El poder de la trifuerza

Capítulo 1

El reino de Hyrule un hermoso próspero gobernado por la familia real de Hyrule el rey Lurrolph y la reina Aria junto con su pequeña hija Zelda desde que se anunció el nacimiento de su hija el rey Lurrolph se reunió con los sabios del reino sobre lo que depararía a su hija y tal como temía los sabios le dijeron que la princesa estaba ligado aun destino del que no podría escapar lleno de sombras y peligros.

- no hay nada que se pueda hacer.

- me temo que no mi reina, la princesa Zelda está sujeta aun destino del que no se tiene escapatoria.

- no...Mi pequeña- dijo la reina Aria abrazando a la bebe- no hay manera de cómo protegerla.

- según las leyendas cuando Hyrule está a punto de sufrir una amenaza el héroe hará presencia y salvará al reino y protegerá a la princesa.

Al escuchar las palabras de los sabios el rey Lurrolph mandó a buscar al héroe legendario con el propósito de proteger a su hija y su reino sin embargo las búsquedas fueron en vano no había rastros del héroe por ningún lado y todos aquellos que decían ser el resultaron ser un engaño ya que solo quería fama y beneficios aun así el rey no se dio por vencido abriéndole las puertas a muchos jóvenes aspirantes para convertirse en caballeros con la esperanza de que alguno de ellos fuera el héroe que tanto buscan.

Los años pasaron y la bebé Zelda ya había crecido convirtiéndose en una hermosa joven y aun no había rastros del héroe legendario y el rey comenzaba a impacientarse ya que el destino de Zelda estaría por cumplirse debido a que han habido reportes de ataques a las aldeas cercanas y los monstruos son cada vez más frecuentes de ver, la familia real estaba tomando él te en los jardines del castillo.

- padre, quisiera ir a pasear con Impa.

- Zelda mi querida hija sabes lo que opino de que salgas.

- lo sé, sé que es por mi bien y mi seguridad pero te prometo que no iremos lejos, nos quedaremos cerca de la ciudadela.

- querido Zelda ha estado toda su vida en este castillo salir un rato no le haría mal además Impa estará con ella.

- está bien, pero no vayas muy lejos.

- gracias padre.

Zelda se levantó y fue con Impa quien la seguía de cerca, Zelda observaba los alrededores aunque quería ir más allá de los bordes del castillo sabía que si desobedecía a su padre no la dejaría salir de nuevo, Zelda se detuvo mirando al bosque por alguna razón quería ir ahí.

- princesa debemos volver.

- Impa siento que hay algo en el bosque.

- princesa su padre no quiere que vaya lejos, será mejor entrar, si hay algo ahí yo misma me encargare de averiguarlo pero será mejor que usted entre.

- pero Impa.

- princesa le prometo que iré, pero será mejor que regrese al castillo- insistió Impa pero vio que Zelda no quería irse- oigan ustedes dos- dirigiéndose a un par de guardias- a la princesa le inquieta algo en el bosque así que iré a investigar quédense con ella hasta mi regreso, si no regreso en 5 minutos quiero que lleven a la princesa adentro.

- si Lady Impa.

Impa fue hacia el bosque mientras Zelda la miraba alejarse, en cuanto Impa entro al bosque comenzó a buscar lo que tenía alterada a Zelda después de buscar por unos minutos y no encontrar nada Impa estaba por retirarse cuando escucho unos quejidos en unos arbustos, la Sheika se acercó a los arbustos y encontró a un joven de cabellos rubios el chico llevaba el traje de recluta en entrenamiento, Impa reviso al chico y confirmo que todavía estaba respirando pero estaba inconsciente, la Sheika reviso con más cuidado el cuerpo del joven y vio sangre que manchaba la parte izquierda de su cuerpo así como el arbusto.