Hecate da una pequeña sorpresa

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No podían creer que sostuvieran a la pequeña niña en sus brazos, ambos parecían temerosos de que no fuera verdad y esa felicidad se evaporada de la nada, después de todas sus aventuras querían un poco de descanso.

–Se parece mucho a ti –la mujer miro al hombre que tenia a lado de ella y le sonrio

–Tiene tus ojos –contesto el con una sonrisa torcida, luego mostro una mirada mas preocupada –¿estas segura que vendrá tu mama?

–Sesos de algas, deja de tenerle miedo –le riño ella divertida, ambos estaban sentados en un sillón color crema –ademas tu papa también vendrá, creo que debez preocuparte mas por eso.

–No me quejo, pero espero que no destruyan la casa –el hombre hizo un mohín –me costo mucho conseguirla.

–Deja de ser inmaduro y carga a tu hija, tengo que ir por su mamila.

–¿Y si se me cae? –la rubia enarco una ceja considerablemente ironica, el hombre que estaba en frente de ella estaba siendo infantil y muy miedozo.

–¿Te has enfrentado miles de veces a la muerte y te preocupas por si no sabes cargar a tu hija? –él se sonrojo levemente, pero asintió. La mujer suspiro y lo beso cortamente en los labios, luego coloco delicadamente en sus brazos la mata de cobijas, él intento parecer seguro.

–No es tan malo como pensaba –murmuro y miro de nuevo a la pequeña bebe dormida en sus brazos.

–Claro que no, solo es nuestra hija –la rubia se levanto.

El hombre miro a su esposa marcharse, después dirigió la vista de nuevo a su hija. Esa pequeña niña tenia unos ojos realmente grises tormenta y una pequeña mata de cabello negro azabache comenzaba a salirle; esa pequeña era su hija, la hija de él y de la mujer con la que había pasado y vivido miles de cosas hasta llegar a ese momento.

–Es de verdad una niña muy hermosa –el tuvo las ganas de brincar al sentir esa presencia en su casa, insintivamente apretó a su hija contra él, frunció el ceño y miro a la diosa que tenia en frente.

–¿Qué hace aquí? –pregunto bruscamente, no quiso sonar grosero, pero ya había aprendido que los dioses eran muy cambiantes y no quería que algo le parara a su bebe.

–Ya la traigo.... –su esposa se quedo quieta y miro a la diosa, se tensó notablemente –¿a pasado algo? –dijo ahora la rubia con cuidado.

–Quería venir antes que todos para ver a su pequeña –la diosa tenia una mirada tranquila –he decidido hacerles un regalo

–¿Qué clase de regalo? –hablo el hombre, ahora estaba alerta, siempre había peleado del lado de los dioses, pero si uno de ellos se atrevía a tocar a alguien que quería se olvidaría de todo eso.

–Cálmate Perseus Jackson –lo corto la diosa –tu hija esta destinada a grandes cosas como ustedes que son sus padres

–Eso.... –ahora la rubia parecía asustada, a ninguno de los padres le gustaron sus palabras –ella no puede tener los mismos riesgos que nosotros.

–Para eso he venido –la diosa sonrió de lado –esta pequeña poseerá grandes poderes y habilidades, es un legado muy poderoso, pero eso no basta para lo que esta destinada, he querido hacerles este regalo

–¿La protegerá? –la voz del hombre era mas ansiosa, no quería que su hija siendo tan pequeña cargara con un peso enorme en sus hombros.

–Mas que eso –la diosa se acerco al igual que la mujer –le concederé un don, el don de la magia

–Eso es riesgoso, ¿el consejo lo autoriza?

–Yo estoy destinada a ponerlos a elegir Annabeth Chase –de repente una niebla se abrió y había dos imágenes –la de mi izquierda es su futuro si no aceptan mi regalo –en ella se veía un castillo destruido y varias especies de luces, pero lo que mas los asusto fue que ahí estaba una joven herida y lastimada, completamente al bordo de la desesperación y llorando cargando un cuerpo de un joven al cual no le vieron el rostro; de lo que estaban convencidos era que se trataba de su hija –la derecha es si lo aceptan –giraron la cabeza a mirar la otra imagen, en esta estaban en un bosque y veían a muchos luchando, pero no con espadas si no con otro tipo de cosas, vieron a su hija acompañada de un grupo de jóvenes y ambos parecían dirigir el combate, distinguieron a algunas personas que se les hacían conocidas y a otras diferentes.

–¿Los dos son su futuro? –pregunto la mujer.

–Ustedes deciden –respondio la diosa. Ellos se miraron y luego a la pequeña, suspiraron antes de asentir con la cabeza.

–Bien –la diosa coloco una mano en la cabeza de la pequeña –Annabeth Sally Jackson Chase te concedo el don de la magia y seras mi representante cuando tengas la edad adecuada –un brillo dorado se extendió por la sala y se apago lentamente –es un hecho su hija tiene mi don.

–Espero que le sirva –susurro el hombre –¿tendrá que ir pronto al campamento?

–Ella ira a otro lugar –dijo la diosa, algo brillo en sus ojos –el campamento no hara que todas sus habilidades en magia se desarrollen.

–Entonces, ¿Dónde?

-Pronto vendré a verlos –el calor inundo la casa, la pareja cubrió a la niña y se giro hasta que el calor desapareció

–¿Hicimos bien? Es nuestra hija y ahora ella tiene un don –el hombre sonaba un poco frustrado.

–Percy creo que nuestra hija será mucho mejor que nosotros –la mujer intento calmarlo.

–Annabeth tengo miedo por su vida –confeso él, su esposa le tomo la mano.

–Yo también, pero tengo la entera confianza de que podrá manejar su destino perfectamente, además contará con sus padres

–Y el sin fin de familia divina que tiene –intento aligerar el ambiente el hombre. El timbre comenzó a sonar, eso anunciaba visitas, los dos se miraron rapidamente.

–Son ellos –la mujer suspiro –por cierto, creo que nuestra hija ya tiene nombre

–Annabeth Sally, me gusta –al hombre le brillaron los ojos de manera calida.

fUH

¿Annabeth Sally Jackson es una semidiosa y una bruja?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora