Cachorro Jeon | Jikook

Salt of sea + roses

    JiMin no podía dejar que su Omega sufriera, y como no era la primera vez desde que el Alfa lo acepto como su destinado, dejó que sus instintos salieran a flote y corrió, corrió siguiendo el rastro de delicioso olor que había dejado JungKook en el camino.

    Sabía que sería mala idea verlo en ese estado, si no era bueno controlandose, no había forma de que pudiera aplacar sus ganas de lanzarse sobre el inocente y virginal Omega.

    Tomó una profunda respiración antes de adentrarse a la cabaña, donde el olor del Omega parecía concentrarse, tan bueno, mucho más fuerte de lo que había podido oler antes de que se presentará como tal.  

    Apunto de dar un paso hacía las escaleras, el olor de HoSeok en la casa, le hizo gruñir con disgusto. Ese lado posesivo que no sabía que poseía hasta que encontró a JungKook.

— Creo que no es necesario que te diga que esto es peligroso, JiMin —el Alfa no parecía afectado por el olor del Omega cuando descendió las escaleras, aún si JiMin sabía la razón detrás de esto, eso no parecía importarle a su parte animal, como todo buen Alfa cegado por las feromonas del celo de su Omega, le incitaba a empezar una pelea con el otro por estar invadiendo su "territorio". Cuando está no esa no había sido la intención de HoSeok en ningún momento, de hecho, no dudaba que, tan pronto tuviera la cabeza fría, le agradecería por actuar rápido y sensato ante la situación de peligro en la que se veía expuesto el joven Omega, siendo que hasta los encargados de mantener la seguridad dentro del campamento parecían querer comérselo.

— Esta bien, puedo controlarme —mentira, le estaba mintiendo y sabía que HoSeok no era tonto para tragarse la descarada mentira que intentaba venderle — Solo será un instante, necesito verlo, asegurarme de que esté bien.

    La mirada que le lanzó HoSeok lo dijo todo, él no creía que eso fuera posible, con los años que llevaban siendo amigos sabía leerlo muy bien. Como sus acciones delataban lo tan afectado que se encontraba por el celo de Jeon.

— Ajá... —con una última sonrisa, extendió hacía él lo que supuso era un paquete de condones — Por si acaso, uno nunca sabe.

    El sonrojo subió a sus mejillas y asintió, dando las gracias en un susurro y tomando el paquete de su mano para guardarlo a salvo en su bolsillo, no era como si fuera a ocuparlos de todos modos.

     Prosiguió a subir las condenadas escaleras, ignorando la mirada de HoSeok puesta en su espalda a cada paso nuevo que daba.

    Ya en el pasillo, el silencio se hizo presente a su paso, tanto, que solo logró percibir los pequeños gemidos de JungKook cuando estuvo frente a la puerta de la habitación, aquella habitación compartida.

    Su mano tembló ligeramente cuando la alzó para tomar el picaporte, hasta titubeó en abrir la puerta, demasiado ansioso por la imagen que fuera a encontrarse adentro.

    Rogo a la Luna porqué le diera fuerza para controlar a su parte más primitiva y finalmente abrió.

— Santa mierda.

     Quiso decir algo más, lo que fuera, pero estaba lo suficientemente anonadado con la maravilla sobre la cama.

     "Alfa" había pronunciado JungKook, con los ojos teñidos ligeramente por el azul Omega, sin detener los frenéticos movimientos que estuvo manteniendo, buscando el alivio de esa horrible necesidad que quemaba desde lo más profundo de su ser.

    De cierta forma, era gratificante para el pelinegro saber que JungKook lo reconocía y aceptaba como su Alfa, pero por otro lado, odiaba que fuera más su parte Omega que la racional la que hablaba en ese momento.