Hoy es 27 de octubre de 2057. Se cumplen 27 años desde que los humanos se alejaron de la vía láctea, para llegar a un planeta con el doble de recursos y el triple de su tamaño, hace unos años era un lugar muy hermoso, pero con el paso de la guerra, se ha convertido en ruinas, al igual que la Tierra.
He tenido que recorrer 2000 km, en mi viaje ví cientos de cadáveres, lugares llenos de contaminación, animales mutados, pero por fin llegue a Leomania. A lo lejos veo una pequeña cabaña, me acerco a ver que hay dentro, sólo hay una computadora.
-Hola experimento R- 890, ¿Me recuerdas? - dice la computadora parlante.
-¿Quién eres? – pregunto asustado.
-Kevin.
Luego de conversar un largo rato, me cuenta quien era yo en el pasado, me llamaba Rodrick, era el líder de la primera nave que salió de la Tierra. Kevin dice que hay una forma de convertirme en humano, pero es muy peligroso, porque parte de mi seguirá siendo un virus, pero esto no me importa, yo sólo quiero recordar.
La computadora parlante me lleva a un laboratorio invisible, ubicado detrás de la cabaña, el lugar está lleno de vikingos rodeando una maquina extraña.
-¿Qué es eso? – le pregunto a Kevin.
-Esa es Teck 1C4, es mi asistente cyborg y a la vez es una máquina del tiempo – me responde- Y todos esos vikingos que puedes ver a su alrededor los trajimos a nuestra época, no los puedo devolver. Por suerte no han roto la máquina.
Me dice que entre a la máquina, comienza la fusión y aparecen mis otras formas (la humana y virus simbionte). Suena un ruido extraño, Teck 1C4 comienza a fallar, y por un momento siento que muero.
Veo mi nacimiento, mis momentos de risas, ese viaje fuera de la Tierra, el laboratorio Genesis y despierto. De un momento a otro el laboratorio explota.
-Kevin, Kevin, ¿Dónde estás?
-Rodrick, te escucho, pero no te veo
- una voz dice a lo lejos- Espera creo que volví a ser humano.Miro mis manos con la esperanza de que estas sean las de un humano, pero una es invisible y la otra es de carne y hueso. Ahora lo recuerdo todo.
-Kevin, recuerdo toda la verdad- digo entusiasmado.
-¿Qué verdad? – me pregunta.
-Tú no mataste a nadie – le respondo- Jame Luangi se robó todos los dardos Augen, y además fingió su propia muerte.
Ahora mi único objetivo será salvar a la humanidad de la destrucción.