Close to me. (LeviHan)

Vol. 1 Capítulo 8

SNK no me pertenece

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Capítulo 8 

Levi había leído tantas cosas en su vida y otras tantas se le habían quedado en la memoria, una de ellas era la manera en la que se percibe el tiempo; pensadores afirmaban que éste no existía sino que era simple movimiento y que el haber puesto una forma de percibir ese trasiego era lo que hacía que una sociedad tuviera una manera de sobrellevar ese concepto tan abstracto. Se habla de horas, minutos segundos, años, lustros, siglos, y aunque una persona sepa del número y magnitud del movimiento universal del que se habla, no puede alcanzar a imaginar lo que hace el simple humano mientras la tierra gira, mientras viaja por todo el universo. Si uno dice "mañana haré tal cosa" se imagina haciéndola mas no los actos intermedios que deben de ocurrir para ese fin; si uno dice "le voy a declarar mis sentimientos", piensa en las palabras que dirá en el momento pero no en lo que sentirá antes o después de haberlas dicho, mucho menos se puede alcanzar a imaginar que algo puede segar esa acción. Pensamos que mientras se quiera se es posible pero el hado es caprichoso, parece que le gustan los retos que le imponen cuando alguien da por hecha una cosa y hace lo posible o imposible para torcerlo de otra manera; no siempre ocurre pero cuando acontece, acaecen sucesos completamente inesperados. Levi supo que su vida sería así, que si planeaba una cosa, la estabilidad se esfumaría rápidamente; no se autoproclamaba desafortunado o infeliz o malaventurado, sino que se acostumbró a ello tal y como se acostumbran los ojos a ver la luz luego de estar en la oscuridad, sin embargo le gustaba tener un puntero, alguien que hacía que su vida no se fuera por la borda. Siempre había sido ella, sentía que si iba muy lejos y que si miraba hacia ella, podría hacerlo todo, podía respirar profundamente y afrontar la forma en la que un problema le venía...

¿Y ahora qué le estaba pasando? ¿Por qué no podía tomar esa manera de pensar y tomar fuerza del amor que tenía por ella y escalar esa montaña de problemas? 

Fácil, porque eso no se solucionaba estudiando ni pagando dinero o pensando. 

Era difícil de creer que un montón de leyes que escribieron personas pudiesen determinar su situación de ahora en adelante. 

Mientras por allá en algún lugar del cosmos un agujero negro devoraba un sistema solar, dos galaxias colisionaban o una estrella moría, él estaba allí en la tierra, en su casa, acostado en su cama queriendo estar en esos lugares pues era tan difícil ser un simple humano que estaba siendo amenazado por lo que decía un libro que contenía lo que sí y no debía de hacerse para no ser castigado de la forma más extraña pero efectiva que se inventó.

- Maldito Kenny- murmuró Levi y se removió en su cama para acostarse de lado. Sabía que su tío era un hombre irresponsable y como tal, era obvio que no contaba las rebanadas de pan que se comía ni las flores que pisaba pero nunca se imaginó que estaría así por esas razones. 

¿Un hijo? ¿una nieta? ¿él siendo el responsable de esa niña rara? Porque sí, la primera impresión que tuvo de aquella chica fue que le pareció rara y tétrica. Sus rasgos eran asiáticos y solamente se parecían en el cabello pero era un color tan común entre las personas. Apenas hace siete días que sabía de eso y le parecía tan fresca la impresión...

A las seis de la tarde del lunes pasado, Mikasa y Zeke se presentaron en la casa de Levi, él los hizo pasar y de inmediato abordaron el tema.

- Hable- dijo Levi y cruzó los brazos.

- No puedo creer que usted y Mikasa sean realmente parientes. Usted es tan bajito- comentó Jaeger  como una broma para romper el hielo. 

- Pues si lo creyera no estaría aquí jodiendo mi vida.

- Solo estaba bromeando.