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Dylan Wolferd.

El olor a palomitas de maíz o bueno lo que queda de ellas, estaban quemadas. Inundaba la cocina con ese dichoso olor que provocó que Ann viniera corriendo a donde yo estaba.

- ¡¿Papá que pasó?! --la precaución con la que lo dijo me hizo recordar a alguien--.

Hablando de ella, hoy es su competencia y doy por seguro que estará nerviosa y con una preocupación por nosostros inimaginable.

-¿Papi? --la voz de Annaisha me hizo volver a la realidad-- ¿Estás bien?

- Claro preciosa...--hable amablemente, de la vitrina saque otro paquete de palomitas y otro de galletas de chispas de chocolate--.

Al terminar de prepararlas fui a la sala donde una Annaisha quien impaciente encendía el televisor con el canal correspondiente. Colocándonos en nuestros regazos dos cojines  con el tazón de palomitas encima de él dio inicio la competencia.

Una mujer alta de cabello rubio y recogido en una coleta alta con tez blanca, donde su piel resaltaba con un vestido floreado acompañado de tacones negros al hablar el idioma ingles trataba de que fuera perfecto en ocasiones se le dificultaba, lo cual ignore y comencé a ver el programa.

Aquella chica presento todo, incluso entrevistaba a las personas a su alrededor para que dieran su opinión a sus patinadores favoritos donde claro en nombre "Lizzie Woods" era repetido en varias ocasiones.

Un chillido me distrajo de la pantalla. Ann quien estaba con su peluche de gorila y con un puño de palomitas en la boca donde "compartía" con su peluche, colocando palomitas en la boca del gorila además de comentarle que su madre estaría allí.

Sonreí ante aquella escena. Y continúe mirando el televisor.

Lizzie Woods F.

Nervios...

Es lo que me invadió de repente al saber que sería la siguiente después de mi amiga Rachel quien ahora estaba dándola toda en la pista de hielo. Mi respiración era entrecortada, mis manos sudaban y sentía escalofríos.

La canción de mi presentación había terminado en el reproductor para dar inicio a la canción favorita de Dylan.

Dylan...

Ese hombre que tanto amaba que aunque no este aquí a mi lado se que me esta dando ánimos desde casa. Deje reproducir dicha canción para después dar un último vistazo a mi casillero, la foto de nosotros tres, estaba en el fondo acompañado con el collar que me obsequio Dylan.

Lo tome en mis manos y lo mire con una sonrisa en mis labios.

- Lizzie --la voz seria de Alison me hizo mirarla-- Vamos preciosa, ya casi es tu turno.

Asentí con la cabeza y deje en collar en su lugar cerrando el casillero.

Al estar llegando a esa puerta donde atrás de ella estaba el hielo frio y miles de personas en el público provoco que mis nervios aumentaran el doble de lo que estaban antes. Deje de caminar y Alison al notarlo me abrazo de manera reconfortante.

- Lizzie, preciosa tranquila --su voz segura me tranquilizo-- Lo harás bien, solo tienes que...

- Confiar en mi misma --termine por ella-- Lo sé.

Ella me sonrió amablemente.

- Lizzie. Sabes que a mi no me importa si no ganas, solo quiero que te diviertas haciendo lo que amas --su voz suave me hizo asentir bajando la mirada. Ella levanto mi mirada y me sonrió mostrando sus dientes-- Lizzie...

La chica rara dentro del aviónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora