one shots [bohrap cast / queen]

i'm in love with my car [gwilym lee]

Gwilym estaba arreglando su garaje, estaba sin camisa por el sorprendente calor que arrasaba en Londres, mientras su vecina Mary lo vigilaba desde el ventanal de su habitación.

Desde muy joven, ella sentía atracción por el hombre. No era muy mayor que ella, si acaso dos años, pero eso no solía importarle.

Mordió su labio viendo cómo el mencionado, entro al garaje dejando el auto en la banqueta, Gwilym amaba demasiado a su auto. Después de unos minutos salió con una cubeta llena de agua y una esponja, en otro recipiente hondo tenía jabón.

Era el pasatiempo favorito de la chica, verlo hacer cualquier actividad, pero su favorita era cuando lavaba su auto y ella podría disfrutar de al menos parte de su desnudez.

-¡Te pillé! -Gritó su madre en cuanto la descubrió, haciendole dar un grito y un salto por el susto.

Giró su rostro para verla con una sonrisa.

-¿Que veías, hija? -cuestionó su madre miró divertida y se asomó de igual manera que ella.

Gwilym las veía a ambas con una sonrisa, el rostro de Mary se puso de mil tonos.

-¡Oh, Lee! Mi hija te espía -Le informó  en un grito su madre, con su sonrisa traviesa, de inmediato Mary se puso de pie y fue a tirarse a su cama.

-¡Mamá! Eso fue vergonzoso, ahora me creerá una acosadora -rechistó con pucheros

Escondió su rostro enterradolo en la almohada.

-No lo creo, cariño. Está viendo hacia acá a ver si sales a verlo -dijo riendo y viéndolo aún, dándole la espalda.

-¡Mamá deja de verlo! -pidió sonrojada y la haló suavemente hacia atrás para que dejara de ver al muchacho.

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Días después del sucedido, Mary trataba de salir en momentos que Gwilym no estaba. No quería encontrarmelo, no después de eso.

Había estado viniendo su casa, pidiendo azúcar o invitándolas a eventos de la ciudad. Su mamá siempre lo atendía y Mary solo escuchaba su preciosa voz, imaginando sus expresiones, mientras se escondía detrás de algún sillón o desde las escaleras.

Ese día venía caminando hacia su casa por la avenida, el bus paso demasiado rápido y nisiquiera pudo detenerse para poder subirla. Aquela sería una caminata larga o eso creía.

A su lado se detuvo un auto, no lo vió bien, solo de reojo. Siguió caminando con los audifonos puestos, el auto avanzaba a distancia que fuera a su lado y de manera que ella daba los pasos. Paró en seco, irritada y bastante alarmada, entonces vió el reconocible auto rojo de su vecino.

-Vaya, hasta que volteas. Me canse de hablarte y decidí seguirte hasta que reaccionaras -comentó Gwilym riendo, aún dentro del auto.

-Hola, Gwilym -Saludó amable con la mano y el apagó el auto para verme, aún dentro de el, sentando en el piloto-. Perdoname, no suelo detenerme camino a casa, por precaución -Hizo su boca a un lado, en una mueca de disgusto, y sonrió deshaciendo el gesto.

-Yo lo entiendo, tranquila -sonrió y todo dentro de Mary se alboroto.

¡Malditas mariposas!, pensó.

-¿Vas a casa? Puedo dejarte, voy allá -Ofreció él, amable, ladeando su cabeza hacia dentro del auto.

Lo pensó unos segundos y después asintió para rodear el auto. Él quitó el seguro para que subiera, se puso el cinturón y él comenzó a manejar.

Empezaron a platicar, cosas típicas para conocerse. El camino era realmente agradable a su lado, le conto que actuaría en una película. Mary sabía que él  era actor, pero algo como interpretar a Brian May sería complicado. Aunque no dudaba que no podría hacerlo.

-Llegamos -Sonrio estacionado ya frente a su casa.

Vivían al lado así que no había problema que se estacionara.

-Te invitaría a cenar, pero alguien te espera -señaló de nuevo con la cabeza la puerta de su casa, donde su madre junto a su padre estaban afuera.

Ella estaba dando saltitos y su padre (no muy contento) les daba una sonrisa, sabía cuan celoso estaba de verla con un chico mayor, pero no podía negar que había Sido una tarde increíble.

-Nos vemos, linda vecinan-el beso su mejilla y se bajó del auto para abrirle la puerta.

Roja, a más no poder, y con una sonrisa tan grande que no cabía en mi rostro, Mary bajó. Sus piernas temblaban pero podían reaccionar y moverse. Bajó con cuidado y cuando estuvieron frente a frente, besó su mejilla de manera amistosa, aunque moría por dentro.

-Nos vemos, apuesto vecino -Le sonrió y se alejó para ir a su casa, estaba segura que estaba sonriendo.

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-¡Amor! Ya llegué -Menciono su esposo apenas abrió la puerta, Gwilym Lee (su ahora esposo) había llegado de grabar una serie.

-Shh, cariño... -Le llamó la atención susurrando, había alzando fuerte la voz y podría despertar a su niño de unos cuantos días.

Así era, su vecino, ahora esposo, empezó a salir con ella un día después que me había llevado a casa. Todo resultó ser una maravilla, para el estreno de Bohemian Rhapsody, ya eran novios y bueno, ya era su prometida.
Después de unos meses, quedó embarazada y ahora, tenian un hermoso niño llamado Brian Lee.

Era un pequeño de tez blanca, ojos marrones cautivadores, una hermosa sonrisa, nariz y cabello negro como su padre.

-Perdón, amor... Papi suele ser un idiota en ocasiones -Gwilym le sonrió al niño y se hincó frente a ellos, para besar su cabello.
Mary soltó una risita burlona por lo último.

-Bueno, en la mayoría soy un idiota, pero así me amas, vecina linda -Repitio aquel apodo con dulzura, Mary se sonrojó, y depositó un beso en sus labios.

-Te amo cariño -Le susurró en el beso y el sonrió.

-Yo también -lo escuchó susurrar y sonrió.

Finalmente, amaba más a Mary, que a su auto.