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Habían pasado días desde esa última llamada de Sam, después no contesto los mensajes y mucho menos las llamadas, Isaac no se hallaba esos días, había dejado el trabajo, discutía con sus padres, espiaba la casa de Sam, pero no había rastros de ella, solo de sus padres. Estaba frustrado, pensando lo peor, hasta que un día, caminando por el parque la vio, estaba con sus auriculares puestos, así que apresuro su paso y llego hacia ella...

__ Sam...

Ella se sobresalto y al percatarse que era él, lo saludo con un beso, como si nada hubiese pasado.

__ Hola cariño, como estas?

El frunció su ceño

__ No me has contestados ninguno de mis llamados, Samanta, como quieres que este?

__ He estado muy ocupada.

Y verdaderamente lo estaba, pero con Matías...

__ ocupada en qué? Si solo hace un mes que salimos de la secundaria?

__ Pues ya ves, así como tú tienes tu trabajito, yo también conseguí uno, creías que mis padres me mantendrían por siempre? pues, no.

__ Te costaba tanto enviarme un mensaje diciéndome eso? –pregunto con un poco de enojo en su voz-

__ No te enojes... Solo se me olvido decírtelo, lo siento –beso sus labios- pero ya debo irme...

Isaac ya sabía que esto no funcionaría como antes, que desde ese día en el que ella lo pateo horriblemente enfrente de sus padres, nada sería igual, así que había pensado en esto durante todo un mes, aunque le dolería en el alma, debía hacerlo. Como su padre se lo había dicho en una ocasión, cuando le pedía consejos para su noviazgo "cuando veas que algo no está funcionando, no lo forces, solo espera" Pero ya había esperado mucho.

__ Samanta, dejemos esto hasta aquí.

__ Cómo? –su cara se torno roja- me estas terminando?

__ Crees que esto está funcionando? –Pregunto- Ya nada es igual que antes, y creo que tú tienes cosas más importantes que estar conmigo... Porque así me lo has dado a entender ahora mismo...

__ Eres un exagerado, Isaac.

__ Un exagerado? –Pregunto- Un mes, Samanta, esperando un mensaje o una llamada tuya y no las recibí. Ahora me dirás que estabas ocupada trabajando? Yo trabajo 11 horas y aun así, tuve tiempo y de sobra para preguntarte como estabas? Que estabas haciendo? Pero tú? Ni eso... Crees que esto es tener una relación? En donde no hay comunicación?

__ No terminemos, por favor... Yo te necesito, yo te amo.

El solo negó-

__Es mejor dejas las cosas hasta aquí –dijo para dar media vuelta e irse lo más rápido posible, ya que si se quedaba un momento más, no podría evitarlo y regresaría con Samanta...

*

Esa tarde Samanta decidió verse con Matías, con la excusa de que lo extrañaba, pero lo que realmente necesitaba es que alguien estuviese con ella, para no pensar en lo que Isaac le había hecho esa tarde. En la noche, le envió un mensaje, pero el simplemente no le contesto. Al pasar los días, ella sentía un vacío en su corazón y sabía que era producto del rompimiento que tuvo con Isaac, así que decidió ir lo a buscar, el estaba en su trabajo, cuando la vio se quedo sorprendido e inmóvil, sus compañeros comenzaron a burlarse y lo empujaron fue así como camino hacia ella, no podía ocultarlo, estaba feliz de volver a verla, esos días y noches pensando en que nunca más la vería era un suplicio... El tomo su descanso y ambos decidieron hablar, Sam convenció del todo a Isaac para que volvieran, le dijo que no dejaría de responderle los mensajes, que pasarían más tiempo juntos, que lucharía contra mar y tierra para que sus padres estuvieran de acuerdo con esa relación. Esas palabras le llenaron el corazón a Isaac quien, al fin y al cabo, termino aceptándola nuevamente...

