Relajación

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Si sigues mi historia de piratas, no te preocupes, pronto habrá actualización porque, ¿Adivinen quién salió de vacaciones?  ¡Exacto! ¡yo no! :P Mentira, sí estoy de vacaciones, y pienso actualizar muy pronto todo lo que tengo pendiente, inlcuida la "Tweek Week".

Espero les guste este pequeño tributo a mi rubio cafe-adicto. Saludos ;)


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Desde pequeño tenía temblores y había sido tachado de raro e inservible por sus conocidos. La vida no era más que un estrés, y no sólo se refería a la cafetería o los comentarios extraños de sus padres, si no a los problemas de su país con cierto señor de ojos rasgados y nombre chistoso; por eso adoraba estos momentos a solas cuando tomaba su bicicleta a horas de la mañana y pedaleaba a su lugar secreto (no es que no le gustara pasar tiempo con Craig, a veces él también quería un tiempo a solas y no, no necesitaba de cajas estúpidas como su novio).
Su ropa casual de uso diario y una gabardina de color verde oscuro cubriéndole el cabello y su espalda, eran las prendas elegidas para hoy sin mencionar su pequeña mochila color naranja a su espalda bajo su abrigo, con algunas cosas para hoy, pintaban un buen día domingo por delante.
Pedaleó unos diez minutos más encontrándose con saludos amistosos de algunos de sus amigos que le veían pasar como Stan y Kyle, antes de adentrarse por una curva que lo guiaba a su destino final; no muy alejado de las afueras de South Park, una pequeña casa rústica de madera color marrón, rodeada de árboles aparecía frente a él. Sus padres la habían adquirido para hacerla sucursal, sin embargo, hasta que tuvieran el dinero necesario para renovarla e implementarle las cosas de una cafetería, era usada por ellos como casa de verano y para Tweek, usada para su ritual de relajación de los domingos.
Buscó entre su manojo de llaves, e introdujo la correcta en la cerradura. La puerta cedió, rechinando las bisagras por el poco mantenimiento que se le daba. Tweek anotó eso mentalmente.
Sus zapatillas tocaban la madera dejando un rastro de huellas de polvo al aproximarse al interrumpor de luz que encendió; la parcial oscuridad de la casa se disipó para dejar ver una especie de almacén repleto de cosas y figuras armables. Tweek vio con algo de inquietud todo el desorden, no creía que todo lo que venía haciendo o trayendo de otros lugares se viera tan revuelto, entonces de inmediato la voz de su amado pelinegro resonó en su mente diciendo: "¡esto es un desorden!"

Una risita se le escapó. 

Si Craig viera esto de seguro estaría tratando de ordenarlo como el loco de la organización tierno y lindo que era.

Pensó en lo mucho que le extrañaba en estos momentos aún después de haberle visto el día anterior y texteado con él hace unas horas.

Negó con la cabeza, sólo estaba retrasándose. Sacó el polvo de la casa con una escoba, limpió algunas ventanas y sacudió las cosas (o en su mayoría) para quitarles el polvillo de encima aun cuando el domingo anterior había limpiado de igual forma. Cuando terminó, se permitió tomar aire y limpiarse antes de empezar su pequeña actividad.

En medio de la habitación - almacén, colocó una alfombra vieja de su casa color rojo oscuro y prendió algunas velas blancas aromáticas alrededor de la alfombra. Frotó palma con palma unos segundos, para luego sentarse cruzando las piernas en pose de meditación sobre el círculo mullido; su móvil reproduciendo la melodía del mar abierto le ayudaba a encontrarse de manera profunda, aliviando sus temores, aliviando su preocupación del entorno caótico, buscando paz. Se permitió cerrar los ojos para visualizar mejor en que debía concentrarse evitando distracciones.  Se mantuvo quieto unos diez minutos, luego, en un movimiento pausado de sus piernas y sin perder el trance, estaba de pie, extendiendo sus brazos hacia adelante y adoptando una postura del taichi que había practicado toda la semana: las piernas semiflexionadas y separadas, un brazo extendido con la palma hacia abajo y los dedos juntos mientras que su otro brazo estirado al máximo hacia atrás con la misma postura que su mano derecha, eran la figura formada. Se quedó quieto por unos segundos controlando su respiración, debía ser profunda y pausada, no debía olvidar eso. Sin abrir los ojos, su brazo extendido hacia atrás se movió lentamente hacia adelante deteniéndose cuando estuvo en un ángulo de 90 grados, es ahí que el rubio dobló su codo quedando su antebrazo justo encima de su cabeza, donde formó un puño con los dedos.
Y sin olvidar respirar. Estaba bien, su concentración estaba lograda, sin embargo, el ruido del tranquilo mar y las gaviotas se fue al infierno con la tonada de su móvil.

Tweek Week 2019 por Starlight-12Donde viven las historias. Descúbrelo ahora