Close to me. (LeviHan)

Vol. 1 Capítulo 7

SNK no me pertenece.

Aviso: en este capítulo veremos un poco de otro personaje muy importante para la trama.

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Hanji definitivamente quería despertar cada mañana al lado del hombre que amaba pero no estaría completamente feliz si no aceptase la propuesta de Erwin. Quería creer que de verdad quería tanto a Levi como para declinarla pero se encontró con que aunque le doliera mucho el dejarlo por tanto tiempo, quería ir y se sintió muy mal consigo misma por ello. ¿Culpa? ¿Remordimiento? 

En la vida diaria, acostumbramos a poner sobre una balanza nuestras decisiones, por muy triviales o complejas que sean, siempre tenemos que medir cuál es la mejor para nosotros frente a el predicamento que enfrentemos, sin embargo, aunque sean puestas para medirlas, el origen de las decisiones puede no ser del mismo tipo sino algo completamente opuesto; predicamentos de distinta naturaleza que llegan a coincidir en algún punto en el que se superponen así que se deben de poner en tal balanza para elegir un proceder adecuado. Es muy rara la vez en la que los platos se llegan a equilibrar pues su contenido tiene el mismo peso en la vida.  

Así estaba ella, no sabía qué hacer y cuando no se sabe qué hacer, hay que buscar algo que incline esa balanza hacia un lado, por más trivial que sea.

Si se quedaba, vería a Levi todos los días al otro lado de la calle, vería su serio rostro, su corta figura y... a esa chica, esa niña quien se había aparecido en sus vidas. Si se quedaba allí, tendría que verlos y realmente no sabía si podría soportarlo, fuere lo que fuere y por lo que entendía, de todas formas no estaría feliz pero estaría allí incondicionalmente para él. 

Si se iba, vería tantos lugares que iban más allá de su basta imaginación, obtendría conocimiento que no podría adquirir solamente leyendo e investigando. Viajaría, tendría experiencias únicas pero... estaría lejos de su hogar por mucho tiempo, rara vez se había alejado de su ciudad de origen; hasta hace un par de años, la gente de allí tenía que pedir varios permisos al gobierno para moverse incluso dentro del país. 

Paradis era una enorme isla cuyo gobierno era monárquico, todo el país estaba dividido en distritos y realmente no era una nación que se caracterizara por tener relaciones internacionales, se decía que incluso estaban de cinco a diez años atrasados tecnológicamente con respecto a países como Japón o China pues se buscaba independencia en ese ámbito, el anterior Rey quería que todo el desarrollo científico se diera únicamente por los cerebros de gente originaria de su nación. La nueva reina, quien era realmente muy joven, deshizo varios mandatos de su padre en todos los ámbitos así que por eso ahora se podía aspirar a salir de la isla con mayor facilidad pues buscaba el progreso para toda su gente; por esa razón le fue concedido el financiamiento y los convenios necesarios a Erwin, sería un beneficio que uniría a varias naciones. 

Amor o conocimiento, esas eran sus opciones.

- Sí, debo pensarlo mucho- se dijo a sí misma mientras se recostaba ahora en su cama. El malestar de la resaca persistía y debía reposar adecuadamente o todavía sentiría los efectos al día siguiente. 

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Mikasa Ackerman quería creer que era una chica normal, iba a la escuela, tenía amigos, un chico que le gustaba y familia, todo eso hasta hace poco.

No quería recordar el asesinato de sus padres así que solamente se centraba en lo que vino después, la familia Jaeger la recibió como a una hija más, a Karla y a Grisha no podría llamarlos padres porque le avergonzaba hacerlo así que se dirigía a ellos como sus tíos y los quería muchísimo, nunca hacía algo que los hiciera molestarse con ella, procuraba sacar las mejores notas en la escuela para hacerlos sentir orgullosos y sobre todo, que no se arrepintieran, que no la rechazaban como ocurría con él...