One-Shot, One-Dream.

¿CATORCE?

Era una tarde tranquila en Nápoles a pesar de la lluvia tenue, los chicos se encontraban en aquel restaurante esperando la llegada de Bucciarati ya que salió a recolectar información sobre un asunto importante.

Mista al ser el primero en terminar de comer tomo una propaganda de supermercado que encontró en el porta revistas de madera aun lado de la mesa, no había mas cosas que leer y quería entretenerse un poco mientras sus compañeros seguían comiendo.

-. Vaya hay oferta de cereal al tres por dos...-Dijo mostrando la propaganda a Giorno, este  solo sonrió como respuesta afirmativa, Narancia que se encontraba sentado a lado de Mista murmuro algo que nadie comprendió.

-. Narancia no te escuche ¿lo puedes repetir? -El pistolero volteo en dirección de su amigo esperando poder entender, tal vez quería algo de cereal y le daba pena decirlo.

-. catorce. -Repitió el chico sin pensar muy bien su respuesta, durante los últimos días estuvo estudiando con Fugo, aun le costaba multiplicar dos cifras así que pensó en practicar, normalmente Fugo le preguntaba las tablas al azar con la finalidad de que las aprendiera más rápido y fácil.

-. ¿Qué dijiste? -Fugo al escuchar a Narancia comprendió que era la respuesta a la oferta que dijo Mista.

-. Catorce ¿Acaso son sordos? -Narancia comenzaba a desesperarse por hacerle repetir la respuesta.

-. Catorce...-Repitió Fugo, inmediatamente se levantó de su lugar yendo donde se encontraba Mista para quitarle la propaganda.

-. Oye, pero eso es mío. -Renegó el chico cruzándose de brazos ¿Ahora que iba a leer?

-. Veamos tres por dos... ¿Catorce? ¿Seguro que es catorce? -Fugo se estaba conteniendo, desde que escucho la respuesta tenia ganas de golpear a Narancia contra la mesa, pero solo esperaba que fuera un error y el pelinegro recapacitara.

Narancia se quedo pensando un momento haciendo la multiplicación mentalmente segundos después sonrió asintiendo como respuesta a la pregunta de Fugo.

-. ¡De donde sacas el maldito catorce! ¡La respuesta ni siquiera se acerca al doce! ¡Maldito idiota! ¡tres por dos son seis! ¡Seis! -El rubio enrollo la propaganda que tenía en la mano comenzando a golpear al pelinegro como perro cuando se porta mal.

-. ¡No lo sé! Solo pensé en catorce tal vez me confundí entre el seis con el tres. -El pobre Narancia esperaba defenderse con eso, pero al escuchar su respuesta Fugo dejo de pegarle con la propaganda.

-. ¿Qué tiene que ver el seis? ¡Seis por dos son doce! ¡Doce! ¡No se acerca al catorce! ¡Siete por dos son catorce! ¡Es un maldito siete! ¡Siete! -Aquello altero más a Fugo, dejo la propaganda a un lado de Mista tomando ahora el primer utensilio que tenia cerca, un tenedor.

-. ¡Fue lo primero que me llego a la mente! ¿Que querías? ¿Rapidez o exactitud? -Narancia saco su navaja estaba a la defensiva de Fugo.

-.¡No tuviste ninguna de las dos! ¡Idiota!.-Grito Fugo acercándose al contrario con la intención de clavar ese tenedor en el rostro de Narancia, el escándalo llamo la atención de algunas personas dentro del lugar.

-. ¿Giorno podrías detenerlos? -Mista comenzaba a desesperarse por las acciones de sus compañeros sobre todo porque repetían aquella cifra cuyo número no quiere pronunciar, sin embargo, el rubio no les estaba haciendo caso, seguía con su comida como si aquello no fuera nada de otro mundo, ya se había acostumbrado a la torpeza de Narancia que llevaba como consecuencia el descontrol de Fugo.

Durante la pelea Fugo llevaba algo de ventaja, lanzó el tenedor como si fuera un proyectil pero Narancia se protegió con la navaja desviando el tenedor. Abbacchio se encontraba tranquilamente bebiendo vino con los auriculares puestos a todo volumen, de esta forma ignoraba su entorno concentrándose en su música la cual fue arruinada por el tenedor que golpeo el auricular llamando la atención del ex policía.

-. ¿Se puede saber que tonterías están haciendo? -Gruño quitándose los auriculares, no obtuvo respuesta de nadie así que paso la mirada rápidamente encontrando un desastre en la mesa, Fugo con Narancia llenos de cortadas, arañazos y golpes junto Trish, Mista y Giorno haciéndose idiotas, sobre todo el ultimo.

-. ¡Siéntense a comer tranquilamente! ¡Ahora! Y si vuelven a armar otro escándalo como este se las verán después con Bucciarati -Golpeo la mesa dedicándoles una mirada molesta, los chicos asintieron sin responder al regaño del mayor, era como si su padre les llamara la atención así que regresaron a sus asientos en silencio tomando los cubiertos para terminar de comer sin discutir el tema de la multiplicación.

El silencio se hizo presente, Abbacchio se colocó de nuevo los auriculares verificando que todos estuvieran quietos, callados y comiendo en paz como debería ser.

-. Y pensar que todo comenzó por una simple oferta de cereales. - Murmuro Mista tomando de nuevo la propaganda regresando a su lectura entonces la puerta del restaurante se abrió mostrando una figura empapada, al parecer Bucciarati había regresado.