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felipe (10:05) estás en tu sala??? (10:05)
no, estoy en la cancha (10:07) ¿por qué? (10:07) me extrañai valentina¿¿¿ (10:07) 🤠 (10:07)
ya quisieras (10:10) es para devolverte el polerón (10:10)
ah ok, te espero. (10:10) (visto.)
v a l e n t i n a.
salí de la sala con el polerón en la mano y caminé a paso rápido en dirección a la cancha para entregárselo al felipe.
—hola fea— me dijeron al oído, al reconocer la voz de la persona sonreí.
—hola—le dije al nacho alargando la "a", mientras me daba vuelta para encontrarme con sus ojitos azules, los quedé mirando un rato con la sonrisa aún en mis labios.
después del segundo carrete al que fuimos con la javi, el nacho y yo habíamos empezamos a hablar mucho por whatsapp, y de un momento a otro, sin darnos cuenta comenzamos a pasar más tiempo juntos en el colegio. la verdad en el colegio no tenía muchos amigos, solo me juntaba con la javi, pero últimamente no me pescaba porque se la pasaba hablando con el gabo por instagram.
—¿cómo estai?—pregunta mirándome directamente a los ojos, en cualquier momento me desmayaba conchetumare. no me gustaba el nacho, pero no iba a negar que era uno de los weones más lindos que había visto en mi vida.
—bien, ¿y tú?—miré para otro lado—¿cómo te ha tratado la vida?—me volvió a mirar y se rió despacito.
—bien po'—respondió sin mirarme—¿y tú qué maldad hiciste que andai tan apurada?—pregunta al notar que estaba caminando más rápido de lo normal.
—no hice ni una maldad, voy a entregarle el polerón al felipe—levanté la mano en la que tenía en poleron para mostrárselo, el nacho asiente y mira para otro lado.
—¿te puedo hacer una pregunta sin sonar metido?—pregunta cuando llegamos al destino.
—dime—dije sin tomarle mucha atención tratando de encontrar al felipe con la mirada entre la gente que estaba sentada en las graderías.
—pero préstame atención—dice poniéndose frente a mí, así que lo miré a los ojos y le presté toda la atención que podía prestarle, pero antes de que se dignara a hacer la pregunta sonó la campana, lo que indicaba que el recreo había terminado.
—pucha ignacio, me tengo que ir a la sala del electivo. hoy tengo la coeficiente dos de filosofía y no puedo llegar tarde, después me haces la pregunta—me despedí con un beso en su mejilla y di media vuelta para ir a la sala que me correspondía, pero antes de dar un paso recordé que aún tenía el polerón del felipe, así que nuevamente giré sobre mis pies para quedar frente al nacho—¿se lo podí pasar al felipe? porfa.