Dos días después, ambos se presentaron en la casa de los padres de Sam para hablar sobre su noviazgo pero sus padres seguían negándose a la posibilidad de que un joven de clase baja estuviera en su familia, en cambio cuando Sam visitaba la casa de los padres de Isaac era bien recibida, aunque la señora Inés sentía un poco de rechazo hacia ella, no lo demostraba, ella sabía que Sam tenía algo oculto, que no todo era un rostro bonita, pero se lo guardaba para sí, con tal de ver feliz a su hijo, la aceptaría en su familia. Ambos ya habían comenzado la universidad, faltaba solo poco para cumplir la mayoría de edad, solo un año. Isaac estaba feliz por su noviazgo con Sam, le compraba regalos, la invitaba a comer, pasaban tiempo con su familia y esos detalles para él eran los más importantes, pero a Sam, eso no le bastaba por tal razón, seguía con una relación clandestina con Matías. Un día como cualquiera Isaac se encontraba comprando la despensa de su hogar y ve a una chica parecida a Sam con un sujeto, ella está muy coqueta y el tomándole la mano y la espalda, al agudizar un poco mas su vista pudo darse cuenta que realmente era Sam, sintió una fuerte presión en su pecho, tenía tanta impotencia, apretaba sus puños para no salir corriendo y lanzársele encima a ese sujeto que tenía las manos puestas en su novia, pero lo que Isaac no comprendía, como era capaz de su novia estar engañándolo en frente de todos? Cuando se vieron esa misma tarde Isaac vio distinta a Sam, la sentía un poco extraña pero aun así, el decidió preguntarle, no directamente pero lo hizo.

__ Sam, cuéntame, que hiciste el día de hoy?

__ Pues estuve con mis padres en una reunión de trabajo.

__ Si? De que trataba?

Ella solo sonrió y negó.

__ Porque te importa eso? Acaso, pensaras buscar trabajo en la empresa de mis padres?

__ Quizás, todo lo que sea por estar cerca de ti...

__ Eres un tonto –acaricio su mano-

El teléfono de Sam volvió a sonar, no había parado de hacerlo desde que estaban juntos, cada vez que respondía los mensajes una sonrisa se dibujaba en su rostro. Isaac decidió bloquear esos pensamientos, Samanta no podía estar engañándolo porque estaba seguro que ella lo amaba. Sam no disimulaba cuando recibía mensajes o llamadas de Matías, incluso estando con su novio, lo había apartado de su vida pero con unos simples "Te amo", "No lo volveré hacer", Isaac caía nuevamente en sus manos, ella decía que, siempre había que tener dos chicos bajo sus pies, ya que si con uno no funcionaba, con el otro si lo haría, pero Samanta no contaba con un factor muy importante. El embarazo.

Cuando se entero que estaba embarazada, no sabía qué hacer... Siempre se cuidaba cuando estaba con Isaac, porque no quería salir embarazada y mucho menos de alguien como él, puesto que de unos meses para acá, había dejado de sentir lo mismo por él, en cambio su amor por Matías era grande, como el que tuvo una vez por Isaac... Cuando le comento a Matías que estaba embarazada, el solo empezó a reír.

__ Quieres que crea que ese bebe es mío?

Ella asintió, trato de tomar sus manos pero, el no lo permitió.

__ He estado contigo nada más, Matías. Debes hacerte responsable de mí y de mi hijo, nuestro hijo.

Matías golpeo con sus palmas la mesa del escritorio de su padre

__ No me vengas con eso, Samanta. Sé muy bien que andas con un andrajoso, ese bastardo que llevas en tu vientre es de él y quieres que yo me haga cargo? –Soltó una gran carcajada- te has vuelto loca.

__ Pero –negó cabizbaja- Contigo nunca me cuide, a petición tuya.

__ Samanta, quiero que te vayas de mi casa. Arregla tu problema en otro lugar.

La tomo de su brazo y la jaloneo hasta la salida

__ Suerte con tu hijo, Samanta y esta demás decir que no quiero que me busques mas.

Le cerró la puerta en su cara, Samanta empezó a golpear dicha puerta, hasta que sus nudillos comenzaron a doler.

__ Ahora, ¿qué demonios haré?

EL SUSURRO DE LA OSCURIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora