En la tranquilidad de la noche se escuchó un vidrio romperse.
Diego fue empujado a una caída de cuatro pisos pero no vio quién fue el responsable. Lo último que vio antes de caer encima del carro, fue a su prometido asomándose desde aquel vidrio roto para después huir.
. . .
Despertó en una habitación en una camilla siendo escaneado por una máquina. Volteó hacia un lado logrando ver a un hombre sentado con su vista en la computadora frente a el, este volteó a verle sorprendido para luego salir corriendo del lugar.
Pasarón unos minutos en los que trató de averiguar dónde estaba cuando escucho la puerta abrirse, era aquel hombre de antes pero ahora venía acompañado de alguien que conocía muy bien.
- Francisco...- susurro el nombre de aquel hombre, ese hombre que hace años traicionó la amistad que tenía con su padre.
- ¿Que paso Diegochas? No me digas así, sabes que yo te quiero como a un hijo.
-Si me quisieras no habrías traicionado a mi padre con tus sucios negocios- dijo mirando hacia otro lado ya que aún le dolía su traición.
- Veo que Ubaldo no te contó la verdad de los hechos- Le revolvió el cabello para despues dirigirse a la salida- Hablaremos cuando te recuperes una caída de cuatro pisos no es cualquier cosa, el doctor Robert Coopper estará encargado de tu recuperación.
Sin más que decir Diego se quedó en esa habitación con el doctor, pero había algo que no lo dejaba en paz...
¿De que iba a hablar con Francisco López?
¿Por qué su prometido no lo había rescatado?
. . .
Había pasado una semana en aquella camilla recuperándose, en esa semana Temo su amigo de la infancia lo fue a ver para asegurarse de que estuviera bien.
A pesar de lo que sucedió entre sus padres el quería demasiado a Temo por lo que se alegro al saber que estaba saliendo con un chico llamado Aristóteles (el cuál acompañaba a temo cada vez que iba a verlo) le agradaba pasar tiempo con los dos pero...
Hoy era el día en que hablaría con Pancho López.
Se sentía nervioso tenía delante de él a aquel hombre que lucía serio ante lo que le iba a decir, mientras que al lado de el se encontraban Temo y Aris que por lo que sabe son sus mejores hombres.
- Diegochas, sabés que yo te quiero demasiado, y justo por qué te quiero es que tienes que saber la verdad de tu padre - le entrego una carpeta que acepto dudoso- Como sabes Ubaldo y yo creamos una organización para ayudar a los que lo necesitaran, está organización era de agentes especializados en combates y armas, obviamente con ayuda del gobierno rescatabamos a personas y ofrecimos protección, pero... Ubaldo se sego por el poder dejándose sobornar por la mafia, matando a inocentes y robando, por eso nos dividimos.
-¿Por qué debería creerte?- Pregunto Diego
- En esa carpeta están fotos de tu padre con los jefes de las organizaciones criminales- dijo señalando dicha carpeta
Diego algo dudoso empezó a observar el contenido de la carpeta, encontrando las fotos que menciono Pancho.
-Tu padre se dedicó a robar y asesinar, de echo el día de tu accidente estaban robando un maletín con diamantes destinados para ayudar a comunidades en extrema pobreza, pero los socios de tus padres querían los diamantes para comprar armamentos, ese día yo mande a Temo, Aris y a otro de mis agentes para detener el robo , justo este último es quien te vio caer y actuó de inmediato, si no fuera por el no estarías aquí- Miro a Diego que se encontraba confundido - por tu cara puedo adivinar que tú no sabías que era lo que estaban robando.
- A mi me dijeron que eran unos documentos de suma importancia pero mi padre no me quiso decir de que eran. Yo solo fui mandado con mi prometido, luego sucedió el accidente - volteo a ver a Pancho - ¿Y mi prometido?
Pancho pareció dudar un poco pero al final soltó un suspiro
- El que falleras de ese edificio no fue un accidente, ya estaba planeado, tu prometido y tu padre planearon todo, sabían que tú te ibas a oponer en cuanto lo descubrieran.
Diego dejo de escuchar en ese momento
Su prometido...
Aquel que le había jurado amor eterno...
El lo quiso matar?
Ahora todo tiene sentido para el, las noches en que no llegaba, su frialdad... El le había insistido en ir a esa misión.
Diego...
Diego...
-Diego! Me estás escuchando?
En ese momento reaccionó, regresando a la cruda realidad
Aquel hombre al que le entrego su corazón intento matarlo.
-Si te estoy escuchando pancho, solo necesito salir un momento... Es demasiada información que procesar- Dijo saliendo de la oficina para regresar a la que le fue asignada como su habitación.
Una vez dentro tiro la mesita de noche contra la paren haciendo un desastre luego miro por la ventana hacia el vacío.
Se sentía enojado, decepcionado.
Traicionado.
Se le hizo un nudo en la garganta reteniendo las lágrimas que amenazaban con salir, repitiendose que fue un tonto al confiar.
-Sabes no te salve después de que caíste para que ahora te avientes de la ventana- dijo una voz masculina.
Diego volteo sorprendido encontrándose con un chico más alto que el, con labios gruesos y unos ojos hermosos, el chico estaba en el marco de la puerta observando todo el desastre.
-No planeaba aventarme- respondió bajando la mirada hasta que escucho unos pasos acercarse a el.
- Sabes, pancho me contó lo que pasó -Hizo una pausa buscando las palabras correctas- No debes sufrir por ellos no lo merecen.
- Es que fui un tonto!- Algunas lágrimas salieron - No debí confiar en ellos - Susurro lo último con dolor.
El chico se le quedó mirando para luego abrazar a Diego sorprendiendolo en el proceso.
-No digas eso, no había manera de que supieras lo que iba a pasar.
Se quedaron abrazados un rato con Diego sollozando en los brazos del extraño y este acariciando el cabello del menor.
- Vamos de regreso con Pancho deben estar preocupados- le dijo el extraño al separarse.
-Claro.
El camino fue silencioso, al llegar pancho le pregunto si estaba bien lo que el asintió. Siguieron hablando hasta que pancho le hizo una propuesta.
- Entonces Diego ¿Quieres unirte a nosotros para derrotar el imperio de Ubaldo?
Diego pareció pensarlo un poco hasta que tuvo su repuesta.
- Acepto - dijo firme esperando no arrepentirse.
- Bueno, con tu ayuda se que lo lograremos- pancho miro su reloj- Bueno chicos tengo que retirarme pero nos veremos luego.
Luego de que Pancho se fue Aris y Temo se fueron diciendo que tenían "Asuntos" pendientes dejando a Diego con aquel chico que estaba por irse.
- Espera! - le gritó - No nos conocimos en una muy buena situación así que creo que por lo menos debería agradecerte por salvarme la vida- le extendió la mano en forma de saludo- Soy Diego, Diego Ortega.
El chico lo miro un segundo para luego sonreír y aceptar el saludo- Mateo, Mateo Symanski
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Primero que nada
¡Lamento la demora! Pero es que por cuestiones personales tuve que dejar de lado Wattpad por un tiempo.
Pero regrese con más Matiego y Aristemo (Además de muchas ideas)
Sin más que decir... Los leo en la próxima!
