ese pobre café. El alpha habia conocido a una omega que lo había dejado vislumbrado en una de sus misiones.

Howard habia estado muy enamorado de el en el pasado, lo cuál alteraba un poco su orgullo. Porque mientras trabajaron juntos ni una sola vez se fijo en el; creia que mayormente sus afecciones correspondian a Peggy. Pero de pronto se dio cuenta que ni siquiera ella despertaba ese lado animal al que respondian todos los de su casta con la persona elegida.

Se dijo que estaba bien, que nadie era tan bueno para Steve. Porque sin embargo amaba a la omega Carter, luego lo creyeron muerto por unos veinte años. Para luego descubrir que tan solo estaba desaparecido y el suero no lo habia hecho envejecer ni un solo día. Tan perfecto y angelical como siempre, pero Peggy ya se habia casado, Howard igual y encima tenia un hijo.

-Y que lo hace tan perfecto?

-Es la persona de corazon mas bueno que existe.

Eso se lo imaginaba, siendo Steve quien era.

-Sus ojos son tan luminosos, su sonrisa es tan hermosa, sus rizos castaños tan agraciados.

-Lo entiendo es bella físicamente.

-Bello.

Hombre? Bueno, ese era otro golpe duro a su vanidad.

-Lo siento, solo asumí que era mujer. Pero si se de omegas masculinos que son muy hermosos. Mi mismo hijo ha sido digno de admiración por muchos años.

Siendo ambos betas aun no se explicaba como Anthony habia salido omega.

-Disculpame Howard pero aun tu hijo, no creo que se le compare. Y ademas no solo es eso; es divertido, inteligente, bondadoso...

Dijo Steven con un noto muy soñador.

-Y hablando de eso. Cuando piensas conocerle, te llevo invitando a mi casa desde que reapareciste.

-Tienes razon, no he querido ofenderte. Es que la adaptacion ha sido muy dificil y me la he pasado de mision en misión.

-Cuando te esperamos entonces?

-Algun tiempo más. Los dias que me quedan libres estoy tratando de convencerle.

-De que sea tu omega?

-De que me de una oportunidad.

-No te acepta? Sabe quien eres?

-Creo que sí. Pero no le impresiona; solo me ha dicho amablemente que ya no lo intenté.

Miren lo que es la vida.

-Y qy0e le has dicho?

-Que no me dare por vencido. El es mi omega Howard, lo siento en mis huesos; no se porque se resiste a aceptarlo pero tiene que ser.

Tal vez es porque estoy viejo.

-Ya hablamos de esto con Erkshine, tu aroma atrae a veinteañeros en su mayoría, porque biologicamente eres un alpha de 29 años.

Steve se veia desperanzado.

-Lo amo Howard.

Auch, penso que después de tantos años ya no doleria.

-Y si nunca me acepta? No se que haría.

-Hey, hey. Le dijiste que no ibas a rendirte no? Pues no lo hagas; a algunos omegas les gusta hacerse los dificiles. En especial los hermosos, alimenta su vanidad.