Louis nunca se caracterizó a si mismo por ser un hombre al que le importara mucho la opinión de la gente alrededor de él. Jamás le importo demasiado que las personas tuvieran una impresión errónea, aunque toda su vida se había basado en eso, por haber crecido en una familia que siempre contaba con los reflectores tras de ellos y como siempre había un montón de esos artículos estúpidos de revistas que solo buscaban exclusivas "jugosas" para exprimir a algún famoso rondando por ahí. Siempre lo había dejado pasar y sinceramente había estado muy bien con ello, porque al fin y al cabo eran sus opiniones y con preocuparse por ellas no iba a lograr mucho. O nada, realmente.
Ni siquiera cuando se volvió el dueño más joven en el mundo dentro de una empresa con activos de más de 1.915 billones al año, gracias al fallecimiento de su abuelo, que le heredó su empresa a la única persona de la familia que todavía le caía bien ya que como él lo había dicho antes de morir "todos son unos malditos interesados de mierda a los que solo les importa el dinero qué me gané con todo el sudor y dolor de mi culo. Louis es el único al que le interesa la empresa que forjé aquí. Y es el único que se la merece".
Ni en ese entonces le había importado mucho si su propia familia creía que era un don nadie que no se merecía esa empresa y que no podía cargar con tal responsabilidad, porque lo único que sabía hacer con su vida era drogarse y acostarse con cualquier mujer que se encontrara a las 3:00 a.m en un bar. No le interesaba que pensaran que no era capaz de mantener una empresa con apenas 24 años, porque no tenían ni idea.
Y era algo tonto, banal, sin importancia. Y porque Tomlinson Industries era algo más, y él sabia que era perfectamente capaz. Y mientras tuviera esa clase de confianza en sí mismo, nada podría romperlo o tirarlo abajo.
Fue por eso que no pudo responderse la razón por la cual le tomó tanta importancia cuando un chico de mirada reluciente y rizos color chocolate le soltó una frase parecida a "para ser un el jefe de una empresa que está dentro de las más importantes del continente, tu cabello parece algo que mi gato acaba de vomitar".
Se sintió como si acabara de ser golpeado como un saco de boxeo. Su mente automáticamente quedó en blanco, sin entender que acaba de suceder.
Una. Persona. Realmente. Le. Había. Dicho. Eso. A. Él.
Y sinceramente no entendió. Desenfocado miró hacía cualquier parte. Porque tenía que ser una broma, seguro era eso, ¿no?
Nunca había sido egocéntrico, ni había necesitado cumplidos en su vida, pero...
Todas las personas simplemente se arrastraban por un poco de su atención, demasiado necesitados por tenerlo a él cerca. Las que conocía lo llamaban "señor Tomlinson", aunque tuviera 24 malditos años y ni siquiera estuviese casado.
Y aunque Louis hubiera querido no pensar en que el comentario de ese hombre había herido de tantas maneras posibles su ego, lamentablemente lo hizo. Se encontraba tan herido, como si le hubieran dicho de verdad algo malo a su persona, cuando había sido un comentario tan simple y realmente sin importancia a algo tan banal como su cabello.
Louis recuerda con claridad cómo había deslizado la tarjeta con el numero de su salón en su mano sutilmente y le había guiñado un ojo antes de alejarse con una copa de champagne pegada a sus labios. Después de preguntarle a unas cuantas personas, se había dado cuenta de que era una especie de stylist, que se encargaba de crear la imagen de muchos famosos de todo tipo de medios. Y que si se había interesado en él, era probablemente porque algo había llamado su interés.
A la mierda.
Se había pasado toda la noche siguiente renegando de él con esa pequeña tarjeta aferrada con fuerza a su mano y jurándose a si mismo que no llamaría, porque no importaba lo que el hombre estilista pensara, él se sentía bien consigo mismo tal y como estaba.
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i'd rather having nothing than not having you || L.S
Fanfiction"Creo que fue una terrible idea que accedieras a venir, en primer lugar, Harry." Ok. Eso claramente parecía ser una conversación privada, Louis debía pasar de largo e irse. "Sabes perfectamente que no puedo decirle que no a Louis. Además, ¿qué esp...